LIBROS
Jorge Volpi: "La idea de que hay una continuidad directa entre yo, que soy mexicano, y los mexicas de Tenochtitlan, o entre un español de ahora y Hernán Cortés, es una ficción interesada"
El escritor mexicano, que a partir de enero ejercerá en Madrid como director del Centro de Cultura Contemporánea Conde Duque, presenta un ambicioso ensayo sobre la ficción y sus usos

El escritor mexicano Jorge Volpi, en 2022. / Isaac Esquivel - EFE
Jorge Volpi (Ciudad de México, 1968) habla como escribe. Da rodeos precisos cuando necesita introducir un concepto. Va directo al grano cuando sobran los ropajes. Autor de diecinueve libros de ficción y de nueve ensayos, el autor mexicano es uno de los más reverenciados en lengua española. Con Una novela criminal, un libro adscrito a la non fiction novel de Truman Capote, ganó el Premio Alfaguara de Novela en 2018.
Volpi acaba de lanzar La invención de todas las cosas (Alfaguara), un ambicioso ensayo sobre la ficción. Paseándose por milenios de mitología, religión, ciencia, filosofía, literatura, arte o cine, el escritor disecciona las ficciones que unen y dividen el mundo. El autor -especialmente crítico con las religiones, el nacionalismo y el totalitarismo fascista- charla con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, entre otras cosas, de ficciones, política, del conflicto entre el gobierno mexicano y la monarquía española, de Donald Trump y del Centro de Cultural Contemporánea Conde Duque de Madrid, cuya dirección artística asume en enero.
P. En el libro incide en la idea de que la ficción no es una mentira, que encierra una verdad. El realismo es una ficción decimonónica, escribe. ¿La ficción ordena el mundo?
R. La realidad existe. Los sentidos nos mandan cierta información que el cerebro humano procesa y convierte en lo que yo llamo ficciones. Modelamos la realidad, pero no es que no exista.
P. Un trecho del libro:"En una era en la que quienes deberían decir la verdad no paran de mentir —gobernantes, políticos, periodistas, fiscales, jueces y policías—, casi parece natural que sean los escritores de ficción quienes se preocupen por perseguir la verdad". Sin embargo Una novela criminal fue una novela documental, sin ficción. ¿La narración en sí ya es un artificio ficcional?
R. La narración siempre es un artificio ficcional. De un tipo especial de ficción que está constantemente confrontando los datos de la realidad derivará la ciencia y todos los sistemas de verdad con los que contamos. Es decir, vamos creando estas ficciones o modelos para tratar de explicar un sistema y tratar de predecir cómo se va a comportar.
P. Describe la razón como "una fantasía humana que confía en que el conocimiento puede ser unificado y armonizado". Dedica muchas páginas a desentrañar la ficción de la ciencia y la Ilustración. ¿Por qué?
R. La ciencia es un tipo de ficción distinta. Y eso a mí me parece fascinante. Sobre todo al llegar al siglo XX se irá haciendo más sólida la idea de que esa ficción crea verdades parciales o transitorias. Esas verdades se mantienen como explicaciones de las cosas.
P. En el siglo XVIII, "la religión, la magia y la ciencia aún no se habían separado", escribe. Newton, que usaba la prisca scientia, la sabiduría ancestral, escondió sus textos alquímicos. ¿Por qué la ciencia tiene tantos problemas para dialogar con la sabiduría ancestral? En los últimos tiempos, parece que lo esotérico, mágico y lo fantástico convencen a mucha gente...
R. A partir de Newton se establece la ficción de que los seres humanos somos racionales. En realidad somos seres mucho más emocionales que racionales. En una época como la nuestra, dominada por el pensamiento científico, seguimos apegados a verdades más basadas en la emoción que en la razón, ya sean verdades políticas que articulan tantos liderazgos populistas o pensar que existen otras explicaciones esotéricas, que van de la astrología a las teorías de la conspiración.
'Make America Great Again' es el eslogan perfecto para hacer creer que Estados Unidos fue un país glorioso. Frente a ello, el presente necesita ser catastrófico. Trump se inventa un presente negro que no es real"
P. Retrata el fascismo y el nazismo como unas de las ficciones más perjudiciales. ¿El eslogan de Trump 'Make America great again' o la nostalgia imperial de Vox en España son ficciones que remiten a pasados idealizados e inexistentes?
R. El fascismo es la necesidad de inventar un pasado glorioso al que volver. El fascismo italiano tenía que inventarse como heredero directo del imperio romano. Hay una construcción imaginaria del pasado, que está en Donald Trump. "Make America Great Again" es el eslogan perfecto para hacer creer que Estados Unidos fue un país glorioso. Frente a ello, el presente necesita ser catastrófico. Y lo que hace Trump es inventarse un presente absolutamente negro que no se corresponde con la realidad.
P. En el libro, el nacionalismo es otra ficción que no sale muy bien parada. "Una de las invenciones más perniciosas es el nacionalismo"...
R. El nacionalismo ha sido fuente de discriminación, guerras, conflictos, barbarie. Es un dogma de que algo une a una cierta comunidad, porque comparte cierta lengua, cierta historia, ciertas
tradiciones. Define al individuo y a la comunidad. Por lo tanto enfrenta a individuos y comunidades que no comparten esa alma nacional.
P. Define el cristianismo como una ficción única "empeñada en sepultar a sangre y fuego a todas las demás". Llega a describir la ficción religiosa como epidemia...
R. Frente a las ficciones comunitarias y universalistas, están las ficciones particularistas que intentan cancelar las ficciones de los demás. Y el cristianismo y el islam son muy claros en ese punto. Uno tiene que hacerle creer esa verdad al resto de la humanidad, cancelando cualquier otro tipo de religión y de ficciones. Son movimientos totalitarios que hacen pasar ficciones por verdades absolutas.
P. En el libro cita y critica la tensión entre el gobierno mexicano y el de España...
R. Son ficciones políticas que desde el presente manipulan la historia pretéritas y que derivan del nacionalismo. La idea de que hay una línea de continuidad directa entre yo, que soy mexicano, y los mexicas que fundaron Tenochtitlan, o entre un español de ahora y Hernán Cortés, es una ficción interesada. Ahora, cuando los alemanes del presente, Sudáfrica o la iglesia piden perdón a otras comunidades, buscan aliviar la tensión de ficciones históricas en el presente. En el caso del conflicto entre México y España, crearon nuevas tensiones.
Descubrí que mi abuelo era anarquista y me gustó. Siendo mi padre católico y yo rebelándome contra él... ser anarquista es una ficción bonita, me da una tradición a la que pertenecer, aunque tengo otras"
P. Tuvo un abuelo italiano anarquista y un padre católico. ¿Qué valores de la vida de su abuelo le impactaron más?
R. Mi abuelo murió antes de que yo naciera. A mis cincuenta años hice un viaje a Carrara para tratar de encontrar los orígenes de la familia. Descubrí que era anarquista y me gustó. Siendo mi padre católico y yo rebelándome contra él... ser anarquista es una ficción bonita porque me da una tradición a la que pertenecer, aunque tengo otras.
P. Hablemos de la ficción capitalista, "construida para que los más ricos dominen sin falta a los más pobres". Frente a ello cita la Wikipedia, donde "cada artículo es un esfuerzo colectivo, cuyo objetivo es el bien común"
R. ¡No todo es terrible en el mundo digital! Wikipedia es un bonito ejemplo de una labor cooperativa entre seres humanos que no se conocen, que no buscan el provecho personal, sino el colectivo.

