Las 9 canciones que tienes que escuchar este fin de semana

Aún desconocido para la masa, Michael Foster es una de las promesas pop más interesantes de 2024. Acaba de lanzar No sé si me explico, un exquisito compendio de melodías sugerentes y letras inteligentes. Se sale de la tónica habitual y, ojo, no mayor piropo que ese. Salpicadas de bruma y atardeceres, estas canciones despiertan recuerdos de un pasado que no fue mejor, pero sienta de maravilla. La cara B de la vida.

Para todas las mujeres que nunca están solas. Valeria Castro mima las costuras de su legión con una canción tierna y reconfortante. Con su particular deje palmero, da un grito de vida cuando la soledad arrecia. Los clarinetes, guitarras y pianos que tocan 14 músicos subrayan el carácter íntimo que tanto la caracteriza. El tema es un puente entre Con cariño y con cuidado y el próximo álbum, que verá la luz a principios de 2025.

Segundo adelanto de Lento ternura, el cancionero que devolverá a Zahara a los escenarios tras el imponente Puta. Las comparaciones son odiosas, pero reveladoras. Zahara ya no es la misma y, a pesar de sus esfuerzos por reformularse, en este caso, no sale victoriosa. Es la primera vez, ¿eh? Así que se le perdona. Ahora bien, por mucho trasfondo sentimental que tenga Tus michis, a nivel musical se queda cortísima para el nivel al que nos tiene acostumbrados.

Otra vez, sí. Volvemos al nuevo disco de Kim Deal una semana más para ir desgranando sus maravillas. Aunque, contrariamente a lo que cabría esperar, en el disco brillan los temas más cadenciosos, este 'Big Ben Beat' es un poco más de aquella vieja Kim que nos enamoró en los 90: guitarras distorsionadas, letras afiladas y percusión omnipresente y contundente. Una excepción en una colección de canciones en las que brillan los metales y cuyas letras giran en torno al amor -en una acepción amplia-, este 'Big Ben Beat' es el tema perfecto para esos momentos en los que necesitas, sencillamente, descargar tu rabia con el mundo.

Vuelve la Bien Querida tras dos años desde su incursión en los ritmos latinoamericanos con 'Paprika' y lo hace con una canción, 'Una estrella', emocionante y delicada, pero con toda la esencia de esta compositora y cantante. Dice que la escribió para su hija, y en su letra explora esa mirada de adulta sobre las criaturas que nos rodean, a las que vemos crecer casi sin pestañear y que amamos incondicionalmente, sin caer en ñoñerías ni algodones de azúcar. Precioso tema para compartir con un videoclip que funciona como un cuento infantil.

Estamos en diciembre, arranca el contador de visitas de Mariah Carey que anuncia la llegada a la Navidad y los flamencos se ponen como locos a crear canciones navideñas. Desde esta esquina del mundo reivindicamos siempre el villancico, y aunque no lo sea, este temazo de Rocío Márquez y Bronquio, que tiene tantas capas de interpretaciones posibles, nace como villancico. El aguilando (cuyo significado es el mismo que el de aguinaldo) es un villancico murciano tradicional cuyas letras hablan de ofrendas y regalos. De ahí parte esta canción incluida en 'Tercer cielo' que cuenta con una bellísima letra. "Que de mi amor tú te mueras / Que de muerte, plena vida / Quiero ser quien soy de nueva / Voy a parirme a mí misma". Casi na.

Confesiones: no había oído hablar de MJ Lenderman ni de esta canción hasta que Amanda Petrusich, la crítica musical de The New Yorker, ha considerado su último álbum como el mejor del año y este tema (que no pertenece a ese álbum) como su favorito de 2024. Aquí la artista principal es Kathryn Crutchfield, más conocida como Waxahatchee, y el tema es mucho más americana (tendente hacia el folk y el country, digamos) que los sonidos puramente indies, pero indies de los noventa, como unos Pavement o unos Sebadoh redivivos, que practica Lenderman cuando se le deja solo. Preferimos esa última vertiente, pero esta canción es, sí, un temazo.

La muerte hace unos meses de la gran Françoise Hardy ya está teniendo el único efecto positivo que tienen estos tristísimos acontecimientos: que se vuelva a hablar del artista desaparecido y que se reediten sus trabajos o recopilatorios en homenaje. Uno recién llegado es el que recoge sus años en el sello Vogue, y que incluye maravillas como esta: su versión en francés de una de las mejores canciones de la historia, el Se telefonando que Ennio Morricone compuso para Mina. Una canción que sube, sube y sube hasta tocar el cielo.

Dos planetas, a priori en rotaciones contrarias, se han cruzado para producir en Abbey Road un par de temas que son la combinación perfecta de ambos: el post punk vitriólico y de barrio de Sleaford Mods se armoniza aquí con la electrónica detallista y en falsete de Hot Chip. La mezcla no es exactamente explosiva, pero sí que tiene el suficiente ritmo, fuerza y carácter para que sea el tema que pinches la próxima vez que te pasen el móvil que controla la música en la casa de tus amigos.