QUEMAR DESPUÉS DE LEER
Hay otros mundos, y están (aún) en Berlín
El año 2019, Katja Oskamp publicó un 'memoir' de lo más excéntrico. Oskamp era escritora, pero harta de no ingresar nada, empezó a dedicarse a la pedicura y acabó en el barrio en el que se había construido la mayor urbanización de la RDA
El lugar en el que he descubierto la existencia de Katja Oskamp, escritora alemana que ha ganado un único premio, y es un premio dublinés, por la traducción de su libro más famoso, el extraño, el excéntrico, Marzahn, Mon Amour(Hoja de Lata), es una biblioteca española en Berlín. No está en ningún edificio oficial, sino dentro de una librería. La única librería española en Berlín, un lugar llamado Bartleby & Co., en honor al clásico de Herman Melville, que además de vender novedades —que cruzan en avión Europa entera— ofrece a sus clientes la posibilidad de llevarse a casa, durante quince días, un ejemplar de la colección particular de su propietaria, la también editora —camino de convertirse en escritora, si no lo ha sido desde el principio— Ana S. Pareja.
Ni siquiera tuve que hacerme socia de tan frondosa biblioteca —ante la que cualquier lector curioso podría pasar horas, después de todo, es la colección de alguien que ha buscado ávidamente otros caminos, y los ha acabado encontrando— para poder leer el desconocido memoir de Oskamp —que da una visión de a pie, y nunca mejor dicho, de la vida en lo que quedó del Berlín oriental, el Berlín soviético—, porque pasé cuatro días durmiendo en un apartamento anexo, en la que está llamada a ser —ya lo es— la Residencia Bartleby. Una especie de imprevisto y nutritivo, fascinante puente entre la capital centroeuropea y escritores hispanohablantes, y los lectores que han dejado de estar solos en ese idioma en la ciudad desde que existe Bartleby & Co.
La historia de Oskamp —a la que llegué gracias precisamente al librero de Bartleby & Co., Toni— es la de una escritora que, harta de que ninguno de sus libros se venda —de hecho, hay un encuentro nada amistoso con su agente al inicio del libro—, decide buscarse un trabajo. Y no es un trabajo cualquiera. Oskamp va a dedicarse a la pedicura. Accede a un curso en el que se topa con mujeres que, como ella, están hartas de sus vidas, y han decidido cuidar de los pies de los demás. Quizá porque ninguna de ellas ve otra salida, las notas que sacan todas son altísimas y enseguida se ponen a trabajar. Lo curioso es donde lo hace Oskamp. En Marzahn, el distrito donde se construyó la mayor urbanización de la República Democrática Alemana (RDA) en los años 70 y 80.
Oskamp nació en 1970 en la RDA y tenía 19 años cuando cayó el Muro de Berlín y 20 cuando la RDA dejó de existir. Como apunta Belén Gopegui en el prólogo de tan valioso artefacto, un país no deja de existir porque lo haga jurídicamente, porque aquellos que vivieron en él siguen siendo los mismos, y las ideas, las prácticas y las consecuencias de sus vidas también. El hecho mismo de que Oskamp, no sintiéndose cómoda con la manera en que estaba siendo tratada como escritora, y sobre todo, ante la ruina que le suponía, optase por dedicarse a la pedicura sin que le pareciera que estaba, de alguna forma, descendiendo en lo que a la clase social se refería por hacerlo, apunta en ese sentido, pues de ninguna forma un trabajo manual significaba un descenso de clase en la RDA.
Pero la cosa no se queda ahí, por supuesto. Porque el trato que Oskamp establece con sus clientes y que queda reflejado en el libro, puesto que el libro es un ir y venir de clientes, con sus historias a cuestas, da buena cuenta de cómo era ese mundo que, estoicamente, había existido y luego había dejado de hacerlo, y no había generado en sus habitantes ni un gramo de nostalgia, ni tampoco rabia, sólo la sensación de que eso fue todo. Pero también de que ese todo continúa, pero de otra manera. O quizá de la misma, porque nada permite al mundo cambiar lo suficiente cuando el mundo ya se ha puesto en marcha de la forma en que lo hizo para ellos. Oskamp recoge voces, y con ellas, reconstruye la parte menos visible, y más real, de la RDA.
El libro tuvo un final feliz. Ganó un premio, y dio una pequeña vuelta al mundo. Hubo traducciones aquí y allá, y quién sabe, quizá Oskamp dejase para siempre la pedicura. O tal vez no lo hiciese, porque nada tenía de malo no hacerlo. El libro se publicó en 2019. A España llegó en 2021. Es decir, el mundo del que habla Oskamp es éste, el mundo en el que Ana S. Pareja abre todos los días a la una su librería en el número 2 de la calle Boppstraße, ante una plaza que ella llama Bartleby Platz, y que en realidad se llama Hohenstaufenplatz, en un enclave entre Kreuzberg y Neukölln, en el sur este de la ciudad que contiene aún buena parte de los mundos con los que se topó Oskamp, porque nada desaparece del todo nunca.
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