ENTREVISTA
Juan Villoro, escritor: "Somos la primera generación que ha tenido que demostrar ante una máquina que sigue siendo humana"
El periodista mexicano reflexiona sobre el efecto que las nuevas tecnologías tienen en la vida de los ciudadanos, al tiempo que propone soluciones basadas en los libros y la lectura ante la amenaza de la inteligencia artificial y los algoritmos

El escritor Juan Villoro, en Madrid. / ALBA VIGARAY
"Pertenecemos a la primera generación que ha tenido que demostrar ante una máquina que sigue siendo humana, que no es un robot", explica Juan Villoro que, como muchos usuarios de internet, ha tenido que enfrentarse a ese test que exige identificar en una imagen fragmentos de semáforos, automóviles, bicicletas y árboles o a esa leyenda que exige marcar "no soy un robot". "Empecé como todos, siendo incapaz de entender las nuevas tecnologías quejándome de ellas y, en unos cuantos meses, me convertí en adicto. De no entender el teléfono celular a convertirlo en una prótesis de la que ya no puedes prescindir. Todo esto me pareció interesante, primero como observador y, después, como cronista del tiempo", reconoce el escritor mexicano que, durante alrededor de dos décadas, ha reflexionado sobre cómo las nuevas tecnologías han transformado la vida de la humanidad.
"No soy un robot es un libro que surge lentamente, porque hace 20 años no sabíamos a dónde iban a conducir los cambios que hemos estado viviendo. Las relaciones entre padres e hijos, el trato con la escuela, las circunstancias políticas y económicas han cambiado totalmente con la aparición de lo digital. En ese sentido, es un libro que se fraguó lentamente. Los expertos en comportamiento animal hablan del síndrome de la rana, que tiene que ver con que, cuando una rana está en en un balde de agua, si este balde de agua se empieza a calentar la rana se adapta al balde de agua y, aunque la temperatura aumenta en forma peligrosa, la rana se sigue adaptando y es feliz hasta que, finalmente, explota. En cierta forma, a lo largo de estos 20 años de tecnología digital hemos sido ranas en un caldero que nos hemos adaptado a algo que, probablemente, nos destruya".

