LIBROS
'La violinista', la historia de una creadora huérfana que eclipsó al mismísimo Vivaldi
La periodista británica Harriet Constable recrea la vida de Anna Maria della Pietà en la novela 'La violinista', elegida entre los mejores libros del año en su país y EE UU

'La violinista' reconstruye desde la ficción la historia de Anna Maria della Pietà, una huérfana en la Venecia del siglo XVIII que llegó a ser más popular que su mentor, Vivaldi / Freepik

De la vida de Antonio Vivaldi (1678-1741) no se sabe mucho, hay grandes huecos en su biografía, a pesar de que fue un compositor trascendente y extremadamente popular, en su tiempo y hasta hoy. Obras como Las cuatro estaciones forman parte tanto del repertorio clásico de todos los teatros y músicos del mundo como de la cultura popular: más de dos siglos después su música está en todas partes. Sus melodías se han usado desde cuentos infantiles, cine, anuncios de publicidad y una infinidad de ejemplos. Se ha escrito mucho sobre él (una búsqueda rápida arroja más de mil títulos tan sólo en español).
De Vivaldi se sabe que tuvo mucho éxito pero murió pobre en Viena. Que vivió en Venecia y en aquella ciudad, entonces una de las más influyentes del mundo conocido gracias a la riqueza de sus comerciantes, ejerció como músico, compositor y maestro. Lo fue en un orfanato de niñas abandonadas -el Ospedale della Pietà, fundado en 1336-, a las que enseñó violín y canto y cuyo coro dirigía mientras escribía sus obras más importantes. Tuvo una protegida, con la que viajó por Europa, pero hubo otra que llegó a eclipsar al maestro, influyéndole y participando incluso en algunas de sus composiciones. Su historia está documentada pero, de nuevo, faltan muchos huecos por completar. Fue Anna Maria della Pietà, injustamente olvidada por la historia, y cuya vida es rescatada ahora en una novela, la sensación de la temporada en ficción escrita por mujeres de acuerdo a publicaciones como The Guardian o el New York Times. Se titula La violinista, y está escrito por Harriet Constable, una periodista reconocida con numerosos galardones (ha trabajado para la BBC, la NPR, The Economist o Financial Times, entre otros) y últimamente involucrada en diferentes documentales.
La historia de Anna Maria y las huérfanas de La Pietà cayó en manos de Harriet, que había estudiado música en su infancia, en 2019 y ya no pudo despegarse de ella. Lo que más le impresionó, explica en una entrevista de visita en Madrid, fue lo talentosa que era y cómo se las arregló para triunfar partiendo de unas circunstancias tan adversas. "Fue abandonada y creció en un lugar muy oscuro, sin referentes saludables, y llegó a convertirse en una de las mejores violinistas del XVIII. Dicen incluso que llegó a eclipsar al gran Guiseppe Tartini", explica. "Pero lo que más me sorprendió de todo fue que nunca había oído hablar de ella".
Aunque puede parecer sorprendente que en un mundo tan desigual como el del siglo XVIII niñas pobres y abandonadas pudieran salir adelante gracias a la música, Constable cree que estaban en el lugar adecuado. "Venecia en aquel momento era la República de la Música", indica. El orfanato recibía muchas donaciones en una ciudad-estado en la que muchas de las niñas abandonadas eran hijas ilegítimas de nobles ricos y pese a la situación de pobreza, tenían a su alcance una cierta posibilidad de educarse y poder acceder a una vida relativamente cómoda.
Esa emoción en torno a la música, la hermandad de las huérfanas y la vida cotidiana están retratadas en La violinista de una manera luminosa, con muchos diálogos vivos, a través de escenas que describen con detalle el ambiente y no evitan las dificultades que vivieron, pero pone en valor las relaciones y el amor por la música. Anna Maria cuenta con mucha complicidad en la historia, la del mismo Vivaldi, pero también la de algunas educadoras, y sus inseparables amigas. Una de ellas, Ágata, no puede hablar a causa de una lesión en la cabeza cuando la abandonaron: las niñas sólo eran aceptadas en el orfanato si cabían en el torno que había en la puerta, y muchas de las personas que las dejaban allí forzaban la entrada para asegurar la supervivencia de la criatura. "Estas chicas vivieron una vida de grandes contrastes y quería representarlo de una manera justa", explica la autora, que menciona influencias que van desde Hamnet, de Maggie O'Farrell, a películas como Cisne negro (dirigida por Darren Aronofsky en 2010) o Whiplash (dirigida por Damien Chazelle en 2014) o la serie de Netflix Gambito de Gama. "Creo que la luz en sus vidas estaba en la música, y como sus vidas contenían multitudes quizás por eso la música que contribuyeron a crear sigue siendo tan poderosa 350 años después".

