Entrevista

Iain Reid: "La vejez es un tabú y la inmortalidad es aterradora"

Tras el éxito en Netflix de 'Estoy pensando en dejarlo', el escritor canadiense presenta en exclusiva su nueva e inquietante novela de suspense, 'Dispersión'

El escritor canadiense Iain Reid.

El escritor canadiense Iain Reid. / AJR

Anna Abella

Consigue Iain Reid en Dispersión (AdN) que el lector se ponga en la piel de Penny, una anciana que lleva años viviendo sola tras la muerte de su pareja y que después de sufrir un pequeño accidente casero, de un día para otro, se ve atrapada con otros tres internos en una inquietante residencia de la que no se le permite salir. Es inevitable calificar de suspense psicológico su nueva novela, aunque el escritor canadiense agradece que no se la etiquete como thriller. Porque el autor de la celebrada Estoy pensando en dejarlo (que se alzó como una de las películas más vistas de Netflix, dirigida por Charlie Kaufman) da en la diana de temas como la vejez, "que sigue siendo un tabú", y la pérdida de facultades físicas y mentales que esta tan a menudo comporta. 

"Al llegar a la residencia, todo parece agradable, la cama es cómoda, la comida rica. Pero una fuerza antinatural impide a Penny algo tan natural como salir al aire libre. Son otros los que dictan cómo debe ser su vida. Eso sí es terrorífico y me asusta. Porque es más real que que te persiga un loco con un cuchillo", asegura Reid (Canadá, 1980), en entrevista exclusiva por videoconferencia.   

"Escribo de lo que me preocupa y me interpela. Como la nefasta presión social por mantenerse siempre joven, que devalúa la vejez. Nuestra cultura teme envejecer. Y me inquieta esa posibilidad de perder el control sobre tu vida cuando va acompañada de deterioro cognitivo", confiesa.

"En Dispersión coexisten dos versiones de la historia. Por un lado, crees que todo forma parte de la mente deteriorada de Penny a causa de la edad, pero por otra desconfías y piensas que algo raro pasa en esa residencia y que la dueña, Shelley, es una fuerza maléfica", admite el escritor, que va más allá y plantea una reflexión sobre la inmortalidad: "Aunque a la gente no se lo parezca, más miedo que envejecer lo da el prolongar la vida. Es aterrador. La inmortalidad tiene un atractivo innegable. No hay más que ver la búsqueda del Santo Grial y la fuente de la eterna juventud, pero a mí me parece un infierno. Lo que hace atractiva la vida es que tiene un principio y un final".  

Lo que hace atractiva la vida es que tiene un principio y un final

La escritura ha formado, y forma, parte del entorno familiar de Reid. "Mi padre enseñaba Filología inglesa y mi madre escribía historias para niños". También su hermana ha publicado libros, entre ellos, cuenta, "uno sobre cómo detesta la percepción de ser una mujer florero y lo que significa ser primera dama": está casada con el presidente de Islandia, Guðni Th. Jóhannesson. "Mi cuñado es académico e historiador. Islandia es un país muy pequeño, donde todo el mundo se conoce y le dijeron: 'Oye, tú que eres listo, por qué no te presentas a presidente?’", sonríe. 

Pero quien le influyó para escribir Dispersión fue su abuela. "Yo tenía una relación muy cercana con ella. Enviudó muy pronto. Pero cerca de los 100 años se cayó, como Penny, y empezó a tener cierta demencia. Decidimos ingresarla en una residencia. Me impresionó la valentía con que ella se enfrentó a ese cambio porque llevaba muchos años, desde que fue enfermera durante la Segunda Guerra Mundial, viviendo sola en la misma casa. Fue mi primer contacto con las residencias. Allí vi gente que, a pesar de cierto deterioro cognitivo, era capaz de establecer relaciones con otras personas". 

La pandemia y las residencias

Terminó la novela justo antes de la pandemia. "Fue una coincidencia triste -lamenta-. Porque en Canadá pasó lo mismo que en muchos otros países con las residencias de ancianos, donde murieron tantos de covid. Aquello puso de manifiesto las condiciones en que funcionan y lo poco que importa la gente mayor. Solo espero que hayamos aprendido algo". 

Reid, que junto a la productora y directora Minhan Baig, está ultimando el guion para llevar al cine Dipersión, opina que "no se valora lo suficiente el conocimiento y la experiencia acumulada de la gente mayor. En cambio, sí se valora la apariencia física y la vitalidad. Es triste y es un error -recalca-. Hay intereses económicos: desde que nacemos recibimos mensajes para que hagas esto o te tomes lo otro para verte más joven y mejor. Mi abuela se sentía muy afortunada por vivir tantos años aunque implicase renunciar a algunas cosas. Olvidamos que no tenemos garantizado el llegar a viejos".

Olvidamos que no tenemos garantizado el llegar a viejos

La protagonista quería ser pintora pero aparcó su vocación porque su pareja, un artista reconocido, la acabó eclipsando. "En la historia del arte es habitual hallar parejas de artistas en las que el hombre es el que se considera artista de verdad. Eso se refleja en todos los aspectos de la sociedad. ¿Qué valoramos? ¿Al profesional que vende? Penny también es artista, y buena. No debemos permitir que la opinión de otros influya en tu arte", concluye.