El último libro de Juan Villoro es 'No soy un robot'. / ALBA VIGARAY
Antes de que eso suceda, Villoro ha querido dar una voz de alarma a través de No soy un robot (Anagrama, 2024), un ensayo en el que el escritor mexicano reflexiona sobre este horizonte tecnológico tan complejo como fascinante, recurriendo para ello a la lectura de textos procedentes de muy diversas disciplinas. "A mí me gustan mucho las novelas epistolares, que son posibles gracias a una figura que rara vez aparece, pero que sin ella no existirían: el cartero. Creo que ese ha sido mi papel en este libro. Me identifico con alguien que lleva la correspondencia entre un experto en computación y un experto en antropología, o un activista social y un escritor. Combino un poco lo que todos ellos han dicho sobre la misma realidad que nos compete, incluso cuando algunos de esos autores, por vivir en otros tiempos, ni siquiera podían pensar que llegaría a existir esta tecnología, lo que prueba que la literatura diagnostica y prefigura malestares futuros".
Del apocalipsis a la esperanza
A pesar de analizar un fenómeno complejo e inquietante, No soy un robot no es un libro apocalíptico. A diferencia de McLuhan que anunciaba la desaparición del libro o de esos gurús de internet que llevan décadas hablando de la muerte del libro analógico en beneficio del digital, Villoro está convencido de que al libro convencional le queda mucha vida y que, lejos de ser algo obsoleto, si surgiera hoy de repente, en plena era digital, sería incluso mejor que lo que ya es.
"McLuhan escribió La galaxia Gutenberg para anunciar el fin del libro y esa obra se convirtió en un éxito de librería, de manera que su mismo triunfo anulaba su profecía. Al mismo tiempo, McLuhan no sabía que la siguiente gran revolución tecnológica no sería de la imagen como él preconizaba, sino la producida por por un aparato alimentado de letras, que es el ordenador. Eso cambió por completo el paradigma de la lectura que, en muchos casos, se ha vuelto atmosférica. Se ha desplazado del libro a muchos otros soportes, a tal grado que muchas veces recibimos informaciones sin saber cuál fue la fuente. Tal vez fue por una alerta en nuestro teléfono móvil o por un sitio web o por subirnos a un ascensor en el que había una banda luminosa que nos puso en contacto con esa información… Hasta la televisión tiene ahora en sus informativos varios niveles de noticias y, mientras estás viendo algo en la pantalla, hay una banda por abajo que, casi en forma subliminal, te está contando otras cosas", recuerda Villoro, que destaca que, independientemente de que se cumpla o no, el ser humano tiene una tendencia natural a anunciar el fin de todas las cosas.
Se ha desplazado del libro a muchos otros soportes, a tal grado que muchas veces recibimos informaciones sin saber cuál fue la fuente
"Una de las condiciones de lo humano es saber que nuestro destino es finito, por lo que también pensamos que finito es el destino de todas las cosas. Esa es la razón de la fascinación por firmar el acta de defunción de tecnologías que han sido muy exitosas. Cuando apareció el cine, se pensó que desaparecería el teatro; cuando apareció la televisión, se dijo que desaparecería el cine; cuando apareció el video, se dijo que iba a desaparecer la televisión… pero al final no dejamos de ir al teatro y, al mismo tiempo, vemos películas o series de televisión. También cuando muere un gran pensador en los periódicos suelen titular 'ha muerto el último humanista', lo cual es perfectamente falso, pero hay una fascinación en que alguien sea el último de la estirpe. Mi libro no está en esta tesitura apocalíptica porque estoy convencido de que la esperanza es una obligación ética. La esperanza no requiere de pretextos para ocurrir, es un elemento de supervivencia".
Ser culto 2.0
Aunque pueda resultar anacrónico a la hora de analizar una tecnología punta, la propuesta de Juan Villoro para sobrevivir a internet, el algoritmo o la inteligencia artificial es el libro, la lectura y la cultura que, a diferencia de lo que transmiten muchos de los defensores del e-book, no consiste en ser propietario de la Biblioteca de Babel borgiana en su totalidad.
"Me parece muy estimulante lo que señala Umberto Eco respecto a la adquisición de cultura. Señala que ser una persona culta sirve para leer menos, lo cual parece una paradoja pero no es así. Ser una persona culta no significa estar atiborrado de conocimientos sino, por el contrario, saber qué te conviene y qué no. Cuando eres una persona con formación cultural, puedes recorrer el infinito horizonte de las redes sociales y saber rápidamente lo que te conviene y lo que no te conviene. Es decir, lo que afecta positivamente a tu sistema. Por ejemplo, el nombre de un autor, una fecha o el tono de un texto, que te revelan de inmediato si eso es para ti o no lo es. Ser culto sirve para descartar y justamente eso es lo que necesitamos para ordenar mejor la oferta inmensa en las redes que trata de ser normada por algoritmos".
Con un libro digital las editoriales pueden saber cuáles son las frases más leídas, el ritmo de la lectura y, además, contribuye a que recibas sugerencias para que repitas tus gustos
Entre los cambios de paradigma que aborda Villoro en su ensayo está el paso de la lectura colectiva en voz alta a la lectura íntima. Un hecho que aumentó la libertad del individuo, desde el momento en que no tenía que mostrar públicamente aprobación o rechazo a lo que escucha para evitar recibir la censura de los demás oyentes. Una libertad que, hoy en día, ha sido puesta en riesgo por el libro electrónico.
"Con un libro digital las editoriales pueden saber cuáles son las frases más leídas, más subrayadas, el ritmo de la lectura y, además, contribuye a que recibas sugerencias y alertas para que repitas tus gustos, porque los algoritmos operan por semejanza. En cierta forma es 'la tiranía de lo mismo', porque ofrecen cosas que ya saben que te gustan. Por una parte, eso es muy válido porque resulta lógico que, si te fascinan los viajes a la playa, recibas la oferta de un paquete turístico para ir a otra playa, pero en el caso de los libros no lo es tanto. La riqueza de la cultura está en la diversidad, en la multiplicidad, en encontrar algo que no sabías que te podía gustar y que, sin embargo, te interpela. Eso se está perdiendo en la medida en que nos alejamos de los libros", apunta Villoro, que considera que la palabra puede ser, como afirmaba Sócrates, remedio para esta nueva dolencia moderna.
"En Fedro, el diálogo de Platón, Sócrates dice que el lenguaje es un fármaco y, como tal, puede ser un remedio o un veneno. Estamos ante este fármaco poderosísimo y debemos convertirlo en un remedio, no en un veneno, pero para ello requerimos saber utilizarlo. Las personas que se sienten felices al estar en TikTok durante horas, probablemente, ignoran que se han despersonalizado y que ciertas decisiones que podrían tomar ellos están ya siendo tomadas por otras personas. Se han convertido en enajenados felices, una situación que se diferencia de la enajenación que producía el trabajo obligatorio que estudio Marx en su juventud, porque ya no es concebida como una molestia. El famoso castigo bíblico de tener que trabajar, ahora se ve como un beneficio porque no se percibe que, en realidad, se es esclavo del espejo que te domina. Es un cuento de hadas macabro, pero la literatura ha demostrado cómo entrar y cómo salir de los cuentos de hadas", concluye Juan Villoro.

'No soy un robot'
Juan Villoro
Anagrama
320 páginas | 19,90 euros
- La infiltrada' ya tiene fecha de estreno en una plataforma de streaming: dónde y cuándo ver la favorita de los Goya 2025
- Daniel Ibáñez, el actor que lo hace todo en España: 'Cuando comí con Woody Allen me preguntó por lo de Rubiales
- Karla Sofía Gascón, ausente en los Goya y sin libro tras la polémica por sus tuits racistas
- Amaral: 'Nos preocupa la desproporción en la que vivimos, todo es a lo bestia
- Pleno semanal para Motos: 'El Hormiguero' duplica en audiencias a 'La Revuelta' por la Copa de Rey
- Massiel anuncia que ha superado un cáncer de pulmón: 'Estoy viva de milagro, sobrevivir ha sido una batalla jodida
- El Hormiguero' pone distancia de por medio con 'La Revuelta' y está a una victoria del pleno semanal
- ¿Qué opciones tiene Melody en Eurovisión? Los expertos analizan 'Esa diva