SEXUALIDAD

¿Qué estilo de música es el ideal para tener el mejor sexo?

La sexóloga Patricia Vázquez analiza las similitudes entre la excitación sexual y el ritmo musical

Poner canciones en el acto ayuda a dejar fluir la mente y disfrutar más del momento

Escucha la lista de Spotify con las mejores canciones para intimar (según los usuarios)

cada Cada género musical provoca diferentes movimientos en nuestra mente y cuerpo

cada Cada género musical provoca diferentes movimientos en nuestra mente y cuerpo / Marta Alberca

María G. San Narciso

María G. San Narciso

Jake (Josh O'Connor), el protagonista de la película 'Only You', está por primera vez en casa de Elena (Laia Costa). Es Nochevieja y se acaban de conocer compartiendo taxi. Mientras Elena está en el baño preparándose para lo que se viene después, él cotillea sus vinilos. Elogia sus gustos (lo único bueno que le dejó su padre, según cuenta) y escoge el álbum de 1986 'Blood and Chocolate', de Elvis Costello & The Attractions, para hacer sonar 'I Want You'. La canción comienza con una melodía pop dulce, en la que el autor declara amor eterno a alguien. Tras un acorde seco, el tono cambia. Hay rabia, pasión y obsesión en una letra que, según explica Jake, va sobre una infidelidad y es bastante perturbadora. Con ella de fondo tienen sexo por primera vez en ese mismo salón.

La música es un recurso constante en películas y series de televisión para ambientar escenas eróticas, pero también lo es en la vida real; la que no es ficticia. Según una encuesta global realizada por Lovehoney Group, el 42% de los españoles escucha música mientras mantiene relaciones sexuales; un 27,6% lo hace mientras se masturba mientras se masturba.

La sexóloga Patricia Vázquez analizó en su Trabajo de Fin de Máster 'Música y sexo' (que se convertirá en libro) los puntos en común. Por ejemplo, ambos activan un circuito especializado de neuronas que producen y regulan la sensación de placer. Los dos están presentes desde que nacemos hasta que morimos -el mismo pulso del corazón marca un ritmo- y son una unidad bio-psico-social. "Hay una parte biológica, una parte psicológica y otra social que contribuyen a la construcción de nuestra sexualidad y gusto musical a lo largo de nuestra vida", explica.

Además, la sexóloga apunta que la música, como todo lo relacionado con la sexología, mueve emociones que se rigen por las mismas partes del cerebro. No hace falta ni que practiquemos sexo ni que escuchemos música para recrearlas. Con nuestra mente podemos sentir placer sexual y oír música de la misma manera. Es lo que se conoce como 'la felicidad programada'.

También ambas desinhiben, además de tener un efecto parecido en el cuerpo. La excitación sexual y el ritmo musical influyen en nuestro ritmo cardiaco, la frecuencia respiratoria y el sistema endocrino. "Entonces, ¿por qué no unir música y sexo? La pregunta parece simple y sencilla, pero nuestro cerebro es complejo y nuestras experiencias y emociones quedan plasmadas como recuerdos asociados a momentos sexuales o canciones. Además cada género musical provoca diferentes movimientos en nuestra mente y cuerpo y no todos tenemos el mismo gusto musical", apunta la autora.

¿Qué música escuchamos cuando tenemos sexo?

Para saber los gustos, la autora se sirvió de un formulario respondido por personas de 17 a 50 años, y por un trabajo del psicólogo musical Daniel Müllensiefen, de la Universidad de Londres, que revisó las playlist de seducción más populares de Spotify. Después realizó una encuesta para concluir que al menos el 40% de los participantes considera que el sonido es capaz de excitarlos más que el contacto con sus parejas.

Según su estudio, la mejor opción musical para disfrutar de un momento íntimo es el disco de la película Dirty Dacing. Eso sí, el autor matiza que, más que con la melodía en sí, la elección tiene que ver con las construcciones culturales que asociemos con esa música. Y con Baby y Johnny ve que a mucha gente se le dispara la excitación.

Otra encuesta, esta de Lovehoney Group, reveló que el género más escuchado en el sexo es el pop (51%), seguido por la música clásica (23%), el rock (20%) y la música electrónica (14%). Vázquez recomienda que se vayan probando estilos de música diferentes para ir viendo con cuál disfrutamos más. Lo que sí recalca es que todos tenemos que probarlo, pero sobre todo en dos casos.

Uno es en aquellas parejas de larga duración, donde muchas veces se impone la rutina y la monotonía al disfrute. "En vez de estar presentes en el momento del placer, están pensando en el trabajo, los niños o en lo que tienen que hacer. También hay personas, sobre todo mujeres, que se preocupan más por la depilación, lo que se les estará viendo o si gustará lo que hacen, que por su propio disfrute. Al introducir la música tratamos de dejarnos llevar; que la mente fluya más. Somos más capaces de disfrutar", argumenta a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA.

También funciona en aquellas personas con más miedo o creencias falsas sobre el sexo. Ayuda a relajar si estás más retraído.

Lo que sentimos en el sexo con cada música

En su trabajo, la sexóloga recopila datos de diferentes estudios para saber qué sentimos cuando tenemos sexo según los diferentes estilos de música, más allá de sus letras. Una información que nos puede ayudar a conseguir lo que queremos en cada momento:

· Rock y Hard Rock: las sensaciones de juntar estos estilos con el sexo son similares a las primeras fases del estado de embriaguez.

· Música clásica: en este caso, la práctica sexual es más pausada e íntima. Por eso, la considera bastante recomendable para 'enamorados' y relaciones sexuales que se van a prolongar más en el tiempo.

· Baladas y Soul: bien para favorecer el vínculo emocional de la pareja.

· Metal: "sus efectos son destacables, al ser una música más enérgica aún que el Rock, se supone que esta música aumenta las hormonas luteinizantes, es decir, calmantes y estimulantes, pero de una manera bastante peculiar, porque cuando el cerebro recibe estos estímulos, las hormonas mas potentes (como la testosterona) empiezan a alterarse, como en una explosión de energía, despertando el deseo sexual", describe en el trabajo. Tras un rato con determinada la música estos compuestos se disuelven. Después llega la liberación de estrógenos, que son los que nos tornan "reflexivos" o "nostálgicos", con efectos similares a los  de la marihuana. "Y, tras alcanzar el orgasmo produce en nuestro cerebro un estado de gran calma y placidez", indica.

· Electrónica: sobre el sonido electrónico, la autora apunta que "estimula las hormonas energéticas en nuestros cerebros, por lo que nuestros cuerpos aumentan en actividad, tomándose el acto sexual como un deporte, un ejercicio vigoroso. En su contra, hay que añadir que suelen ser los coitos más efusivos... y rápidos".

· Reggaeton: contra todo pronóstico, y a pesar de sus letras, parece que es poco recomendable para las prácticas sexuales. La conexión entre los amantes no es tan fuerte como con otros géneros.

· Disco y Pop: parece que las personas que eligen la música popular tienden a tomarse el sexo casi como un juego. 

· Jazz y Blues: en las relaciones genera un ambiente de más conciencia y confianza en el otro.