MODERNISMO PETROLERO
La arquitectura Súper de las estaciones de servicio de Madrid
El arquitecto Alberto Rodríguez Arias reivindica la arquitectura vanguardista de las estaciones de servicio españolas en un libro que se presenta este mediodía en la librería de La Fábrica. Recorremos varias de las madrileñas, algunas ya desaparecidas y otras que existen todavía
Al acabar la carrera de arquitectura, Alberto Rodríguez Arias decidió combinar la que a partir de entonces sería su profesión y la afición que le había acompañado desde niño: los automóviles. Para ello, comenzó a coleccionar fotografías de gasolineras, una tipología de edificios a la que tradicionalmente no se le ha prestado demasiada atención. "Poco a poco me fui dando cuenta de que salían cosas suficientemente interesantes como para investigarlas más en detalle", recuerda Rodríguez Arias, que decidió dedicar su tesis doctoral a estas construcciones. Pasado el tiempo y con las modificaciones necesarias para que resulte accesible a un público no académico, esa investigación se ha convertido en La estación de servicios. Laboratorios de arquitecturas (Nabuko Diseño Editorial), libro que se presenta este sábado a las 12:30 del mediodía en la Librería de La Fábrica, en el número 13 de la calle Verónica.
"Las gasolineras fueron una tipología totalmente nueva que surgió hace poco más de un siglo. A diferencia de otros edificios, tenían una escala muy contenida, lo que facilitaba un poco el jugar con ellas y, además, estaban relacionadas con el automóvil que, a principios del siglo XX, era un símbolo de modernidad y poder. Todo eso facilitó que su arquitectura rompiera con las tradiciones, tanto en España como en el resto del mundo. Aunque en mi libro me centro en lo que sucedió aquí", comenta el autor, que también llama la atención sobre lo transversal de estas construcciones, pensadas para servir tanto al dueño de una empresa al volante de su vehículo particular como al empleado de esa misma empresa, encargado de conducir uno de los camiones.
"Aunque los cines también fueron una tipología nueva, en el fondo derivaban ya del teatro. Además, uno iba al cine si tenía cierto poder adquisitivo. A la gasolinera, sin embargo, iba tanto el que conducía un Hispano Suiza como el transportista de una empresa cualquiera. Por otra parte, las gasolineras no solo se ubicaban en las grandes ciudades. Aunque las más interesantes arquitectónicamente las podamos encontrar vinculadas a Madrid, Barcelona y otras poblaciones grandes, también hay ejemplos en poblaciones más pequeñas, como La Coruña o Burgos", puntualiza Rodríguez Arias.
Más allá de las necesidades básicas de este tipo de edificaciones, como pueden ser los surtidores, una pequeña oficina o una tienda, las estaciones de servicio no siguieron una estética o estructura particular. De hecho, ni siquiera se puede afirmar que haya habido una evolución a lo largo de la cual vayan perdiendo elementos o incorporando otros, sino que la libertad de sus autores a la hora de proponer los diseños fue casi absoluta.
"En Italia, por ejemplo, que se le encargó el prototipo de gasolinera a un mismo arquitecto, lo que se hizo fue crear una estación de servicio con diferentes tamaños según las necesidades. En España, a pesar de que también había ese monopolio de la gasolina, no sucedió eso y los arquitectos o los ingenieros supieron aprovechar la libertad que les confería esta la tipología. De esta forma, si bien algunas gasolineras tenían una torre, porque en los años 20 se tenían que ver a distancia para poder frenar el coche a tiempo, luego hay otras con cubiertas de doble curvatura, otras tienen un elemento tipo seta, otras están formadas por una agrupación de esas setas… En todo caso, no hay una evolución porque todos esos elementos siguen estando presentes a lo largo del tiempo".
De la modernidad al desarrollismo
La estación de servicios. Laboratorios de arquitecturas se centra en el periodo comprendido entre 1920 y 1960, lo que incluye desde la popularización del automóvil en España, hasta la adquisición a plazos de utilitarios por parte de la nueva clase media surgida en el desarrollismo. Una época en la que, si bien proliferaron las estaciones de servicios, su interés arquitectónico descendió.
"A partir de los años 60, esa imagen romántica de las estaciones de servicios se empieza a perder. Comienzan a unificar su imagen de marca y esa tipología de escala pequeña deja de existir porque aparece la de los grandes almacenes, se le empiezan a incorporar un montón de cosas nuevas y se pierde esa libertad de probar soluciones diferentes", comenta Rodríguez Arias, consciente de que la aparición del vehículo eléctrico puede provocar que este tipo de construcciones desaparezcan definitivamente por resultar obsoletas.
"La necesidad de disponer del suelo urbano y las legislaciones de seguridad de las ciudades hicieron que muchas gasolineras fueran derribadas ya en el pasado. A lo que nos enfrentamos ahora es al fin mismo de la tipología debido a la electrificación. Por eso, este libro es una llamada de atención para poner en valor estas estructuras que fueron muy importantes para el desarrollo del movimiento moderno, conservarlas e incluso recuperarlas", argumenta Rodríguez Arias que, para terminar la conversación, elige cuatro de las estaciones de servicio más representativas de las que se levantaron en Madrid, algunas de las cuales siguen en funcionamiento. Por si necesitan repostar o quieren darse un paseo.
