DE RUTA POR EL PARQUE DEL RETIRO

El sol vino a firmar a la Feria del Libro de Madrid… de vez en cuando

La Feria del Libro de Madrid tendrá lugar hasta el 11 de junio.

La Feria del Libro de Madrid tendrá lugar hasta el 11 de junio. / ALBA VIGARAY

Juan Cruz

Juan Cruz

El sol no vino a firmar, o por lo menos no lo hizo a pleno pulmón, estos días iniciales de la Feria del Libro de Madrid. Este jueves entraba y salía de su resquicio de nubes, y sólo al final de la mañana obligaba a despojarse de las chaquetas, hasta que diluvió al atardecer. Los visitantes de jueves caminaban distraídos.

En medio de ese fervor por el libro, hablamos con quienes se movían entre casetas. Lola Larumbe, desde hace años al frente de la Librería Rafael Alberti, contó la primera vez que estuvo por este Retiro de la mano de su padre. Era “bonito caminar por el barro, aquella lluvia que a mi me mojaba mi cara de 12 años”. Volvían a casa con algún libro, “me acuerdo que uno fue El vuelo nocturno de Saint Exupery”.

La feria no varió demasiado hasta el año 2000, cuando empezó a llenarse de autores y se generalizó “el fenómeno de las firmas y la presencia de los grandes grupos editoriales”. ¿Qué le gustó vender? “Juegos de la edad tardía, de Luis Landero… Y después, los libros de José Luis Sampedro, y ahora, la alegría de tener aquí, en la caseta y en la feria, a Emilio Lledó, encandila con sus ojos azules hablando de Platón mientras firma sus libros de Filosofía”.

Detalles de algunas de las casetas que salpican el Parque del Retiro de Madrid. 

Detalles de algunas de las casetas que salpican el Parque del Retiro de Madrid.  / ALBA VIGARAY

A su lado, Raquel Díaz de Rivera, filóloga de inglés, librera. El libro que más le gustó leer, y vender, fue Los astronautas, “una gozada de novela”, de Laura Ferrero, y flipó ante el éxito, el año pasado, de El peligro de estar cuerda, de Rosa Montero. Pero lo que le apasiona “es el bullicio, las cajas, la preparación que se hace por las mañanas para que por la tarde se alivie la avalancha”.

La Feria del Libro, que es al fin y al cabo como una hermosa rutina, ayer tenía noticia. Anunciaban, en la Biblioteca Eugenio Trías, el primer premio Lumen de Novela, que ganaría la argentina Leticia Martín, de 38 años. Había un buen número de periodistas tomando notas. María Fasce, escritora, directora de Lumen, se sentó en medio del jurado, y allí estaba la citada Larumbe, y las también escritoras Clara Obligado, Ángeles González-Sinde y Luna Miguel. Destacaron la calidad, el atrevimiento, el exceso, la luz, y, en fin, la voluntad de escribir una gran novela partiendo de las audacias de Vladimir Navokov (la novela ganadora se titula Vladimir) de la joven ganadora.

"Una vibración más íntima con los lectores"

A la salida de este acontecimiento que, en plena feria, parió una novela con premio, le preguntamos a una veterana comunicadora, Pilar Eusamio, que ahora trabaja para la Machado… Desde 1977 va por la feria, y cree que el primer libro que encontró allí fue una versión de Mujercitas… Lee de todo, y lo último que recuerda es Martinete del rey Sombra (Jekill y Gil), de Raúl Quinto. Con su libro bajo el brazo, que firmará el día 6 de junio a las 19 (en la Caseta 29, aclara) encontramos al escritor argentino, Santiago de Luca. Trabaja para la cultura argentina en Tánger, ha escrito Los irregulares de Tánger (ALT Autores), su última obra, y cree que, al contrario de lo que pasa en las presentaciones, “en este encuentro de las casetas es posible hallar una vibración más íntima con los lectores”.

Los argentinos tienen una feria, dice, “más política, y aquí da la sensación de que tanto los editores como los libreros y los escritores son más capaces de un sosiego que deja a un lado lo agónico para resultar, al fina, una feria más festiva”.

El origen de la Feria del Libro se remonta a finales del mes de abril de 1933.

El origen de la Feria del Libro se remonta a finales del mes de abril de 1933. / ALBA VIGARAY

En su stand estaba Cristina López, que fue librera, y que ahora ayuda a vender las existencias feriantes de las editoriales Barbara Fiore y Tres tigres tristes, tan emocionante referencia a aquel genio que fue Guillermo Cabrera Infante. Aquí hay libros infantiles y juveniles, que refulgen cuando ella los saca de las estanterías. Dos le llaman a ella misma la atención, los de Shaun Tan, llenos de dibujos, pinturas, de reflexiones sobre el proceso creativo. Al lado, Pérgamo y Trama (aquella, la librería literaria del escritor mexicano Jorge F. Hernández, y ésta, de la editorial que dirige Manuel Ortuño) exhiben, por ejemplo, dos símbolos de lo que cultivan: en Pérgamo está Proust enseñando a escribir y en Trama está bien expuesta su joya actual, el libro que cuenta la peripecia insólita de Shakespeare and Company, que fue la que se atrevió publicando la primera edición del Ulises de Joyce.

