ANIMACIÓN PARA ADULTOS

'Pobre diablo', el Anticristo de Joaquín Reyes y la despedida de Verónica Forqué

La serie de animación, que estrena este viernes HBO Max, hace crítica social a través del humor

Imagen de 'Pobre diablo'.

Imagen de 'Pobre diablo'. / HBO MAX

Joaquín Reyes es muy conocido por su labor como cómico, pero quien haya seguido su trayectoria sabe también que estudió Bellas Artes y que ha diseñado todos los personajes de las tiras cómicas que acompañaban a programas como La hora chanante, Muchachada Nui y Museo Coconut: Enjuto Mojamuto, Maricón y Tontico, Superñoño... En su cabeza siempre tenía presente la idea de desarrollar un proyecto de animación a lo grande, algo que ha conseguido ahora con Pobre diablo, la primera serie de dibujos encargada por HBO Max en España y que llega a la plataforma este viernes 17 de febrero.

Inspirada en La semilla del diablo, la célebre película de Roman Polanski, la serie tira del humor tan característico de la troupe de Reyes y no se corta a la hora de reírse de todo: de la precariedad del trabajo del actor, de las redes sociales, de la corrupción política... Y del fin del mundo, ya que el protagonista es Stan, un joven aparentemente normal y corriente, pero que en realidad es el Anticristo. Su misión al cumplir sus 666 meses de vida es provocar el Armagedón, pero él está más preocupado por abrirse un camino en los musicales de Broadway.

Aunque la dejadez de Stan por cumplir su misión tampoco implica que el mundo no deje de estar en peligro. "Una de las críticas que lanza la serie es que no nos hace falta ningún Anticristo, porque los humanos ya estamos poniendo mucho de nuestra parte para acabar con nosotros mismos", recalca Reyes, creador de Pobre diablo junto a Miguel Esteban y Ernesto Sevilla.

Conflictos familiares

El conflicto familiar es otro de los temas principales que vertebran Pobre diablo. "Todos conocemos a alguien que ha tenido que luchar con las expectativas que tenía de él su familia. ¿Y quién mejor para hablar de eso que alguien con un destino tan marcado como el Anticristo?", reflexiona Esteban, que reconoce que "seguramente habrá mucha gente que se sienta ofendida con algunos mensajes de la serie, y probablemente sea la gente a la que no nos importa ofender".

"Creo que hay derecho a hacer humor de todo, a criticar, a sentirse ofendido, y no pasa nada porque algunos chistes que se hacían hace algunos años ya no se hagan, porque a lo mejor eso está bien", añade Esteban, cocreador de títulos como El fin de la comedia, Capítulo 0, Dos años y un día y El vecino. "La animación te permite llegar más lejos con la acción y la violencia porque hace que el mensaje llegue de otra manera", justifica por su parte Reyes, que también pone voz al protagonista.

De hecho, aunque el humor surrealista innato a la troupe de los chanantes impregna los ocho episodios de poco más de 20 minutos que componen la serie, hay uno (el séptimo) que se aleja del resto a través de un ejercicio más intimista y de un personaje que no forma parte del elenco protagonista.

Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla y Miguel Esteban.

Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla y Miguel Esteban. / BO MAX

Otros actores que llevan años formando parte del séquito de Reyes ponen también voces a los personajes: el propio Sevilla, en el papel de Mefisto, un gato demoniaco y vividor que se dedica a comprar almas y es el padrino de Stan; Ignatius Farray, como Satán, el padre del protagonista, y Carlos Areces. Les acompañan Gakian, como Samael, una demonia especializada en posesiones; Stephanie Magnin como Gaby, el amor de Stan, y la malograda Verónica Forqué en el papel de Rose, la madre del protagonista, en el que sería su último trabajo.

Pobre diablo ha sido creada cien por cien en España, obra del estudio granadino Rokyn Animation. Sus artífices tienen la esperanza de que "abra un camino en el país para que surjan otras series de animación para adultos", un género que sigue de moda en el mundo, como demuestran la longeva Los Simpson y la aclamada Rick y Morty.

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