ENTREVISTA

León Benavente, el 'supergrupo indie' que escribe la crónica de España: "En este país tienes que ir a la tuya para mantenerte"

La banda liderada por Abraham Boba reafirma en 'Nueva sinfonía sobre el caos', su último álbum, su posición frente a una industria, a veces, demasiado impersonal

El último álbum de León Benavente se llama 'Nueva sinfonía sobre el caos'.

El último álbum de León Benavente se llama 'Nueva sinfonía sobre el caos'. / CEDIDA

Pedro del Corral

Pedro del Corral

Es en los márgenes donde /esLeón Benavente ha perfilado una carrera de alto voltaje. Desde que Abraham Boba, Eduardo Baos, Luis Rodríguez y César Verdú, curtidos con Nacho Vegas y Tachenko, montaron el grupo en 2013, han nadado a contracorriente en un mercado feroz con las disidencias. La suya es clara: ni pueden ni quieren someterse a una moda, hacen la música que les dicta el corazón. Un ejercicio de honestidad que, en Nueva sinfonía sobre el caos, su último álbum, reafirma su posición frente a un industria, en ocasiones, demasiado impersonal.

“Cada disco es una fotografía del momento que vives como persona y artista. A través de ellos, por ejemplo, puedes ver el camino que has trazado. Conforme va pasando el tiempo, nuestra mayor motivación es acercarnos a algo que nos sorprenda. Son pasos que das hasta que encuentras esa idea que te impulsa a seguir creando”, relata Abraham, que ha alumbrado cinco elepés bajo el nombre de León Benavente. Aunque el rock los vertebra, les sienta de maravilla el tintineo electrónico que, 12 años después de debutar, se ha convertido en una seña de identidad.

León Benavente son Abraham Boba, Eduardo Baos, Luis Rodríguez y César Verdú.

León Benavente son Abraham Boba, Eduardo Baos, Luis Rodríguez y César Verdú. / JOAN MATEU PARRA

Jamás lo planificaron, como sucede con las cosas que merecen la pena. Su sonido responde a las inquietudes artísticas de quien no tiene nada que perder. Quizá, por ello, suenan tan auténticos. “El grupo funcionó muy rápido, a diferencia de los proyectos previos que teníamos. De repente, nos vimos en una rueda cuando, en realidad, nosotros vamos a lo nuestro. Puede que nos estemos convirtiendo en una banda de culto, pero seguimos tocando en salas. En este país tienes que ir a la tuya para mantenerte, es difícil domar al mercado”.

Así lo hacen Nada y Úsame/tírame, los cortes que abren este cancionero: con una producción súper popera, desprejuiciada y casi desquiciada, demuestran que sus melodías no obedecen a ninguna regla. Bueno sí: están hechas para perdurar. “Hay tal cantidad de música nueva a diario que no tenemos capacidad de reflexionar sobre ella. Es imposible ir metiéndote en ella. Si nos ponemos a escuchar el típico hit de los 80 y empezamos a analizarlo, lo más probable es que tenga más miga de lo que parece. Las canciones son un material frágil que se van construyendo poco a poco”.

P. Con tantas canciones a su espalda, ¿dónde sigue encontrando la inspiración?

R. Intento mantener viva la curiosidad, estar atento a lo que pasa a mi alrededor. Escucho música de hace décadas, pero también la de hoy. Me gusta adentrarme en otros estilos e investigar.

P. ¿Le cuesta más escribirlas ahora?

R. En lo musical, la banda tiene una personalidad marcada. Aún así, intentamos jugar con ella. En cuanto a las letras, cuando llevas tanto tiempo componiendo, te das cuenta de que los artistas vamos escogiendo los temas que nos interesan. Te metes ahí e indagas. Más que buscar la creatividad en algo ajeno, a mí me estimula mi día a día. Eso me conecta con mis compañeros y les hace partícipes. Lo interesante a la hora de escribir es con qué ojos ves tú la realidad.

P. ¿Ha pasado por las temidas crisis creativas?

R. Las sufro cada vez que termino un álbum. Entonces, comienzo a hacerme muchas preguntas. La más habitual es qué queremos hacer a partir de ahí. Al final, optamos por saltar al vacío. Y sólo él solemos encontrar un hilo del que tirar. Si bien es duro, gratificante también.

Éxito a los 40

La popularidad no les llegó en la juventud, sino en plena cuarenta, lo que les ha permitido afrontarla con autocrítica y sosiego. “Nuestros proyectos anteriores eran deficitarios. Para nosotros el éxito es poder pagar las facturas con los conciertos. No pensamos más allá. No me apetece saber cómo hubiese sido con 20”, apunta Abraham, que suele compartir tablas con otras generaciones distanciadas a la suya. No obstante, sobre ellas, no hay edad que valga: "En España no estamos acostumbrados a valorar proyectos de larga duración, cuando en Inglaterra se desviven por Oasis".

Abraham Boba, en el Festival Cruilla.

Abraham Boba, en el Festival Cruilla. / FERRAN SENDRA

La etiqueta de supergrupo político les ha acompañado desde su origen, aunque no necesariamente todas sus canciones hablan de ello. “El primer disco surgió durante la revuelta social del 15M. Como nuestras canciones son la crónica de un instante, recogemos aquello que nos importaba. Nuestro discurso ha ido evolucionando y hoy refleja la relación que tenemos con el exterior. Eso, en cualquier caso, es político”, concluye. Nueva sinfonía sobre el caso lo es. 10 canciones sobre el mundo que se nos ha quedado.

P. ¿Hay alguna temática sobre la que nunca escribiría?

R. No quiero ponerme vallas a la hora de componer. Cuando caminas por un sendero, es normal que haya temas que te resulten ajenos. Hay que escribir muchas canciones de amor para que salga una buena, ¿no? Aquí igual. Perderme en otros focos no me interesa. Lo pensaré.

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