Estrella combativa

Muere Harry Belafonte, 'rey del calipso' y activista contra el racismo

El también actor estadounidense ha fallecido a los 96 años a causa de una insuficiencia cardiaca

Fallece el legendario Harry Belafonte a los 96 años.

Agencia ATLAS | Foto: EFE

Ramón Vendrell

Ramón Vendrell

‘Rey del calipso’ (en Estados Unidos; en Trinidad y Tobago, la cuna de este ritmo caribeño, tenían y tienen otros ídolos), actor y activista por los derechos civiles, Harry Belafonte ha fallecido este martes a los 96 años a causa de una insuficiencia cardiaca en su domicilio de Nueva York.

Belafonte nació en el barrio neoyorquino de Harlem en 1927, de madre jamaicana y padre francés de Martinica. Aunque su formación fue de actor, el éxito en el mundo del espectáculo le llegó como cantante. Seducido por igual por el folk, en el que había profundizado en la Librería del Congreso, y el calipso, que había mamado por origen, alternó ambos géneros en sus primeros elepés. En Calypso (1956) está claro por cuál se inclinó. El álbum fue el primero en vender un millón de ejemplares en el mercado estadounidense y desencadenó una fiebre nacional por el calipso. Hasta Robert Mitchum grabó el disco Calypso-Is Like So… (1956). En los boyantes Estados Unidos de posguerra se morían por el exotismo musical: también arrasaron el mambo y el chachachá, y nació el estilo llamado ‘exotica’. Belafonte, no obstante, deslizaba mensajes rebeldes en sus seductores calipsos.

Si el barco de Jacques Cousteau se llamaba ‘Calypso’ en honor al personaje homónimo de la mitología griega, el de la película Life Aquatic (2004), de Wes Anderson, se llama ‘Belafonte’.  

Músicas del mundo genuinas

Belafonte no se encerró en el calipso y grabó también discos de folk, blues, estándares y lo que hoy llamaríamos músicas del mundo, de las que fue un paladín pionero (es remarcable el esfuerzo de An Evening With Belafonte/Makeba, de 1965, por ofrecer música surafricana genuina).

Le faltó tiempo a Belafonte para poner su estatus de superestrella al servicio del movimiento por los derechos civiles, al que apoyó personal y económicamente. Incluso fue asesor de Martin Luther King, el líder de la causa, y colaboró con él y el pastor Fred Shuttlesworth en la planificación de la campaña de Birmingham de 1963, una serie de acciones de protesta que pusieron en el centro del debate estadounidense el racismo existente en esa ciudad de Alabama en particular y en el sur del país en general. El artista participó en la masiva marcha de Washington del mismo año, en la que King pronunció el discurso Tengo un sueño. “La popularidad de Belafonte y su compromiso con nuestra causa resultan clave para la lucha mundial por la igualdad y un arma táctica poderosa en el movimiento por los derechos civiles aquí en Estados Unidos”, dijo King.

'We are the world'

Belafonte, que actuó en Una isla al sol (1957), una de las primeras películas en mostrar un romance interracial, fue nombrado por John F. Kennedy miembro del comité asesor del Cuerpo de Paz, con el que el presidente esperaba que Estados Unidos mostrara en el mundo su poderío por medios no militares. 

El cantante y actor concentró más adelante su activismo en el continente africano y se convirtió en una voz relevante en la lucha contra el apartheid en Sudáfrica. Belafonte fue el impulsor del supergrupo USA For Africa, cuyo sencillo We Are The World (1985) vendió más de 20 millones de ejemplares; los beneficios se destinaron a la lucha contra la hambruna en Etiopía.

Nunca tuvo pelos en la lengua Belafonte y llegó a calificar al presidente estadounidense George W. Bush como “el mayor de los terroristas” por la invasión de Irak en 2003.