Memorial Encontro das Águas: una obra póstuma de Oscar Niemeyer para homenajear a la naturaleza amazónica

Poco antes de morir, el arquitecto carioca Oscar Niemeyer (1907-2012) describió en sus memorias un proyecto para contemplar un espectáculo único en el mundo, "el encuentro de las aguas oscuras del Río Negro con las aguas amarillas del río Solimões (como se conoce al río Amazonas antes de llegar a Manaos), que se deslizan sin mezclarse durante seis kilómetros". Sin dar muchas pistas, el arquitecto insinuaba que el proyecto "adopta una forma arquitectónica que sugiere ese milagro de la naturaleza". Tras varios impasses legales y dificultades técnicas, las obras del Memorial do Encontro das Águas están en marcha y el proyecto ya tiene fecha de inauguración: julio de 2025, veinte años después de su concepción.

Niemeyer diseñó una estructura de pequeño porte en comparación a otras de sus obras, para priorizar la observación de la naturaleza. "La segunda vez que estuve con él, tras haberle mandado imágenes áreas, Oscar Niemeyer trazó las líneas de una cúpula de hormigón, que tiene sobre ella dos láminas, una amarilla oscura y una gris oscura, que simbolizan dos ríos que se funden en dirección al cielo, hacia el infinito, destacando la importancia de la Amazonia. Él tenía esa visión", asegura a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA Carlos Valente, ex presidente y director del Instituto de Planejamento Urbano (Implurb) de Manaos, que ha seguido desde el inicio el desarrollo del proyecto.

En los trazos del Memorial do Encontro das Águas reverbera una de las frases más célebres de Oscar Niemeyer, premio Pritzker de arquitectura en 1988 y emblema de la modernidad brasileña: "No es el ángulo oblicuo el que me atrae, ni la línea recta, dura, inflexible, creada por el hombre. Lo que me atrae es la curva libre y sensual, la curva que encuentro en las montañas de mi país, en el curso sinuoso de sus ríos, en las olas del mar".

Modificaciones del proyecto

El proyecto inicial de Niemeyer, que él mismo explicó que dispondría de "un acuario de peces de la región y una plaza destinada a la presentación de danzas típicas amazónicas", ha sufrido algunas modificaciones. El memorial, que perdió estos elementos descritos por el arquitecto, mantiene el mirador, el restaurante (que está siendo construido en un nivel inferior) y una sala de exposiciones distribuida en dos pisos. El ayuntamiento de Manaos ha completado la obra de Niemeyer con un parque que contará con un espacio multiuso, quioscos, baños públicos, gimnasio al aire libre y zona infantil, todo adaptado a diferentes diversidades. El espacio total del memorial será de 17.533 metros cuadrados.

El proyecto paisajístico está siendo elaborado con especies nativas que "recuerdan a la selva y especies de árboles florales", asegura a este medio Pedro Paulo Cordeiro, actual director de Planejamento del Implurb. "Las curvas del proyecto de Oscar Niemeyer dialogan con la naturaleza porque se incorporan al paisaje existente. Las dos grandes láminas del edificio del museo de veinte metros de altura se vuelven más esbeltas a medida que se alzan. El propio mirador y la terraza del restaurante poseen curvas que remiten a las aguas que se armonizan con el paisaje natural", matiza Cordeiro.

Durante el proceso de excavación han aparecido restos arqueológicos, materiales de cerámica de por lo menos dos mil años de antigüedad. El Memorial Encontro das Águas está situado en las proximidades de tres yacimientos, el Sítio Daisaku Ikeda, el Sítio Ponta das Lajes y el Sítio das Lajes, que cuentan con objetos de cerámica y pinturas rupestres.

La pasión natural del arquitecto

A pesar de que Oscar Niemeyer siempre confesó que su principal inspiración estaba en la naturaleza y sus curvas, la mayoría de sus grandes obras se dispusieron en entornos urbanos. Obras icónicas como el Congreso Nacional de Brasil, el Sambódromo de Río de Janeiro o la sede del Partido Comunista Francés en París están en ciudades. La colaboración de Niemeyer con el paisajista Burle Marx, otro de los brasileños más ilustres de la historia, brinda cierto contrapeso natural. Edificios de Niemeyer como el Palácio do Jaburu (residencia oficial de la vicepresidencia de la República), la plaça Cívica de Brasilia o el Palácio do Itamaraty (ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil) cuentan con jardines diseñados por Burle Marx.

Mención especial merece el Conjunto Arquitectónico de Pampulha, erguido alrededor de la laguna de Pampulha en Belo Horizonte, también con paisajismo de Burle Marx. El conjunto de Pampulha, que Niemeyer diseñó en 1942 en medio de lo que entonces era plena naturaleza, es considerado el marco original de una arquitectura moderna propiamente brasileña. Por otro lado, la Casa Cavanelas, un proyecto de Oscar Niemeyer de 1954 con jardín también de Burle Marx, situada en las montañas de Petrópolis (Río de Janeiro), sería otra de las excepciones rurales dentro del legado del arquitecto.

El Memorial Encontro das Águas, único proyecto de Oscar Niemeyer en la Amazonia, es un verdadero tributo póstumo a la naturaleza del mayor arquitecto de la historia de Brasil. Carlos Valente recuerda cómo el memorial empezó a fraguarse, durante su primer encuentro en el estudio de Niemeyer en el barrio Copacabana, en Río de Janeiro: "Comí con él, sentados. Comimos arroz, strogonoff y patatas paja. Se fumó un puro que Fidel Castro le mandó personalmente. Le conté que imaginábamos un mirador para observar la belleza del encuentro de las aguas y la belleza amazónica", asegura Carlos Valente. En la segunda visita de Valente al estudio de Copacabana, el arquitecto presentó los primeros trazos del proyecto: "Estuvimos una tarde entera hablando de la Amazonia, de su importancia, de su riqueza".