Chico y Chica: “Estamos todo el rato huyendo de las cosas que no nos sorprenden de nosotros mismos”

En un país que ha hecho de la confrontación un modo de vida, encontrar una figura cultural que produzca admiración de manera unánime supone todo un desafío. En ese Olimpo de admiración española sin fisuras que gobierna supremo Chiquito de la Calzada, encontramos a Chico y Chica, Alicia San Juan y José Luis Rebollo, el dúo de pop independiente adorado por todo aquel que los conoce. Su quinto disco, Senadora, aumenta su leyenda, construida a partir de una personalidad artística cargada de buen gusto musical, letras certeras y un storytelling multirreferencial.

“Tenemos unos cuadernos donde escribimos cosas. Luego, cuando hay que montar una canción, cojo esta historia de aquí y esta de allá y se empiezan a mezclar unas cosas con otras” cuenta sobre su proceso creativo José Luis Rebollo. “Las zarzas, por ejemplo, tiene cosas de distinta procedencia: un dialogo de una película -Los chicos de la banda-, una conversación en Telecinco entre María Teresa Campos y Jorge Javier, un estribillo que teníamos escrito por otro lado… cuando los mezclas consigues una canción, pero no una canción que hable sobre una sola cosa”.

Unos encuentros dispares que, como cuenta Alicia San Juan; les llevan a lugares que ni ellos mismos esperaban. “Yo a veces me pregunto, ‘¿de dónde ha salido toda esta gente?’”, asegura. Pese a ello, San Juan destaca cómo su compañero partía de un concepto muy concreto para este disco, La Liga de los Hombres Extraordinarios, un cómic de Alan Moore y Kevin O’Neill que narra las aventuras de un grupo formado por personajes de ficción como el Capitán Nemo, el Hombre Invisible y el doctor Jeckyll. “Es divertido juntar iconos universales que no tienen nada que ver”, señala la cantante, que concluye: “Siempre me quedará la pena de hacer amigas a la reina Isabel con Gilda. Queríamos que Gilda le diera una torta a la reina Isabel. Crear esas tramas nos ha divertido mucho”.

Los chicos y chicas extraordinarios

Hablar con Chico y Chica supone vivir en directo lo que proponen sus discos: un adictivo torrente de ideas, referencias y ocurrencias por parte de dos excelentes conversadores que hacen que uno sienta que está participando en algo especial. Manteniendo ese espíritu, el quinto disco de los bilbaínos es un crossover imposible pero exitoso de personajes como Inés de la Fressange, Santa Teresa de Jesús, Alice Munro, Jack Palance o unos vampiros. También una recopilación de gemas melódicas, una puesta al día del music hall y un disco de pop que incluye, además, la vigésima entrega de una audionovela, Cuatro en Alicante, y recupera a un grupo perdido de los ochenta, Los Garrido.

También es, con matices, uno de esos discos marcado por la pandemia: “Cuando publicamos Mosquita muerta (el primer single de Senadora), ya estaba grabado el 70 por ciento del disco. Antes de la pandemia teníamos 5 canciones grabadas y, para verano, 10. Nuestra idea era sacar una canción cada tres meses, pero se complicó todo porque después del confinamiento yo tenía que dedicarme a muchas otras cosas y Alicia también”, cuenta José Luis. “No pensaba que se iba a retrasar tanto la salida del disco, pero las ultimas canciones tuvimos que espaciarlas y dedicarle casi dos años a terminarlas. Podríamos haber publicado un disco de 10 canciones en septiembre de 2020, pero no queríamos eso”, apunta.

El principal hallazgo después de estos tres años, cuenta Alicia, es que “no pasa nada nada por ir quemando canciones durante todo este tiempo. Yo animo a otros grupos a que lo hagan, porque cuando oyes todo el álbum las canciones ya conocidas suenan nuevas”.

Chico y Chica hablan abiertamente de Senadora como su mejor disco. “Es el más musical, el más afinado. Las letras me encantan, me encanta la voz, la mezcla de la voz con la letra. Vale que es mío, pero, modestia aparte, creo que sí es el mejor que hemos hecho”, asegura él. “Honestamente también: es el mejor”, corrobora ella. Un trabajo para todos los públicos (“nos encantaría que el disco lo escuchara el mayor número de gente”, apunta Alicia), pero con la mirada puesta entre quienes siguen disfrutando de la música en soporte físico. “Respeto a toda la gente que consume streaming; y este disco también está dirigido a gente que nos sigue desde lejos, desde México o Argentina. Pero el álbum, con su portada y con su título, está pensado para gente que quiere comprar algo y tener un objeto en casa”, cuenta Chico. Y completa Chica: “Es un disco de llevarlo puesto”.

El título

El enigmático y sugerente título Senadora simboliza muy bien una idiosincrasia en la que, al final, todo encaja. “Generalmente tenemos el título mucho antes que el disco se termine. En este caso le pusimos el título en agosto, cuando las mezclas estaban terminadas. Buscábamos un título que no explicase el disco”, explica José Luis Rebollo. “Es un milagro, porque hemos tenido títulos tipo Tolón tolón, Corcho blanco y cosas así. No se salvaba ni uno”, rememora Alicia San Juan. La cantante se aventura en esa invención de realidades tan marca de la casa para imaginar “lo que hace una senadora fuera del edificio, cómo es una senadora con buenas intenciones y un poco rebelde. Como cuando te fijas en un profesor que te encanta y empiezas a imaginar cómo es esa persona más allá del plano en el que la conoces. Ese es el tipo de senadora que me evoca el título de nuestro disco”.

“Estamos todo el rato huyendo de las cosas que no nos sorprenden de nosotros mismos, intentamos buscar esa sorpresa con algo que no sabíamos que podíamos hacer”, resume José Luis Rebollo como esencia de la fórmula de Chico y Chica. Una receta que ha hecho que la formación se mantenga en activo desde 1996, convirtiéndola en una de las decanas de la música independiente española. “No es fácil, pero se hace poniendo de nuestra aparte, poniendo sentimiento y racionalidad”, cuenta ella. Y remata él: “Tenemos una relación amistosa y en esa relación de amigos nos divertimos haciendo música, pero no nos creemos que eso ya lo tenemos. No damos nada por sentado”.