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Paco Arango: "Ser 'hijo de' me perjudicó más que ayudarme"

Paco Arango

Paco Arango / Andrés Gutiérrez Taberne

Empresario, director, productor y guionista cinematográfico, creó en 2005 la Fundación Aladina, de ayuda a niños con cáncer. Estrena en septiembre su cuarta película, Mi otro Jon. Dice que la vida le sonríe porque da mucho al Universo. Y que el Universo le cuida, le necesita. Cree que los milagros existen.

¿Entre el cine y la beneficencia tiene el corazón partío?

Un poquito. Pero la verdad es que, como mis películas son benéficas, soy el único loco en el mundo que hace esto, ambas cosas forman parte del mismo equipo.

Es conocido su compromiso ayudando a los niños con cáncer, a través de la Fundación Aladina. ¿No tiene más éxito en la filantropía que en el cine?

Yo creo que en la filantropía no te puedes equivocar, que es lo bonito. Cuando haces el bien, lo haces de corazón y le metes cabeza al tema, y es para niños, es muy raro que te equivoques. El cine es un mundo muy complicado. Creo que se me da bien y es lo que más me gusta. Mi cuarta película, con Carmen Maura, sale después del verano, y creo que es la mejor que he hecho.

Tras una vida de crápula y ligoteo en la Universidad tuvo algo como una iluminación divina.

Yo siempre tuve la inquietud de intentar ayudar y no fui una cabra loca, aunque sí me gustaba ligar. En mi época de cantante, yo que soy tímido, he ligado muchísimo más que nunca.

¿Y que ahora?

Sin duda. Pero tuve la gran suerte -y he tenido cero educación religiosa, mi padre era ateo- de pensar siempre que había algo más. Siempre tuve el don de la fe. A mí me dieron una familia fantástica, salud, sueños profesionales, situación económicamente saludable. ¿Cómo pago esa cuenta? Y dije: Tengo que dedicarme a ayudar a los demás. Fue el egoísmo de intentar salvar mi pellejo. 

Cantaba música ligera. Grabó cinco discos. ¿No debería haber seguido con su carrera vocal? ¿Por qué hizo esta faena al cine?

Lo de la música fue una pasión, porque yo escribía toda la música, tocaba muchos instrumentos y era mucho más famoso de lo que me merecía.

No me diga que ser hijo de Plácido Arango -fundador de la cadena VIPS, presidente de la Fundación Princesa de Asturias, presidente del Patronato del Museo del Prado y demás- no contribuyó a dar brillo a su estrella.

Eso me perjudicó más que ayudarme. En el mundo de la canción se me juzgaba por venir de una familia de dinero y no por quién era yo. Cuando firmé con Sony, yo en Estados Unidos me llamaba Arango, no era Paco, y al llegar aquí mi Arango no fue una ayuda. Me quitaba credibilidad, y yo quería ser autónomo en mi vida. Lo del cine es distinto. Eso ya me lo hice yo solito. El cine me lo he currado y es mi pasión.

"En el cine soy más Frank Capra que Buñuel". ¿No apunta un poco alto, a tenor de su obra publicada?

Yo siempre digo que el mejor momento de una película es cuando estás escribiendo el guion y te dan el Oscar en la ducha.

¿Le han dado muchos Oscar en la ducha?

Muchísimos. Aplausos, entrevistas, de todo [ríe]. A ver: Cuando hablo de Frank Capra y de Buñuel por supuesto no les llego al tobillo. Lo que quiero decir es que Capra hacía películas muy, muy de la índole de las que hago yo. Películas de alegría, de sentirte bien. Y Buñuel es un monstruo del que soy fan. Pero si tengo que explicar por dónde van los tiros de mi cine, sin lugar a dudas Frank Capra es mi coach.

Creo que es usted muy aficionado a las mujeres, pero no se queda con ninguna. ¿Se le ha pasado el arroz? ¿Ya no va a sentar cabeza?

Yo he tenido relaciones muy importantes y ya senté cabeza hace mucho tiempo. Amo a las mujeres, pero fui consciente de que las relaciones hay que tomárselas con mucha responsabilidad. Lo que me pasó es que con 33 años estuve a un mes de mi boda. Aquello fue muy doloroso y luego, suena a excusa, pero no lo es, cuando me topé con niños con cáncer tuve que elegir. Yo una de las cosas que hago en Aladina es estar muy presente cuando un niño fallece, y estamos hablando de más de quinientos sobrinos que he perdido a pie de cama. Eso es incompatible con una familia. Yo no podría hacer esto si tuviese niños.

Está retirado de playboy. 

Hace mucho. Te diría que ya casi no es una elección. Y estoy en pareja ahora mismo, y muy contento.

En su primera película, Maktub, decía que lo que está destinado a suceder, sucederá. ¿A qué cree estar predestinado? ¿A los altares?

No, para nada. Yo siempre digo que me va a colar un niño allá arriba. Yo he visto muchas cosas muy tremendas en el cáncer infantil, pero también he visto muchos milagros. Yo vivo una realidad basada en mis vivencias, no en mis creencias, y eso claramente me ha marcado muchísimo.

Si no estuviera superforrado, ¿qué le hubiera gustado ser?

Creo que me hubiese dedicado a lo mismo, que Aladina existiría. Porque parece que Aladina es todo Paco Arango, y estoy rodeado de gente absolutamente brillante. Lo mejor es que la Fundación es un éxito, y el dinero de Paco Arango ya no forma parte de su supervivencia.

Siempre va a los hospitales disfrazado de Batman. ¿Quién es el Jocker? ¿El cáncer?

¿Sería el cáncer? Sin duda. Pero también la gente que no mira el dolor de los demás por vivir una vida muy egoísta.