El escritor mexicano Jorge Volpi. / Isaac Esquivel - EFE
P. Cita al pato Donald, que consolidó unas ficciones individualistas y jerárquicas donde apenas queda espacio para la solidaridad. ¿Qué papel tuvo Hollywood en esta consolidación de la ficción total del neoliberalismo?
R. Todas las sociedades que van creando ficciones políticas del estatus quo crean también ficciones artísticas que las complementan. Y ese es el caso del modelo de capitalismo estadounidense. Una de sus maneras de expresión y de colonización de las mentes es el ámbito cinematográfico. Las audiovisuales son las ficciones más consumidas en el planeta.
P. En varias partes del libro escribe sobre las neuronas espejo que nos colocan en el lugar del otro. ¿Las neuronas espejo de un soldado israelí que dispara una bomba a un colegio lleno de niños y mujeres están atrofiadas? ¿Qué está pasando en el mundo?
R. No es que no existan las neuronas espejo y no exista la empatía, el problema es que también se pueden dirigir hacia los que son más parecidos a ti. La neurona espejo del soldado Israelí, o del soldado ruso en Ucrania, imita a los otros soldados de su propio bando...
Hay que reforzar aquellas ficciones que nos llevan a hacer cosas en la realidad para mejorarla"
P. Escribe que "la libertad, la igualdad y la fraternidad" son más necesarias que nunca. ¿Será suficiente con ello?
R. Hace falta la esperanza. Imaginar futuros más luminosos es lo que solemos conocer con el nombre de esperanza, la esperanza de que el mundo va a mejorar. Hay que reforzar aquellas ficciones que nos llevan a hacer cosas en la realidad para mejorarla.
P. ¿Qué pasó con la utopía? En estos tiempos, parece más fácil imaginar la distopía...
R. Sí, porque hay muchas condiciones negativas, desde el cambio climático hasta la inteligencia artificial, que dan sensación de peligro y de horror. El futuro distópico también paraliza la acción para que no ocurra. Imaginamos lo terrible de las consecuencias de ciertas acciones humanas justamente para que no ocurran.
P. Una pregunta sobre su futura dirección del Centro de Cultura Contemporánea Duque de Madrid. ¿Va a tener continuidad la labor de su actual directora, Natalia Álvarez Simón, que lo ha convertido en una referencia de la cultura menos conformista?
R. Natalia ha hecho un gran trabajo. Su visión de que sea un centro de cultura contemporánea se mantendrá, sin duda. Es mi intención.
P. En ese sentido, Conde Duque es una isla. ¿Qué le parece la actual política cultural del Ayuntamiento de Madrid, basada en volver a lo clásico?
R. En el espacio cultural de Madrid cabe todo, desde la reelaboración de lo clásico hasta lo más actual. La parte más interesante de esta época de Madrid es una masa crítica latinoamericana que antes estaba más en Barcelona y ahora, claramente en la capital.

'La invención de todas las cosas. Una historia de la ficción'
Jorge Volpi
Alfaguara
704 páginas / 23,65€
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