Polémica editorial

Los libros de Roald Dahl, reescritos para eliminar el lenguaje "ofensivo": ni "gordo", ni "feo" ni "negro"

Los editores de Puffin han eliminado esos adjetivos de las descripciones de libros como 'Matilda' o 'Charlie y la fábrica de chocolate'

Roald Dahl.

Roald Dahl. / RONALD DUMONT

Redacción

Los libros del novelista británico Roald Dahl, autor de cuentos para niños como Matilda, Charlie y la fábrica de chocolate y James y el melocotón gigante, se han reescrito para eliminar el lenguaje que la editorial Puffin ha considerado "ofensivo", según han informado medios como The Daily Telegraph o The Guardian.

Se han realizado cambios sobre todo en las descripciones físicas de los personajes. Ahora el niño August Gloop de Charlie y la fábrica de chocolate es "enorme" en lugar de "gordo". También en el libro Los cretinos, la señora Twit ya no es "fea y bestial" sino solamente "bestial".

Pasajes añadidos

Además de las modificaciones de los adjetivos que se refieren a los protagonistas de las historias de Dahl se han añadido nuevos pasajes que el autor no había escrito. En la obra Las Brujas, según The Guardian, en el párrafo en el que se dice que las brujas son calvas bajo las pelucas, termina con esta frase: "Hay muchas otras razones por las que las mujeres pueden usar pelucas y ciertamente no hay nada de malo en eso". 

Las nuevas ediciones también han sufrido variaciones en cuento al género para ser más inclusivos. Ahora los famosos Oompa Loompas, que ayudaban al señor Willy Wonka en Charlie y la fábrica de chocolate, han dejado de ser "hombres pequeños" para ser "personas pequeñas".

Asimismo, se han modificado ciertas actitudes de los personajes en cuanto a perspectiva feminista. Matilda ya no lee a Rudyard Kipling, el autor de El libro de la Selva, acusado de racismo, sino que lo hace con Jane Austen. En el libro Las Brujas una de las protagonistas ha dejado de hacerse pasar por "cajera de supermercado o secretaria" y es "científica de alto nivel".

Las palabras "blanco" y "negro" tampoco se usan y en defensa de la "salud mental" tampoco están presentes los términos '"oco" o "demente".

Nota del editor

Estos cambios irán acompañados del siguiente aviso en la página final, donde se encuentran los derechos de autor: "Las maravillosas palabras de Roald Dahl pueden transportarte a mundos diferentes y presentarte a los personajes más maravillosos. Este libro se escribió hace muchos años, por lo que revisamos regularmente el lenguaje para asegurarnos de que todos puedan seguir disfrutándolo hoy".

Puffin y Roald Dahl Story Company realizaron los cambios junto con Inclusive Minds, que su portavoz describe como "un colectivo para personas apasionadas por la inclusión y la accesibilidad en la literatura infantil".

Críticas

Esta iniciativa ha recibido muchas críticas de escritores como Salman Rushdie, autor de Los versos satánicos (1988), que ha calificado estos cambios como una "censura", la editora de Arte y Entretenimiento de The Daily Telegraph, Anita Singh, que ha cargado contra la decisión editorial, y Suzanne Nossel, director ejecutivo de PEN América, que ha escrito en Twitter: "Corremos el riesgo de distorsionar el trabajo de los grandes autores".

Precedentes

No es la primera vez que se realizan cambios en los cuentos de Dalph, en la primera edición los famosos Oompa Loompas eran pigmeos africanos y tras años de duras críticas el autor cambió la descripción de estos seres.

Otro ejemplo similar es el caso del libro Tintín en el Congo, de Hergué, que fue prohibido en algunos países por motivos de racismo y xenofobia, y finalmente se concluyó que la visión paternalista y eurocentrista era típica de esa época.