UNAS VACACIONES DE PENA (V)

Borracheras, dramas y vómitos: los episodios de playa más memorables de tus series favoritas

El capítulo estival es un recurso que muchas series de largo aliento utilizan a lo largo de sus temporadas: alguno puede ser divertido, pero el estrés, los gritos y los reproches están servidos en la mayoría de ellos

Don Draper leyendo 'El infierno' de Dante en el inicio del episodio veraniego de la sexta temporada de 'Mad Men'.

Don Draper leyendo 'El infierno' de Dante en el inicio del episodio veraniego de la sexta temporada de 'Mad Men'. / NETFLIX

Es bastante habitual que en las series de larga duración haya episodios recurrentes dedicados a eventos reseñables en el calendario. El de Acción de Gracias y Halloween (en las estadounidenses), el de Navidad y, por supuesto, el de las vacaciones de verano. La playa suele ser el destino más frecuente de los protagonistas que, solo a veces, consiguen disfrutar del viaje. En lugar de risas hay gritos y en vez de conversaciones animadas hay secretos que se intentan guardar en lugares oscuros de la memoria pero que acaban por salir. Recorrer kilómetros para estallar copas de vino contra el suelo, insultar a los amigos o romper relaciones con la arena aún pegada en los pies no son los mejores planes. Pero nadie se acuerda al año siguiente, por eso el recurso del episodio estival siempre está disponible.

El nivel de drama, por supuesto, es directamente proporcional al propio carácter de la serie. Por ejemplo, la familia Alcántara ve el mar por primera vez en el episodio 32 de la primera temporada de Cuéntame, en su viaje a Benidorm. Esa primera escapada que los protagonistas pueden permitirse se tuerce por las discusiones sobre política entre Toni, el hijo mayor y su padre Antonio; el enfado de Merche, la madre, con su marido por cómo mira a las turistas extranjeras o el disgusto de Inés, la hija mayor, por la incertidumbre sobre su futuro. Pero los momentos de trifulca se olvidan ante una paella en un restaurante, porque en ningún sitio se come mejor que en este país y la familia es lo primero. O eso pone en el guion.

La familia Alcántara en Benidorm.

La familia Alcántara en Benidorm. / RTVE

Si viesen la serie, Carrie Bradshaw y sus amigas de Sexo en Nueva York habrían sentido mucha envidia de los Alcántara porque ellas no tuvieron paella, ni final feliz ni nada parecido en su viaje. En el episodio 17 de la segunda temporada titulado Chicas de veintitantos contra mujeres de treintaitantos, acaban en una casa alquilada en los Hamptons (el sitio al que los neoyorquinos tienen sus segundas residencias o aspiran a tenerlas) para huir de la ciudad en agosto. La premisa del capítulo es comparar si la vida de las mujeres en la veintena es mejor que las que ya han pasado los 30, así que la historia vuelve a poner a las protagonistas en situaciones que ya habían vivido como compartir casa, coger ladillas o asistir a una fiesta en la playa.

Como no podría ser de otra manera, Big aparece en escena cuando nadie se lo esperaba, acompañado de su nueva novia de “26 o 27 años”, dice. Después del encuentro, Carrie vomita en la playa mientras Miranda le recoge el pelo, como antes habían visto hacer a otra pareja de colegas. La conclusión podría ser que las amigas siempre están ahí para hacer una coleta, pero también que veranear en la playa de moda puede suponer casas con olor a moho pero a precios desorbitados, turismo de borrachera y exparejas que aparecen de la nada para estropear las vacaciones.

Fotograma del episodio 'Chicas de veintitantos contra mujeres de treintaitantos'.

Fotograma del episodio 'Chicas de veintitantos contra mujeres de treintaitantos'. / NETFLIX

Una década después de esa excursión, otro grupo emblemático de cuatro amigas lo pasa regular en el episodio La casa de la playa de Girls (temporada tres, capítulo siete). Las protagonistas también viven en Nueva York, pero en el barrio de Brooklyn (que ya había empezado a gentrificarse en los tiempos de Bradshaw) y no tienen mucho dinero (aunque sus padres sí). Los problemas que afectan a unas y a otras cambian con la generación, pero tienen algo en común: ellas son insoportables. En la ficción de Dunham, Marnie invita a Lena, Soshanna y Jessa a casa de una amiga de su madre en North Fork, donde sus habitantes piensan que “los Hamptons son para horteras”, explica. Su intención es que todas vuelvan a estrechar unos lazos bastante rotos, pero su plan se tuerce con la aparición de Elijah, exnovio de Hanna y amante reciente de Marnie, con su pareja y otros amigos.