En Acantilado estaba muy bien expuesto el reciente premio Princesa de Asturias, Nuccio Ordine, cuya obra de cabecera es La utilidad de lo inútil. En Visor, la editorial poética, estaban vendiendo, cuando nos acercamos, otro premio de ahora, la poesía de Gioconda Belli, que acaba de ganar el Reina Sofía. Mercedes Inés, una lectora, se lo estaba llevando, “porque soy muy aficionada a la poesía y no tenía nada de esta autora”.

De Maggie O'Farrel a Ursula K. Leguin

Un matrimonio, Beatriz Martín, que fue funcionaria, y Rafael Hormigos, que trabajó en la industria farmacéutica, nos enseñaron sus compras recientes. Él se llevaba a Anthony Beevor y a Max Hastings, los historiadores ingleses, y ella apostó por Maggie O'Farrel, El retrato de casa. Ah, a ella le preguntamos por su primera lectura. Leyó mucho a Miguel Delibes, pero al que leyó primero fue a Baroja, empezando por La busca.

Antes de que diluviara, cosa que ocurrió en torno a las cinco de la tarde, tuvimos oportunidad de hacer más pesquisas. Irene Escalada nos enseñó en Errata Naturae, una editorial terrenal, bella y exquisita, Viajes por mi jardín, de Nicolas Jolivot. Escuchar a Irene explicar el libro produce una irresistible pasión de compra. Ah, ¡y cuando explicó Biofilia, de Edward Wilson! Lo explicó así a las que iban a ser compradoras (Alicia y Txell): “Ábrelo y léelo; él es experto en hormigas, y el primer capítulo te resultará impresionante”.

Distintos libros recomendados en La Feria. 

Distintos libros recomendados en La Feria.  / ALBA VIGARAY

En Jarcha Enrique Tapia nos intentó vender El país de los otros, de Leila Slimani (Cabaret Voltaire), pero su entusiasmo luego se amplió de un enamoramiento suyo, la obra completa (hasta el momento) de Theodor Kallifatides (Galaxia Gutenberg). Pasos después, en la caseta 252, estaban Eva Serrano (Círculo de Tiza), Ricardo López (Armaenia) y Olga Martínez (Candaya), compartiendo (desde hace tres años) el mismo espacio, “aprendiendo”, dice Eva, “de los compañeros, compartiendo con ellos conocimientos”. Olga (Candaya) está especialmente feliz, pues su autor, David Toscana, mexicano, acaba de ganar el premio que patrocina la Cátedra Vargas Llosa con El peso de vivir en la tierra… Un periodista lo compró, dijo que para una entrevista… Ricardo muestra con orgullo su colección de literatura europea y subraya Laurus, de Evgueni Volodazquin, “el Javier Marías de Rusia”. Eva Serrano no para de acariciar, desde que la publicó, Contar es escuchar, de Ursula K. Leguin… y siente envidia por el libro de Gustavo Faverón que exhibe a su lado la dueña de Candaya…

"Una bibliodiversidad maravillosa"

Al irnos Eva Serrano definió el Retiro con libros: “Una bibliodiversidad maravillosa, el mejor momento para un editor”. A la directora de la Feria, Eva Orúe, le preguntamos luego por sus primeros libros. "No recuerda el primero, que arrancó de una librería de su pueblo, Zaragoza, pero sí sabe que el último ha sido El árabe del futuro, última entrega de Riad Sattouf. Al escritor, poeta, y librero (en la Machado), Dimas Prychyslyys, nacido en Ucrania, criado en Canarias y que parece sevillano, le pedimos referencia de sus libros primeros, como lector. La llave de oro, de Tolstoi… ¿Y de los vendidos? “Hace un tiempo vino un chico en busca de El manuscrito encontrado en Zaragoza, de Jean Potocki Y se lo conseguí… Vender libros de amigos cuyo proceso de escritura has seguido, como Bailaréis sobre mi tumba (Seix Barral, 2023) de Alba Carballal Gandoy…”. ¿Y sus libros? (Entre ellos, No hay gacelas en Finlandia). “Hay tres temas que los dominan: La búsqueda de la identidad, la marginalidad y el homoerotismo”. Tiene 30 años y es tan simpático que parece recién regresado de una idea feliz.

Dos mujeres curiosean entre los miles de ejemplares puestos a la venta. 

Dos mujeres curiosean entre los miles de ejemplares puestos a la venta.  / ALBA VIGARAY

Para irnos de la feria con un nombre propio que ahora recibe el homenaje que se debe a los autores perseguidos le pedimos a Sergio Ramírez, escritor nicaragüense expulsado de su nacionalidad por la dictadura, que nos dijera que es para él este lugar de libros. “Desde 1998 vengo, desde que gané el premio Alfaguara con Eliseo Alberto. Viví aquí la primera vez de enfrentarme a los lectores, un encuentro con rostros en esa multitud que recorre ida y vuelta el Paseo de Coches… Ahora es la primera vez que estaré en las casetas despatriado, más que exiliado, sin patria. Pero quien pertenece a los libros y pertenece a los lectores, me digo, tendrá su patria de papel, su patria de palabras, de letras, de memoria, de imaginación. Y una firma que poner”.

Por la tarde, tras el sol tibio de la mañana, la Feria del Libro parecía un libro cerrado por la bruma. La lluvia sí quiso poner su firma en el libro llamado jueves.