ENTREVISTA

Sáenz de Urturi resucita la saga de los longevos: "La eterna juventud llegará, los investigadores la fechan para 2045. La duda es si será solo para una élite"

La autora superventas presenta la edición revisada de su debut, una novela autoeditada sobre una familia prehistórica que no envejece que culminará en trilogía en 2025

La escritora Eva García Sáenz de Urturi, en Cantabria, frente al museo de las cuevas prehistóricas de Monte Castillo (Puente Viesgo), presentando su regreso a la saga de los longevos.

La escritora Eva García Sáenz de Urturi, en Cantabria, frente al museo de las cuevas prehistóricas de Monte Castillo (Puente Viesgo), presentando su regreso a la saga de los longevos. / SOLE HAFNER

¿Cómo sería vivir miles de años sin envejecer? Es el interrogante que se planteó en 2009 Eva García Sáenz de Urturi(Vitoria, 1972), cuando aún trabajaba de funcionaria de universidades, mucho antes de convertirse en escritora superventas y de ganar el Premio Planeta en 2020 con la histórica Aquitania. Se lo preguntaba en las diversas visitas que hizo a las cuevas prehistóricas cántabras de Monte Castillo (Patrimonio de la Humanidad), en Puente Viesgo, donde entre pinturas rupestres de mamuts, ciervos y manos perpetuadas en la roca recogía pistas para que allí naciera y se refugiara, literalmente, en el Paleolítico, la familia que protagonizaría su debut novelístico, la saga de los longevos. Unos personajes que no son inmortales y buscan el gen que les ha mantenido jóvenes hasta la actualidad. Sobre ellos escribió y autoeditó, en 2012 y 2014, dos primeras novelas de una trilogía, hoy inencontrables y buscadas por los fans. Desde ese mismo escenario ha presentado esta semana una edición revisada, y "desbrozada de tramas paralelas que la lastraban", del primer libro, La vieja familia (Planeta / Columna), que acaba de salir a la venta, y ha anunciado para 2025 el segundo, también actualizado, Los hijos de Adán, y un tercero, inédito, El camino del padre, del que esta licenciada en Óptica y Optometría no suelta prenda.    

"Sí me gustaría vivir muchos más años. Tenemos el deseo de la eterna juventud. Es algo que no tengo ninguna duda de que llegará. Los que investigan para frenar el envejecimiento y, sobre todo, para revertir el daño celular lo fechan para 2045. La duda es si será solo para una élite o si se democratizará, algo que a los gobiernos les conviene, ya que los gastos de la tercera edad se comen los presupuestos. Creo que el futuro irá a mejor y habrá más calidad de vida", augura la autora de la exitosa trilogía de la Ciudad Blanca (su Vitoria natal), que llegó al cine en 2019 gracias a Daniel Calparsoro con Javier Rey y Belén Rueda (Netflix).

"Nos gobiernan personas muy peligrosas, una constelación de soles negros que nos están llevando al desastre"

Sin embargo, no piensa lo mismo de la actualidad. "Vivimos un momento muy delicado de la historia en que parece que todo va estallar y el mundo se va a acabar mañana, en que nos gobiernan personas muy peligrosas, una constelación de soles negros que nos están llevando al desastre. Te das cuenta de la fragilidad de la historia, de cómo todo puede torcerse en pocos años". A Sáenz de Urturi le habría gustado vivir en las distintas épocas que han experimentado sus personajes. "Aunque es un punto de vista ingenuo, porque aquí nosotros hemos crecido ya sin guerras, aunque pasamos una pandemia. Si viajáramos al pasado no sobreviviríamos. En el Medievo una de cada tres mujeres moría en el parto. Y hace solo 80 años en España se vivía mucho peor que hoy. Mi bisabuela, por ejemplo, tuvo siete hijos y cinco de ellos murieron", dice tras revelar los amuletos que la acompañan: unas lascas de sílex que su abuelo cogió de un viejo trillo cuando era niña, un colgante de una ruina vikinga que llevaba cuando recogió el Planeta o una talla de mamut de su escritorio.  

La saga de los longevos puede evocar en algún momento la serie cinematográfica de Los inmortales o las historias de vampiros, pero recalca que a ella no le interesaba "el elemento fantástico o mágico, ni hacerles inmortales". "Parto de una premisa imposible y la llevo a la realidad evitando la fantasía. No tienen superpoderes. Pienso cómo serían y vivirían unas personas que hubiesen nacido hace miles de años. A los lectores les da igual que sea género negro, romántico, histórico o fantástico. Si los longevos han sobrevivido en la mente de los primeros lectores es porque son terriblemente humanos", defiende.  

"Si viajáramos a las épocas del pasado no sobreviviríamos. En el Medievo una de cada tres mujeres moría en el parto"

Como en sus anteriores títulos, también en El libro negro de las horas (2022) y El ángel de la ciudad (2023), de su última saga del inspector Kraken (con serie en proyecto), aparecen los conflictos familiares. "La familia es la unidad social básica del conflicto, algo muy novelable", apunta. Son entre el padre, Héctor, y los hijos: Iago, el protagonista, tiene 10.300 años, "esconde y arrastra un trauma muy profundo, demuestra una lealtad absoluta al padre" y se enamora de Adriana, paleontóloga del museo de Arte Rupestre que la familia dirige en la Cantabria actual, obsesionada con el suicidio materno. Iago odia a su hermano Jairo, "violento y narcisista, fosilizado en la cultura escita, donde era un aristócrata, se cree superior a los no longevos, a los que desprecia, y no se ha adaptado a las nuevas épocas", describe; y su hermana Kyra, cuyo marido e hijo murieron en accidente.

El gen violento

Sus personajes gozan de la eterna juventud. "Pero no implica que sean felices. Tienen muchos problemas y sus vidas no han sido fáciles. Cada uno reacciona de forma distinta". Unos renuncian a tener hijos porque son no longevos y no quieren verlos morir. Lo mismo ocurre con las parejas. "Otros prefieren suicidarse porque la vida no tiene nada nuevo que mostrarles", señala Urturi tras admitir que, desde la Antigüedad, "existe un gen violento que se manifiesta en algunos individuos y, si hemos evolucionado, ha sido gracias a la comunidad, a que hemos creado lazos y cooperado entre nosotros".  

El éxito, para Sáenz de Urturi, ha supuesto "un cambio de vida". "De lo que tenía en 2009 no queda nada. Vivo en otra ciudad, tengo otra vida. Fui funcionaria y hoy vivo entre libros, que es lo que deseaba". 

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