Harriet Constable, periodista británica y autora de la novela 'La violinista' / Sophie Davidson
Vivaldi el villano
Para construir su historia, Constable se dedicó en cuerpo y alma a investigar la vida de Anna Maria, documentándose como si estuviese trabajando en un documental. No conocía Venecia, y decidió instalarse y vivir en la ciudad durante un mes. Se documentó allí tanto en los archivos como observando la vida estudiantil del conservatorio de la ciudad. Además, visitó con frecuencia la British Library a la vuelta en Londres, la Royal Academy of Msuic y aprendió a tocar el violín. Sin embargo, prefirió contar su historia desde la ficción y completar los huecos a través de la imaginación, en lugar de dedicarle una biografía o una obra de no ficción. "Yo siempre había pensado que en el futuro quería intentar escribir ficción", admite la autora, "pero no pensaba hacerlo tan pronto, lo veía más como una idea a retomar cuando me retirase de mi profesión. Pero con el encierro obligado de la pandemia pensé que era una buena oportunidad y en aquel momento ya tenía la historia entre las manos, así que decidí intentarlo".
También hurgó en la bibliografía de Vivaldi, que en la novela es un personaje secundario, retratado de manera compleja. Fue el maestro de Anna Maria y sus compañeras, la ayudó e impulsó su carrera (le compró un violín y le dio espacio y materiales para desarrollar su talento) pero también se apropió de algunas de sus composiciones. La tentación de retratarlo como un villano era demasiado grande, pero Constable decide no hacerlo. En una escena casi al final del libro, cuando Vivaldi ya ha decidido dejar Venecia y continuar su carrera en Viena junto a su protegida, Anna Maria confronta al maestro en un diálogo en el que se explican las circunstancias que el músico tuvo que vivir. "Como en el caso de la mayoría, mi primera experiencia con Vivaldi fue a través de la música, que por supuesto amo y forma parte de la banda sonora de mi vida, pero me sentí muy frustrada cuando supe que había trabajado en el orfanato y que el trabajo de Anna Maria había sido vital en sus composiciones pero su nombre ocupa todo el espacio", explica Constable. "Pero mi frustración no es tanto con él, aunque es cierto que aprovechó su posición de poder y control sobre una chica joven, sino con un sistema en el que el único nombre que eleva es el de Vivaldi y deja a las mujeres detrás".
Una de las cualidades del personaje construido por esta recién estrenada novelista es que la música que crea e interpreta se describe en el libro a través de los colores. Constable, con una formación reglada en la música, eligió hacerlo así para que las sensaciones que quería describir fuesen más fácilmente entendibles. Anna Maria, en la novela, es sinestésica, esto es, ve colores cuando escucha una nota musical, un fenómeno real que viven algunas personas. "Representar la música en el libro a través del lenguaje sabía que iba a ser un reto", explica. "Quería hacerla vibrante, emocionante y acogedora para todo el mundo sin importar si te gusta o no la música clásica o si la conoces".
Éxito inesperado
Desde su publicación en Gran Bretaña a principios de año, el libro ha tenido una gran repercusión. The Guardian la eligió como una de las diez mejores nuevas novelistas y ha sido elegido entre los mejores libros del año por la BBC y New Statesman, además de aparecer en la lista de mejores bestsellers del New York Times. "Por supuesto que ha sido una sorpresa encontrar este nivel de interés", admite la escritora. "Creo que tiene que ver con que es una historia real memorable, el tipo de historias que la gente está deseosa de conocer. Creo que a veces nuestra versión de la Historia es tan reducida que cuanto más rica en matices y más coloridos detalles más nos interesa. La historia que nos ha llegado está incompleta y este tipo de libros ayuda a completarla".
La ficción histórica ha abierto un camino profesional a Constable que no piensa abandonar. "Lo más maravilloso es que combina a la perfección la investigación periodística y la imaginación, así que ahora no voy a parar de hacerlo", responde. Mientras disfruta del éxito de La violinista, ya tiene listo el borrador de su siguiente novela, ambientada en el nacimiento de la ópera en París en la década de 1680. "Estoy fascinada con ese periodo, me he divertido mucho investigándolo", explica. "Es una historia más aventurera, hay una especie de persecución de gato y ratón". Además, dice tener muchas otras ideas para desarrollar. "Hemos pasado por alto tantas historias interesantes que no sé si voy a tener tiempo de desarrollarlas en una vida".

'La violinista'
Harriet Constable
Traducción: Lara Agnelli
Editorial Planeta
472 páginas | 21,90 euros