Rivelsa
Estilo: Racionalismo
Dirección: Paseo de la Infanta Isabel, 2. Atocha
Arquitecto: Desconocido
Fecha de construcción: años 60, demolida entre 1985 y 1986.
"Esta tipología buscaba la mayor superficie cubierta con el menor número de apoyos que, en este caso, se llevan al límite de parcela para facilitar las maniobras", explica Alberto Rodríguez en relación a esta impresionante estación de servicio construida en las inmediaciones de la estación de Atocha y que fue demolida a mediados de los años 80. La gasolinera que la sustituyó ha sido desmantelada en las últimas obras de remodelación que se han ejecutado recientemente en la calle Santa Isabel.
Paseo del Prado
Estilo: Racionalismo.
Dirección: Paseo del Prado, 36.
Arquitecto: Desconocido.
Fecha de construcción: años cuarenta, demolida en 2004.
"Me parece un proyecto espectacular. Además, con esta estación tengo la espinita clavada de no haber sido capaz de dar con quien realmente la proyectó. Además de lo interesante que es, creo que es una pena que se haya demolido para llevar a cabo un proyecto que quería justamente promover la arquitectura y que tenía detrás grandes figuras de la disciplina. En mi opinión, de haberse conservado, podría haber sido una antesala del museo chulísima, o la cafetería. Además, al igual que hoy, en aquella época había un jardín vertical contra la medianera y ya la gasolinera construía una falsa fachada contra esa medianera para integrarse un poquito en el conjunto", explica Alberto Rodríguez sobre la estación de servicio que se levantaba donde actualmente está el centro cultural CaixaForum.
Porto Pi
Estilo: Racionalismo.
Dirección: Calle Alberto Aguilera, 18.
Arquitecto: Casto Fernández-Shaw Iturralde, (1896-1978).
Fecha de construcción: 1927, demolida en 1977 y reconstruida en 1996.
"Cuando estudié arquitectura, me explicaron que había tres edificios que eran los que se consideraban como introductores del movimiento moderno en España: una vivienda, un pequeño pabellón de exposiciones y esta gasolinera. Es del año 27 y su construcción solo fue posible porque no estaba vinculada a una tipología ya existente súper arraigada en las tradiciones. Nadie se atrevía a hacer un ayuntamiento moderno, pero sí se podía hacer esta nueva construcción con esa torre que parece traída del mundo naval. Después de que la derribaran sin permisos y la volvieran a construir por insistencia del Colegio de Arquitectos, supongo que ya estará protegida como bien de interés cultural. Si en el futuro tuviera que dejar de funcionar, igual habría que darle otro uso, como convertirla en una cafetería, pero la arquitectura espero que se pueda conservar".
Barajas
Estilo: Racionalismo, art déco.
Dirección: Carretera de Aragón, 398.
Arquitecto: Casto Fernández-Shaw Iturralde, (1896-1978).
Fecha de construcción: proyectada en 1929, sufrió modificaciones para su construcción en 1958 y, en la actualidad, presenta notables modificaciones respecto a su aspecto original.
"En la portada del libro aparece un modelo 3D del proyecto de esta estación de servicios. No se construyó en su momento porque Campsa lo paró apenas un mes antes de que se iniciara. Cuando se retomó en los años 50, se revisó el proyecto original porque, aunque era moderno, ya no lo era tanto como hubiera sido en 1929. A día de hoy, ya está calificada como bien de interés cultural por el Ayuntamiento de Madrid".
Puerta de Hierro
Estilo: Racionalismo.
Dirección: Antigua nacional VI.
Arquitecto: Desconocido.
Fecha de construcción: 1933, su estado actual presenta grandes transformaciones respecto del original.
"Tuvo que haber sido una de las más grandes de España, si no la que más. Esa ubicación tan singular, entre la carretera de La Coruña y la carretera de El Pardo, hacía que tuviera mucho tráfico. Venir hacia Madrid conduciendo y encontrarse con ella tenía que ser una pasada".
Doctor Esquerdo
Estilo: Funcionalismo.
Dirección: Calle Doctor Esquerdo, 153.
Arquitecto: Juan Pedro Capote Aquino (1928) y José Serrano-Súñer Polo (1932-2013).
Fecha de construcción: 1962, sigue funcionando en la actualidad, pero su estructura original está oculta bajo paneles de aluminio.
"Es un gran ejemplo de arquitectura en acero que, además, tenía muy bien integrado el diseño de la iluminación como un elemento arquitectónico más. Había una estación de servicio muy parecida y muy interesante en María de Molina y la otra sería esta, la de Doctor Esquerdo, cuya estructura original está tapada por una cobertura de chapas. No es un caso aislado. Hay un mucho patrimonio arquitectónico interesantísimo propiedad de estas petroleras, que está oculto bajo anodinos paneles con logotipos de las distintas empresas y que, en mi opinión, debería ser puesto en valor".
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