MÚSICA BRASILEÑA
Mariana, la nieta de Vinicius de Moraes que intentó (sin éxito) huir de su destino de cantante
La artista Mariana de Moraes, que fue actriz de éxito antes de dedicarse a la música, evoca a su abuelo después de publicar hace unos meses el álbum ‘Vinicius de Mariana’, coincidiendo con el 110 aniversario del legendario músico brasileño

Vincius de Moraes y su nieta, Mariana, en una foto de los años 70. / Cedida
Cuando Mariana de Moraes (Río de Janeiro, 1969) subió al escenario por primera vez, a los 26 años de edad, recibió un consejo de Susana, la hija mayor de Vinicius de Moraes: "Hasta que no seas una artista reconocida no cantes nada de Vinicius, porque puede ser interpretado como algo oportunista". Mariana hizo caso a su tía: en sus cuatro primeros álbumes apenas incluyó cuatro canciones de su abuelo. De hecho, a pesar de que Mariana quiso ser cantante desde niña, la vida la empujó hacia la interpretación. Tras el fulgurante éxito de la película A fulaninha (1986), en la que tuvo un papel protagonista, dirigió sus pasos hacia el cine y el teatro. "Me hice muy, muy, muy famosa. La gente me reconocía en la calle. Todo el mundo sabía quién era Mariana de Moraes. Al resto de la familia de Vinicius solo la reconocía la gente cercana. Aquello aumentó mi timidez a la hora de presentarme como cantante", asegura a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA por videoconferencia. El desvío de su destino musical duró hasta 1999, cuando Mariana lanzó A alegria continua, un álbum de samba grabado en directo con Elton Medeiros, reconocido maestro de la vieja guardia.
El repertorio de su abuelo Vinicius, que continúa en el panteón artístico mundial, quedó reservado para sus conciertos. En 2018, la cantante Miúcha, hermana de Chico Buarque, que acabaría muriendo aquel año, incentivó a Mariana a grabar el homenaje pendiente a su abuelo. El proyecto de disco Vinicius de Mariana –lanzado a finales de 2023 por el sello SESC, en el inicio del 110 aniversario del nacimiento de Vinicius de Mores– comenzó a fraguarse en medio del confinamiento de la pandemia. Mariana decidió apostar por un repertorio alegre, huyendo de los hits más conocidos de Vinicius, eligiendo canciones de base afro-brasileira. "Tom Jobim y Vinicius de Moraes tienen muchas canciones muy tristes. Las menos tristes, como Garota de Ipanema, son demasiado famosas. La cultura de origen africano tiene esa afirmación de la vida. Aunque el asunto sea triste, tiene esa pulsión de no dejarse deprimir. Quería hacer un disco que las personas oyeran bailando", asegura Mariana.

