MÚSICA

La vanguardia sonora se instala durante dos fines de semana en La Casa Encendida

La 19 edición del festival de músicas actuales Electrónica en Abril ofrece un formato extendido coincidiendo con el 20 aniversario de la institución cultural madrileña

Concierto de Not Waving en una edición pasada del festival Electrónica en Abril.

Concierto de Not Waving en una edición pasada del festival Electrónica en Abril. / Arturo Laso

La escena cultural madrileña está de celebración. La Casa Encendida –centro social y cultural de la Fundación Montemadrid– cumple veinte años. Dos décadas que han servido a este espacio del barrio de Lavapiés para erigirse como el epicentro capitalino de las vanguardias artísticas y un templo para aquellas expresiones en los márgenes del establishment, como la performance o la música experimental. Buena prueba de ello es su festival más emblemático, Electrónica en Abril, un ciclo de conciertos con la música de máquinas como hilo conductor y que este año regresa en formato extendido a lo largo de dos fines de semana (del 13 al 16 y los días 21 y 22 de abril), coincidiendo con la efeméride redonda -20 años también- de la primera ocasión en que se celebró el festival.

Este jueves arrancaba la 19ª edición -la de 2020 se suspendió por la pandemia- del que puede presumir de ser el festival más longevo en Madrid especializado en música electrónica. La primera tuvo lugar en 2004, durante el primer año de actividad de La Casa, siendo una apuesta pionera en la capital en el ámbito de las músicas actuales, además de una de las primeras en programar a artistas de la talla de Jan Jelinek o Prefuse 73. "La música electrónica y experimental han sido fundamentales en el proyecto desde sus inicios, en tiempos en los que no existían espacios para su escucha más allá de los clubes", cuenta Mónica Carroquino, subdirectora de La Casa Encendida. "Ninguna institución o centro cultural se había ocupado de ello, en años tan productivos para el género como los primeros dosmiles". Por suerte, pronto soplaron vientos a favor para la escena electrónica underground que permitieron la organización del primer Electrónica en Abril, un festival que "respondía a una necesidad real dando espacio y visibilidad a una escena que cada vez sumaba más adeptos". En otras palabras, ofrecer eso que la ciudad reclamaba y no tenía.

Más allá de los consumidores habituales de géneros de electrónica disruptiva como el noise, el deconstructed club o el drone, Electrónica en Abril es también un punto de encuentro para flâneurs urbanos y otros curiosos, así como para familias y adolescentes, ya que cuenta, además, con una programación matutina para niños y jóvenes. "Procuramos generar un entorno amable y de cuidado para los intereses de muchos madrileños. El festival atrae a un público muy amplio, siendo una primera toma de contacto con el resto de nuestras actividades, ya sean exposiciones, proyectos de corte medioambiental o talleres", apunta Carroquino.

‘Beats’ de raíces, folk futurista y afroncentrismo ‘queer’

Los barceloneses Jokkoo, un colectivo musical que resuena con fuerza en el underground patrio, repiten como comisarios del festival por segundo año consecutivo. Son los cuartos en toda la historia de Electrónica en Abril. Un cambio de hoja de ruta que, cada varios años, lleva a cabo el festival con el objetivo de aportar nuevas miradas y horizontes en su programación. 

Ambiente en el Patio de La Casa Encendida durante la actuación de Lorain James en 2022.

Ambiente en el Patio de La Casa Encendida durante la actuación de Lorain James en 2022. / Arturo Laso

Este año se encargan de la curaduría del line up del primer fin de semana (del 13 al 16), que destaca por el singular enfoque de los artistas a la hora de crear su música inspirados por un contexto geográfico. "En Europa se tiende a pensar en términos occidentales, por ello creemos importante poner el foco en todas estas músicas que se están haciendo en África o que son creadas por personas como nosotras, procedentes de la diáspora africana y que, aun instaladas en Europa, siguen nutriéndose de sus culturas de origen", explica Mbodj, dj y miembro del colectivo. 