Su presencia imposibilita la intimidad entre las amigas y las grandes cantidades de alcohol que ingieren –menos Jessa, que está rehabilitada– trasforman las exaltaciones de la amistad ebrias en alegatos de odio como el “eres una narcisista de mierda” que Shoshanna le espeta a Hannah, sin que nadie la contradiga. Sin embargo, pese a la tormenta de porquería emocional, al día siguiente todas recogen la casa y regresan juntas a la ciudad, sin decir ni una palabra: lo que pasó en North Fork, se queda en North Fork.

'La casa de la playa', el episodio de verano de la serie 'Girls'.

'La casa de la playa', el episodio de verano de la serie 'Girls'. / HBO MAX

Algo así es lo que intentan hacer Monica, Joey y Chandler en el episodio que abre la temporada cuatro de Friends titulado La medusa. A estas alturas, posiblemente mucha gente siga pensando que para aliviar el dolor de una picadura de ese ser gelatinoso lo recomendable es rociarla con pis, pero no: hay que echarle agua de mar encima y esperar. Pero Joey y Chandler lo habían visto en un documental de Discovery Channel así que tomaron esa determinación para aliviar a Mónica en la playa de Montauk y después, traumatizados, juran no decírselo a nadie. Algo que no sucede, claro.

Pero no es lo peor que pasa en esas vacaciones, que habían empezado en el último capítulo de la tercera temporada. Phoebe se entera de que su verdadera madre no se suicidó, sino que vive en ese pueblo costero y la novia de Ross se rapa la cabeza gracias a las triquiñuelas de Rachel, que quiere romper a la pareja para volver con él. Finalmente, la ex-melenuda se va esa misma noche a la ciudad en un taxi, después de que Ross rompa con ella porque, como siempre, escoge a Rachel. Pese a todo, como siempre también, la relación no prospera porque ¿se estaban tomando un descanso?.

Joey, Monica y Chandler en 'La medusa'.

Joey, Monica y Chandler en 'La medusa'. / APPLE TV

Otra que coge la maleta en plena noche y se va es Jane, la novia de George Constanza en Los Hamptons, el capítulo 21 de la quinta temporada de Seinfeld. Ambos han aceptado la invitación a la casa de la playa de una amiga de Elaine para conocer a su bebé recién nacido junto al resto de la pandilla y Rachel, la novia de Jerry. Todo parece idílico y George está ilusionado porque, por fin, tendrá relaciones sexuales con Jane. Pero ella hace topless delante de los demás cuando él no está y entra en un bucle de pensamientos absurdos que le llevan a hacer esas chorradas que siempre acaban mal tan típicas de él. Además, para sorpresa de nadie, Kramer acaba detenido por robar –sin saberlo– unas langostas en la playa. De todos los episodios de verano de una serie, puede que este sea el más divertido.

Fotograma del episodio veraniego de 'Seinfeld'

Fotograma del episodio veraniego de 'Seinfeld'. / NETFLIX

Mucho más, sin duda, que el capítulo ocho de Normal People, la adaptación a la pantalla de la novela homónima de Sally Rooney. En él, Connell aparece con su colega Niall, con quién está haciendo el interrail, en la casa-mansión familiar de Marianne. Ella está con su novio y una amiga, pero la llegada de los visitantes hace que la paz vacacional estalle y deje un rastro de charcos de vino, lágrimas y silencios incómodos. Básicamente, un día cualquiera en la vida de esos dos protagonistas que caminan siempre al borde de la afectación y el drama, esta vez con el campo italiano de fondo.

Los protagonistas de la serie 'Normal People'.

Los protagonistas de la serie 'Normal People'. / MOVISTAR PLUS+

Pero sin debate alguno, las peores vacaciones son las de Don Draper en el primer y tercer episodio de la sexta temporada de Mad Men. Si bien es cierto que consigue mantener una sonrisa aceptable durante los días que pasa en el hotel de Hawái al que un cliente le invita junto a su esposa Megan, lo que pasa dentro de su mente va por otro camino. La escena inicial –ya icónica– en la que se le ve leyendo El infierno de Dante indica por dónde van los tiros, pero cuando vuelve a casa se muestra cómo le ha sentado el viaje realmente. La miseria, impulsada por sus perennes demonios personales, se manifiesta poco a poco y sale a la luz del todo con la presentación del trabajo que ha elaborado para el dueño del hotel: donde él ve una imagen que indica un renacer en la playa, todos los demás ven un suicidio. No hay una respuesta más contundente a la pregunta ¿cómo lo has pasado este verano?