SERIES
'Veep': la serie de HBO que ha resucitado gracias a la nominación de Kamala Harris
Miles de usuarios de la plataforma Max han rescatado esta comedia satírica emitida entre 2012 y 2019, que pasó algo desapercibida en nuestro país, debido a los evidentes paralelismos entre la historia de su protagonista y la de la candidata demócrata a la presidencia estadounidense. Quizá ha llegado la hora de verla
Hoy en día, ser elegida para encabezar la candidatura demócrata a la presidencia de los Estados Unidos no implica solamente la necesidad de redactar un programa político, de establecer un estado de opinión a tu favor para que los ciudadanos decidan insertar en las urnas una papeleta con tu nombre o prepararse para ser diana de los ataques despiadados de las huestes partidarias de Donald Trump. Hoy en día, ser candidata a la presidencia de los Estados Unidos también implica convertirse en inspiración de toda clase de chascarrillos y corrientes culturales. En los pocos días transcurridos desde su nombramiento, los memes se han multiplicado de forma exponencial, mezclando su figura –y especialmente un discurso en el que recordaba una frase de su madre relacionada con un cocotero–, con la locura por el disco Brat de Charli XCX y su estética.
La risueña figura de Kamala Harris, infinitamente más expresiva que la de su antecesor, se presta especialmente a todos estos juegos online. Y eso que todavía no hemos visto nada: en los próximos meses, es fácil de prever que los ejemplos se multiplicarán. Sin embargo, uno de esos efectos inesperados ya está aquí: los días posteriores a la elección de Kamala para que sustituyera a Biden en carrera electoral se incrementaron en un 353% las visualizaciones de Veep, una serie producida originalmente por HBO, protagonizada por Julia Louis-Dreyfus en el papel de, ejem, una vicepresidenta de los Estados Unidos que se enfrenta a una situación bastante similar a la de Harris.
Un retrato muy poco favorecedor de la política
Veep, que toma su título del diminutivo con el que suelen referirse en Washington al segundo al mando de la Casa Blanca, se estrenó en 2012 bajo el mandato de Barack Obama. Creada por el británico Armando Iannucci es, junto con otra célebre comedia de origen británico, The Office, una de las obras cumbre de la comedia cringe, aderezada en este caso con altas dosis de sátira política. El secreto de la serie es, por un lado, un gran guión lleno de mala baba y, por otro, el increíble talento cómico de Dreyfus y de toda una galería de geniales actores secundarios (entre los que destaca Tony Hale, en el papel de Gary Walsh, el asistente personal de la protagonista, y que muchos recordarán de Arrested Development).
Con todo esto en su haber, la auténtica razón de que Veep haya vuelto a ocupar un puesto entre las series más vistas, es el increíble paralelismo con la actualidad. La serie cuenta la historia de Selina Meyer (Louis-Dreyfus), una vicepresidenta de los Estados Unidos que, junto a su equipo, intenta desesperadamente hacerse un hueco en la historia de su país y “dejar un legado”. Algo que a duras penas consigue. Hasta ahí todo bien, la casualidad es que a Meyer, tras la renuncia del presidente a postularse para un segundo mandato, le tocará afrontar la incierta situación de ser ella la candidata. Obviamente, con tronchantes consecuencias.
A pesar de contar con más de diez años de existencia, Veep no ha envejecido en absoluto. De hecho, quizá es más actual que cuando se estrenó, en una época como la de los mandatos de Obama, mucho más tranquila y menos surrealista que la actual. Por aquel entonces, la presidencia de Trump continuaba siendo solamente un chiste de Los Simpson.
En Veep todo tiene un aire de reality show absurdo. El presidente nunca está presente. De hecho, el gag de Meyer preguntando si ha llamado el presidente y la telefonista respondiendo que no se repite en multitud de ocasiones. Y Meyer y su gabinete se dedican a intentar impulsar políticas en las que no creen demasiado, reaccionando a las crisis sobre la marcha y con las ideas más disparatadas. Un sombrero que le hace la cabeza “rara” puede desbaratar unas elecciones, o la elección de un sabor de yogur helado u otro puede mantener al equipo ocupado durante horas para regocijo del espectador.
Dentro de su aparente locura, Veep funciona como el el pariente loco pero que siempre dice la verdad de otras series contemporáneas como El ala oeste de la Casa Blanca o House of Cards, en las que los habitantes de los edificios oficiales son, o bien ángeles honestos, o bien demonios vengativos, respectivamente. En este multiverso, los responsables del gobierno son poco más que una panda de idiotas que opinan sin tener el más mínimo criterio. Todo es caos e incompetencia en los pasillos del poder pero, no obstante, no podemos parar de reír.
Los políticos en Veep son mezquinos y egoístas, se preocupan únicamente de su imagen pública, utilizan a sus subordinados como sus siervos y, para colmo, suelen fracasar estrepitosamente en cada uno de sus proyectos. La serie, tras su fachada de comedia, es una profunda crítica a un sistema superficial y cortoplacista. A pesar de todo esto, y quizá como confirmación de lo absurdo del sistema, Biden y Kamala no dudaron en recibir en la Casa Blanca a Dreyfus e incluso bromear, perfilando lo que acabaría pasando también en la vida real. “Ella acabó siendo presidenta”, exclama Biden en el vídeo que retrata el momento.
Quizá ha llegado su momento en España
Veep, quizá por estar especialmente dirigida a un público estadounidense, no tuvo mucha fortuna en nuestro país. Para dar una idea de su fama, en la plataforma Filmaffinity España la serie solo cuenta con algo más de 2.800 reviews, que contrastan con las más de 30.000 de House of Cards.
Su calidad, sin embargo, es incontestable. Así lo atestiguan todos los premios que obtuvo a lo largo de sus siete años de emisión: Premio Emmy a Mejor Serie Cómica en dos ocasiones, Emmy a Mejor Actriz Principal en Serie de Comedia en cinco ocasiones para Julia Louis-Dreyfus, Emmy como Mejor Actor de Reparto de Comedia para Tony Hale, además de multitud de nominaciones y premios más en los Emmy, Globos de Oro y otros galardones televisivos.
Es posible que, aprovechando esta coincidencia con la situación actual, haya llegado el momento de que los usuarios españoles de la plataforma Max vean Veep. Se dice que, para entendernos, necesitamos la ficción, y este es un caso clarísimo. Entre chiste y chiste, en Veep podemos descubrir mucha verdad –aunque quizá algo deprimente– y quizá también vislumbrar algo de lo que podría ocurrir en el futuro.