El programa propone un amplio y sugerente recorrido musical que va desde propuestas conceptuales a sonidos puramente club. Entre los primeros, cabe destacar Lolo & Sosaku, artífices de un noise improvisado y generado en medio de una instalación; la electrónica abstracta a partir de la síntesis de instrumentos tradicionales indios de HVAD, o los directos de las productoras Nkisi y Wanton Witch, en los que la identidad juega un papel crucial, y a través de los cuales reclaman un sonido más afrocéntrico y queer. "La calidad es el principal criterio por el que nos regimos a la hora de elegir a los artistas. Para este line up hemos procurado hacer una selección de artistas lo más diversa posible, tanto geográfica como musicalmente, pero que independientemente de su origen se caracterizan por poseer un sonido híbrido, con influencia de dos mundos distintos", explica Mbodj.

Para calentar la pista del Patio de La Casa Encendida, Ecko Bazz subirá las revoluciones con su rap ugandés brutalista, mientras que la londinense Elhesir pondrá a bailar al personal con su dancehall electrónico e híbrido. Y como broche final, el concierto de Sisso & Maiko, una dupla de productores conocida por su frenético estilo singeli, un género nacido en los barrios obreros de Tanzania diseñado para dejarse poseer por el baile. 

Ambient, sintetizadores y otras formas de escucha

Electrónica en Abril Extended, que se celebra los días 21 y 22, supone un giro respecto a la propuesta del fin de semana anterior. Curado por la comisaria de arte Carolina Jiménez –involucrada anteriormente en otros proyectos de La Casa Encendida–, el programa surge como un entorno de investigación sonora cuyo fin último es la propia celebración y la vivencia grupal en torno a la música. En palabras de su comisaría, esta extensión del festival nace "del deseo y la necesidad de movilizar acústicas downtempo o de reparación: músicas que sostienen y se sostienen en el potencial de la experiencia colectiva de un tiempo extendido no lineal".

El cartel de esos días está encabezado por dos artistas femeninas muy diferentes, pero que parten de dinámicas y entendimientos similares. Por un lado, la organista y compositora estadounidense radicada en Estocolmo Kali Malone, quien indaga con sus trabajos en la relación entre la música sacra y los sonidos creados con sintetizadores; y por otro, la multinstrumentista sueca Carmen Villain, que tras una breve incursión en el folk rock se lanza a la experimentación en su último trabajo, armándose de loops, grabaciones de campo y ejercicios de construcción a partir de cortes de flauta, clarinete o de su propia voz. Un programa con el que Electrónica en Abril Extended "aspira al agenciamiento de la escucha colectiva como un modo de reciprocidad y de reconocimiento mutuo", según el texto curatorial. 

Identidad, diversidad y una más que necesaria presencia femenina son las principales guías del cartel de una edición que llega para sanar prejuicios a través de la música. "Para La Casa –apostilla Carroquino– es interesante atender a otros temas más allá de lo musical, como la perspectiva de género, la paridad y la diversidad, y evolucionar según las necesidades de la sociedad. En las primeras ediciones la presencia de mujeres o de personas no binarias era muy reducida, y esto está cambiando. El mundo contemporáneo necesita este tipo de aperturas". 

Cuatro imprescindibles

Kali Malone

La compositora y organista estadounidense es la gran promesa del sonido ambient contemporáneo. El personal trabajo de esta creadora de atmósferas, basado en investigaciones en torno a la música sacramental y la síntesis sonora, la ha llevado a girar por festivales, teatros e iglesias de todo el mundo. Sus directos son lo más parecido a una experiencia mística.

Ecko Bazz   

El rapero y MC Ecko Bazz es uno de los mejores ejemplos de los derroteros del nuevo hip hop. Sus directos son una experiencia casi sobrenatural, en los que el ugandés derrocha grandes dosis de energía y brutalismo con su trap/dancehall de letras endiabladas no exentas de crítica política. Publicado en 2022, su incendiario LP de debut Mmaso es ya un disco de culto.

HAVD

Pieza clave de la escena underground danesa, Hari Shankar Kishore se ha ganado a pulso un sillón en la pléyade de la electrónica avanzanda con su singular propuesta a caballo entre dos culturas. Una electrónica cruda, oscura y ruidista compuesta a partir de loops y sonidos de instrumentos indios antiguos, como el esraj o la tanpura, manipulados con micros de contacto. 

Coby Sey 

Las siempre impecables producciones de este músico y dj del suroeste de Londres se mueven entre la slam poetry y el sampling, con claras referencias de géneros como el jazz o el dub. En su concierto en La Casa, vendrá acompañado por la guitarrista Leisha Thomas (Alpha Maid), la baterista y vibrafonista Momoko Gill (MettaShiba) y el saxofonista Ben Vince. Promete.