TEATRO

Emoción y rabia en el estreno de 'Puig Antich, cas obert' en la cárcel Modelo

Carme Sansa, Bárbara Roig, Marc Pujol y la antigua prisión barcelonesa protagonizan un eficaz drama legal y humano en torno al anarquista ejecutado con garrote vil por el franquismo hace 50 años

Representación de 'Puig Antich, cas obert', en la tercera galería de la antigua cárcel Modelo, este lunes en Barcelona.

Representación de 'Puig Antich, cas obert', en la tercera galería de la antigua cárcel Modelo, este lunes en Barcelona. / FERRAN NADEU

Ramón Vendrell

Ramón Vendrell

Puig Antich, cas obert tiene cuatro intérpretes: Carme Sansa, Bárbara Roig, Marc Pujol y la antigua cárcel Modelo, aunque el último 'intérprete' solo formará parte del espectáculo hasta el 15 de noviembre. Sansa, Roig y Pujol se bastan y se sobran para representar la obra, en la que se multiplican en varios personajes, pero la tercera galería de la prisión donde tiene lugar la función es sin duda una presencia potente. Vayan a verla allí si pueden antes de que salga a teatros.

Los asistentes al estreno, este lunes, aplaudieron con ganas, los aplausos propulsados por una mezcla de emoción y rabia. Y con más ganas que nadie aplaudieron Carme, Montse e Imma Puig Antich, hermanas de Salvador, ejecutado con garrote vil en la dependencia de paquetería de la Modelo el 2 de marzo de 1974. Merçona, la cuarta hermana, no pudo asistir al estreno. Las cuatro prometieron, recuerda la obra: "No dejaremos que pases a la historia como un asesino". Han cumplido su promesa, contra viento y marea: el Gobierno declaró nula la condena a muerte de Puig Antich e ilegal el tribunal militar que la dictó el pasado octubre, en el año del 50º aniversario de su ajusticiamiento. La justicia española no les concedió esa reparación.

Representación de 'Puig Antich, cas obert', en la tercera galería de la antigua cárcel Modelo, el lunes.

Representación de 'Puig Antich, cas obert', en la tercera galería de la antigua cárcel Modelo, el lunes. / FERRAN NADEU

Investigación periodística

La obra adapta la investigación periodística Salvador Puig Antich, cas obert, publicada por Jordi Panyella en 2014. La dramaturgia de esta producción de La Dramàtica es de Mercé Sarrias y la dirección, de Jordi Pérez Solé.

Antes de llegar a la tercera galería (Puig Antich estuvo en la quinta, en la celda 443), el público oyó el ruido de la puerta metálica de la Modelo al cerrarse a sus espaldas; fue someramente informado sobre la ruindad que supuso ejecutar de manera "improvisada" a Puig Antich en Paquetería, con un método "cruel" y no contemplado por la justicia militar que le condenó; y pasó por el eje de la estructura panóptica del presidio. Hierro, paredes desconchadas y consolas de control cutres. En la tercera galería, dos gradas en forma de uve y entre ellas, a ras de suelo, el espacio escénico. Sobre las cabezas de los asistentes, las cisternas de los retretes de las celdas de la planta y otros dos pisos de celdas.

El público, en el eje de la estructura panóptica de la Modelo, el lunes.

El público, en el eje de la estructura panóptica de la Modelo, el lunes. / FERRAN NADEU

Drama legal y humano

Puig Antich, cas obert discurre en dos planos que se entretejen. Por un lado, la investigación que la familia del anarquista miembro del Movimiento Ibérico de Liberación (MIL) encargó a un despacho de abogados en 2003. Es un eficaz drama legal que va sumando en el espectador grados de rabia por las irregularidades detectadas en el sumario. Sin ir más lejos, no hubo informe balístico y el informe forense del cadáver del policía por cuya muerte se condenó a Puig Antich era sospechoso. El Tribunal Supremo rechazó revisar el caso en 2007. No resulta extraño una vez conocido el perfil de los jueces que se opusieron.

Por otro lado, la obra traza una biografía de Puig Antich, le sitúa en su momento sociopolítico y le observa frente a la muerte a través de cartas que escribió y de su último encuentro con Carme, Montse e Imma. Merçona era pequeña y no la dejaron ir. Es el plano de la emoción.