Mariana de Moraes, durante las sesiones de grabación del disco. / Cedida
‘Vinicius de Mariana’
Vinicius de Mariana, el quinto álbum de su carrera, incluye doce canciones, la mayoría compuestas por Vinicius y sus grandes parceiros (colaboradores) musicales, Baden Powel, Edu LoboCarlos LyraPixinguinhaChico Buarque y Tom Jobim, entre otros. "Vinicius hacía música con parceiros porque no sabía hacer música solo. A él le gustaba trabajar con otras personas. Tenía ese don maravilloso de ser generoso", afirma Mariana. El álbum, con arreglos del mítico pianista João Donato (fallecido en 2023), cuenta con la participación de artistas como Camila Pitanga, Jussara SilveiraLuciana AlvesMart'nália o Clara Buarque (hija de Carlinhos Brown y nieta de Chico Buarque).
Vinicius de Mariana incluye temas como Maria Moita (que denuncia la opresión femenina histórica), Canto de Xangô (con un saludo de Mariana en lengua yoruba), Onde anda você, Desalento (que cuenta con la participación de Chico Buarque, co-autor de la canción) o Eu não existo sem você (único compuesto junto a Tom Jobim). "Estábamos todos encerrados en casa por culpa de la pandemia, y de repente, estábamos juntos en el estudio. Ocurrió algo mágico durante la grabación. Estábamos celebrando la vida, a pesar de nuestras tristezas. Porque la alegría es algo saludable", asegura Mariana.
La portada del álbum está protagonizada por la única fotografía que Mariana tiene junto a su abuelo Vinicius. Una imagen tomada en París, donde su familia se exilió de la dictadura entre 1976 y 1979. "Mi abuelo fue la persona que más vi durante aquellos años de exilio. Un día él llegó con esa máquina de fotografías Polaroid y con una grabadora de regalo. Cuando me dio la grabadora, me dijo: 'es para que grabes esa voz linda que tienes. Quién sabe, tal vez te animes componer canciones'. Él iba reconociendo los talentos de las personas con las que se iba cruzando. Ayudaba a todo el mundo", declara la artista. Fue en aquella época cuando Mariana, que era un "poco exhibicionista de niña" y montabas espectáculos musicales para la familia, acabó subiendo al escenario junto a su abuelo en el mítico Teatro Olympia de París. Cantó Chega de saudade, uno de los himnos fundacionales de la bossa nova.
De sus tiempos parisinos, Mariana recuerda que un día visitó a su abuelo en su apartamento provisional y él estaba en la bañera, rodeado de mujeres, charlando: "Era alguien de vida colectiva. Le encantaba recibir a la gente y conversar sin prisas. Era la típica persona a la que no le importaba estar desnudo delante de los demás", matiza.
Vinicius, el colectivo
Evocando el carácter comunitario de su abuelo, Mariana de Moraes recuerda su propia infancia en los años setenta. "No fui a la escuela hasta los siete años. Vivía aquella vida colectiva con los amigos de mis padres, en los rodajes de cine, los veranos en las playas de Bahia, rodeada de hippies. Era otro tipo de escuela, ¿no? Mi madre pensaba que yo tenía que aprender con la vida. Era una existencia sin reglas, fuera de los patrones. Toda aquella gente decidió vivir en colectividad para resistir a la dictadura", asegura la artista. Sus primeros deseos de cantar, confiesa, no llegaron al rebufo de su abuelo, sino gracias a aquella familia expandida de su infancia: "Había de todo, cineastas, periodistas, intelectuales... aunque los únicos que tuvieron suerte profesionalmente fueron los músicos".

El músico, poeta y diplomático brasileño Vinicius de Moraes. / EFE
Cuando Vinicius de Moraes murió en 1980, Mariana apenas tenía once años. Confiesa que recuerda el momento a la perfección. "Me sentí muy triste. Agradezco a la vida por haber colocado a esa persona tan ética, tan generosa, tan creativa, tan amorosa, junto a mí. Chico Buarque suele decir: 'Vinícius no se habría adaptado bien a nuestros tiempos'. Yo creo que si estuviera vivo, estaría deprimido", sostiene. La artista defiende que Vinicius de Moraes nunca habría abrazado la idea de la meritocracia ni el individualismo. Destaca la capacidad de su abuelo de soñar en grande: "Existía una gran esperanza en Brasil. Él formó parte de esa generación que decía, vamos a construir Brasilia, vamos a construir Brasil, Brasil es maravilloso, con sus influencias africanas. La samba es tan increíble como la alta cultura. Tuvo esa capacidad de soñar en grande. Tenemos que recuperar eso, porque ahora soñamos en pequeño".
Tras reconocer que Vinicius de Moraes nunca habría imaginado un ataque tan grave a la democracia brasileña como el causado por el ex presidente Jair Bolsonaro, Mariana manifiesta su absoluta seguridad del compromiso político que su abuelo tendría si viviera: "Estaba en contra del fascismo. A él le gustaban el amor y el entendimiento".