MADRID
Abrapalabra: Visita una exposición en familia y deja tu arte junto a Hervé Tullet
La Casa Encendida acoge su primer festival de literatura infantil y juvenil con los grandes nombres y la visita del artista, ilustrador y escritor francés cuya 'expo ideal' se mantendrá abierta dos semanas más
Imagínatelo: ir a una exposición de pintura y poder dejar tu propia creación. Es lo que propone Una expo ideal, una de las actividades que forman parte del primer Festival Abrapalabra de Literatura Infantil y Juvenil que tiene lugar en estos días en La Casa Encendida de Madrid. La dirige Hervé Tullet (Normandía, Francia, 1958), artista, actor, escritor e ilustrador, pero las creaciones no son solamente suyas: Una expo ideal contiene la obra realizada a lo largo de varios talleres que comenzaron el jueves y finalizan el domingo, pero después de su vuelta a Francia, la muestra quedará abierta dos semanas más para quien quiera visitarla... Y animarse a participar.
"Yo soy un artista, no un teórico del arte o algo así, pero soy un artista extraño: mi arte no se vende, se comparte. Quiero que participen todos", explica Tullet. La expo ideal es una propuesta que Tullet lleva años haciendo. La ha presentado por todo el mundo: desde Japón hasta Rusia, pasando por supuesto por España, Francia o Estados Unidos. Es una actividad improvisada, en la que el resultado lo determinan los participantes a partir de unas premisas sencillas: Tullet elige los colores, las pinturas y el papel y prepara el espacio. "Necesito entenderlo bien, conocer sus dimensiones y prepararlo", explica en una conversación que tiene lugar justo después del primer taller realizado con niñas y niños en La Casa Encendida, con las manos y la ropa aún llenas de pintura.
Su planteamiento no es solamente artístico, sino lúdico: quien quiera participar debe tener ganas de jugar, de divertirse. "Lo más importante para mí en la preparación del taller es sentir que existe la posibilidad de cambiar de opinión", explica. "En cada taller doy instrucciones muy precisas a los participantes, pero ellos en seguida comienzan a no seguir las instrucciones. Hay que estar preparado para ver qué pasa". Sobre todo, le interesan sus propias reacciones como artista, comprobar qué le empuja a hacer cada público concreto. Y pone un ejemplo: esta misma mañana, en ese primer taller previo a la conversación con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, finalizó pintando la nariz con un sencillo gesto a todas las niñas y niños del taller. Fue inesperado y admite no saber qué le motivó hacerlo. "Pero me ha gustado hacerlo, quizás lo extienda a todos los talleres de esta Expo ideal en Madrid".
Esto es lo que más le interesa de su trabajo como artista: cada Expo ideal es nueva, fresca, diferente y única. Aunque, admite, las reacciones de quienes participan son similares en todos los lugares del mundo: lo que cambia es la edad. "Sobre todo en el caso de los adultos", admite, "a los que les cuesta mucho más arrancar a participar, pero para las niñas y niños es un regalo: les das música, colores, pinturas, pocas instrucciones y libertad... Para ellos es un regalo".
Talleres, conciertos y otras actividades
La de Tullet es la única exposición que se crea y presenta en el primer Festival Abrapalabra (organizada por la Fundación Montemadrid y La Fábrica), pero el evento, que comenzó el pasado martes y concluye el domingo -salvo la expo ideal-, cuenta con un gran abanico de propuestas para el público familiar en torno a la literatura infantil y juvenil: encuentros con autores, un taller de lectura, narraciones orales para bebés, talleres, diálogos o círculos de nanas. Autores como Santiago Alba Rico, Begoña Oro, Pedro Mañas, Estrella Ortiz o Clara Grima son algunos de los nombres propios que pasarán por las actividades, casi todas ellas gratuitas y de entrada libre.
Además de los talleres y la Expo ideal, Hervé Tullet también desarrollará varios talleres de lectura a partir de sus libros. Él estudió Artes Plásticas y Artes Decorativas, trabajó como director artístico en diferentes medios de comunicación y agencias de publicidad antes de lanzarse en 1994 como artista con su propuesta participativa. "Es difícil de explicar, pero lo que me impulsó a hacer las primeras expos ideales fue el interés por jugar y actuar. Soy un actor, de hecho, he escrito una obra y la hemos representado en París un tiempo", explica. En un primer momento de mi carrera, trabajando, se me acercó un niño e improvisé algo y esto me empujó a seguir haciéndolo.
Su propuesta se ha ido desarrollando en la misma práctica artística. Ha realizado talleres y exposiciones en todo el mundo -entre otros espacios, en Estados Unidos, donde residió unos años: en la Biblioteca del Congreso (Washington), el Museo de Arte Moderno MoMA de Nueva York o el Museo Guggenheim de la misma ciudad-. También la ha plasmado en diferentes libros (más de 80, y entre ellos: Una mano, ¿Jugamos?, La expo ideal, Colores), pero sobre todo, en Un libro (Kokorinos, 2010), en el que sintetiza el arte en las formas más puras y sencillas. Ambos se complementan con una web como galería online, en la que va narrando sus procesos artísticos en diferentes lugares.
Comunidad global
Ahora presume de tener una comunidad sólida y respetuosa, porque en su propuesta no hay errores. Sus libros sirven de soporte para los talleres, aunque admite que en muchos lugares trabajan sin acceso a los libros, como en algunos lugares de América Latina. Para Tullet, las expos ideales forman parte de su trabajo artístico: el espectáculo, el movimiento y los talleres también son parte de la obra. Y lanza una clara advertencia: ni sus talleres ni sus libros son para niños. "Los libros son para los lectores, los talleres son para quienes quieran dejar salir su creatividad. Ni hay restricciones de edad ni ninguna otra: si no quieres jugar, te pierdes ese momento", responde.
La expo ideal es un trabajo ocasional ("no hago esto todos los días, eso me permite encontrar inspiración y motivación", explica), que se adapta a diferentes formatos y tiempos. En Bolonia hizo una expo ideal en línea, con personas conectadas simultáneamente en 50 países: participaron 50.000 niños y niñas de todo el mundo. "Tuvimos que hacer un taller de preparación muy largo para asegurarnos de que todo el mundo lo entendía".
A pesar de su larga carrera, Tullet reclama que su trabajo debe estar en instituciones que lo entiendan como una obra artística. "Necesito que se tome en serio lo que estoy haciendo. Cuando trabajas con niños existe la tendencia a quitarle valor, es muy difícil encontrar espacios como este, en Madrid, que lo valoren".
Ahora, además de continuar con el trabajo de los talleres y las exposiciones, tiene listo para publicar un libro autobiográfico, unas memorias artísticas que, dice, terminan siendo su propio manifiesto. "Estoy escribiendo sobre el proceso creativo desde que comencé", explica. Lo ha prologado Wajdi Mouawad, escritor, actor, dramaturgo y director de teatro canadiense de origen libanés que dirige desde 2016 el Teatro de la Colina de París, uno de los teatros de mayor relevancia en Francia por su programación audaz y vanguardista. Se titulará L'enfance (La infancia) y se publicará en agosto en Francia. "Comencé a escribirlo hace mucho tiempo y lo iba haciendo de tanto en tanto", explica. "Pero en algún momento se me hizo más obvio que tenía que ponerle palabras a mi trabajo, es un trabajo muy largo".