MADRID

El Círculo de Bellas Artes dedica una exposición a Max Ernst y su relación con el cine

Calificado como "el DaVinci del surrealismo", desarrolló su arte en múltiples campos, como la pintura, el grabado o la poesía, pero fue el cine una de las disciplinas que más le influyeron, con colaboraciones con cineastas como Luis Buñuel

Desde este jueves y hasta el próximo 4 de mayo de 2025, el Círculo de Bellas Artes de Madrid acoge Max Ernst. Surrealismo, arte y cine, exposición que explora la obra del artista alemán en relación con esa disciplina que estuvo siempre presente en su producción desde los tiempos en que formaba parte del grupo surrealista.

Comisariada por Martina Mazzota y Jürgen Pech, historiadora del arte y escritora e investigadora en The Warburg Institute de Londres, y excomisario del museo de Max Ernst de Brühl, Alemania, y editor del último volumen del catálogo razonado de la obra de Max Ernst, respectivamente, la exposición está coproducida por la prestigiosa institución cultural madrileña y Sold Out, en colaboración con Madeinart.

En palabras de Valerio Rocco Lozano, la muestra es, con diferencia, la más ambiciosa de las que ha organizado el Círculo de Bellas Artes en los cinco años que lleva en el cargo de director. Una afirmación que no solo hace referencia al número de piezas expuestas, a su calidad o a la dificultad para lograr los permisos de exposición, sino por la coherencia discursiva que plantea.

"Una de las mayores virtudes de la exposición es su tesis. Esa conexión entre las obras de Max Ernst y el cine ya había sido apuntada por André Breton en 1921, cuando dijo que los collages de Ernst rompían con la quietud de las artes como la pintura o el dibujo y proyectaba ante nuestros ojos la película más cautivadora del mundo. Desde ahí, los comisarios han desarrollado un discurso sólido y muy convincente", apuntaba Rocco Lozano, que ha destacado también la actualidad de la obra de Ernst, "no solo porque vivimos un un mundo surrealista, juzguen ustedes, sino porque en fue un artista preocupado por la ecología y los horrores de la guerra, como demuestra su obra El grito del soldado, y su reflexión ante lo que vio en esa época que resumió en la frase: 'Yo ya no pinto; no puedo producir'”.

Algunas de las piezas expuestas en la muestra 'Max Ernst. Surrealismo, arte y cine', en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Algunas de las piezas expuestas en la muestra 'Max Ernst. Surrealismo, arte y cine', en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. / Círculo de Bellas Artes

Centenario surrealista

En 2024 se han cumplido cien años de la publicación del manifiesto surrealista. Una fecha que, desde finales de 2023 y hasta mediados de 2025, será celebrada por museos, galerías y otras instituciones culturales de todo el mundo. Una coyuntura que, lejos de facilitar la tarea de comisariado y organización de la muestra, la ha dificultado sobremanera.

"Con motivo del centenario, muchas obras estaban expuestas o prestadas por los museos, por lo que ha sido complicado conseguir algunas de ellas", comentaba Martina Mazzota, que ha lamentado cómo los requisitos en materia de transporte y seguros se han endurecido desde la pandemia de 2020, inconveniente que se ha sumado a la dificultad de encontrar algunas piezas. "Con piezas como La tentación de San Antonio, que fue premiada en el Concurso Internacional de Arte Bel Ami, hemos sido como detectives, porque teníamos que seguir la pista al resto de las obras del concurso, algunas de las cuales eran de Lenora Carrington o Dalí y que no se sabía bien dónde estaban".

Además de La tentación de San Antonio, Max Ernst. Surrealismo, arte y cine pone al alcance del público obras claves del autor, como Au Rendez-Vous des Amis, Jardín poblado de quimerasLas hijas de LotUna semana de bondad,El fantasma de la repoblaciónLa mujer de 100 cabezas, así como un ajedrez diseñado por el artista, varias esculturas, libros, revistas, dibujos, fotogramas, fotografías, hojas de contactos y fragmentos de películas como La edad de oro de Luis Buñuel en la que actúa el propio Ernst.

A pesar de esta profusión de materiales, que rondan las cuatrocientas piezas, y del ya mencionado riguroso discurso expositivo, comisarios y organizadores han hecho especial hincapié en que Max Ernst. Surrealismo, arte y cine es una muestra divertida, pensada para todo tipo de públicos. Como apuntaba Martina Mazzota, "es una exposición para filósofos y para niños. Después de toda una vida agotadora, marcada por el exilio, teniendo varios pasaportes, cuando Max Ernst llegó a Francia se asentó y redescubrió sus años infantiles y como decía George Bataille, Ernst era un filósofo que juega".

'Navidades Surrealistas'

Max Ernst coincide en el tiempo con un conjunto de actividades organizadas por el Círculo de Bellas Artes que conformarán lo que Valerio Rocco Lozano ha definido como Navidades Surrealistas. El 20 de diciembre, el Teatro Fernando de Rojas expondrá los telones que Salvador Dalí pintó en 1939 para Bacanal, un ballet cuyo argumento gira en torno a las alucinaciones del rey Luis II de Baviera y el mito de Leda. Además, en posteriores días se representarán algunos cuadros de la obra con una puesta en escena de Irene Vallone, y Alberto Conejero representará Lenora una obra sobre Leonora Carrington, pintora que tanta influencia tuvo en la vida de Max Ernst. Un día más tarde, el 21 de diciembre, se inaugurará en la sala de columnas del edificio diseñado por Antonio Palacios un conjunto de actividades gratuitas con el surrealismo como tema central, que se alargarán las siguientes semanas y que están pensadas para ser disfrutadas por todo tipo de público, incluido familias y niños.

"El arte no tiene nada que ver con el gusto. El arte no está ahí para ser degustado", afirmaba Max Ernst. Sin contradecir al artista alemán, está claro que la exposición Max Ernst. Surrealismo, arte y cine y sus actividades relacionadas son una completa exquisitez.