OBITUARIO

Adiós a David Crosby, el músico que sentó las bases del folk-rock y se peleó con todo el mundo

La leyenda del rock David Crosby falleció a los 81 años.

La leyenda del rock David Crosby falleció a los 81 años. / EFE

“Me da miedo la muerte, y ya está cerca”, decía David Crosby hace cuatro años en Remember My Name, un fascinante documental producido por Cameron Crowe en el que este cantautor y guitarrista que jugó un papel determinante en la construcción de la escena folk-rock californiana (y cuya imagen de hippie hedonista y mordaz inspiró el personaje de Dennis Hopper en Easy Rider) repasaba con desarmante honestidad una turbulenta vida presidida por los excesos, las adicciones, los conflictos personales y los logros musicales. Una vida en la que caben varias y que terminó en la noche del martes como consecuencia de “una larga enfermedad”. David Crosby tenía 81 años.

Su nombre quedará para siempre asociado al de dos grupos que definieron el sonido de Los Ángeles en la segunda mitad de los años 60: The Byrds y Crosby, Stills & Nash (también en su versión ampliada, Crosby, Stills, Nash & Young). Con unos y otros grabó discos legendarios y protagonizó peleas no menos memorables al tiempo que, con su temperamento extrovertido y su formidable olfato para detectar el talento, ejercía de catalizador de la escena musical que florecía en las colinas de Laurel Canyon y alrededores (él fue, por ejemplo, quien introdujo a Joni Mitchell en la comunidad de cantautores del lugar).

'Folkies' con guitarras eléctricas

Pese a haber nacido en Los Ángeles (el 14 de agosto de 1941), Crosby probó suerte como músico folk en Nueva York y Chicago antes de volver en 1963 a su ciudad natal. Allí alternaba en clubes como el Troubadour y el Unicorn con otros jóvenes folkies que habían viajado a California en busca de contactos que hicieran despegar sus carreras y que, conmocionados por el éxito de los Beatles, habían empezado a montar grupos y electrificar sus repertorios. De la asociación de Crosby con Jim McGuinn (que después cambiaría su nombre por Roger) y Gene Clark nacieron los Byrds, cuyo primer single para Columbia -una versión eléctrica de la canción de Bob Dylan Mr. Tambourine Man- alcanzó el número uno en las listas en 1965, dio carta de naturaleza al sonido folk-rock y cambió el universo pop de Los Ángeles para siempre.

Los problemas personales del introspectivo (y alcohólico) Clark y la enemistad creciente entre Crosby, cada vez más indulgente en el consumo de drogas, y McGuinn convirtieron la vida interna de los Byrds en un polvorín y condenaron al grupo a una vida efímera y pródiga en cambios de personal. El propio Crosby fue expulsado en octubre 1967 después de que aprovechara la actuación de la banda en el festival de Monterey para soltar una diatriba sobre el asesinato de Kennedy y la conveniencia de repartir LSD entre los mandatarios del mundo. Atrás quedaba su participación en al menos dos álbumes maravillosos -Fifth Dimension y Younger Than Yesterday- y un single de composición propia, el estupendo Lady Friend, que fracasó injustamente en las listas.

Un barco y un supergrupo

Después de recibir un finiquito de 10.000 dólares que se gastó en la compra de un barco, Crosby estaba listo para emprender una nueva aventura musical. Su siguiente grupo surgió un poco por azar, durante una fiesta en casa de Joni Mitchell en la que el músico británico Graham Nash, miembro de The Hollies, se unió a Crosby y Stephen Stills en la improvisada interpretación de una canción de este último. La armonía de las tres voces hizo que todos los presentes se miraran estupefactos. Sin saberlo, acababan de presenciar el nacimiento de uno de los grupos más exitosos e influyentes de finales de los 60: Crosby, Stills & Nash.

El sonido soleado y campestre del primer elepé del trío, sustentado en las guitarras acústicas y las complejas armonías vocales, brindó un balsámico contrapunto a la deriva épica y ruidosa del rock de la época y, en palabras del crítico e historiador Barney Hoskins, “marcó el verdadero despertar de la California poshippie”. Pero bajo esa superficie de camaradería y placidez se dirimía una salvaje guerra de egos avivada por el consumo de cocaína y alcohol. La ampliación de la banda con la incorporación de Neil Young incrementó su popularidad y el tamaño de sus demenciales giras pero también multiplicó los focos de tensión interna y todo acabó saltando por los aires en julio de 1970, en una explosión de megalomanía y paranoia.

Un estreno memorable

Tras la abrupta separación, David Crosby sorprendió a todos con un magnífico elepé en solitario, If I Could Only Remember My Name…, que tendió un puente entre las escenas de Laurel Canyon y San Francisco en unas composiciones de aire profundamente melancólico marcadas por la muerte en accidente automovilístico de Christine Hinton, novia del músico. El disco se vendió bien pero recibió muy malas críticas y Crosby se pasó 18 años sin volver a grabar en solitario. Hoy, If I Could Only Remember My Name… está considerado uno de los mejores álbumes de su época.

Las sucesivas reuniones de los miembros de CSN&Y (en diferentes formatos: cuarteto, trío o dúo) marcaron las siguientes décadas de la carrera musical de Crosby, que participó también en una tentativa frustrada de resucitar a los Byrds, colaboró en grabaciones de, entre otros, Jackson Browne, James Taylor y Phil Collins y tuvo un montón de altercados con la ley derivados de su afición a las drogas, la bebida y las armas (no necesariamente en este orden).

En 1997, formó un grupo de jazz rock llamado CPR con su hijo James Raymond, a quien había dado en adopción y con quien había retomado el contacto. En 2014, publicó el primer elepé a su nombre en 21 años, Croz, un disco que inauguró una nueva etapa de actividad más o menos prolífica de la que salieron cinco álbumes (el último, For Free, es de 2021). Después de quemar amistades en la pira de su volcánico carácter, grabar en solitario era para entonces casi su única opción, tal como reconocía en el mencionado documental Remember My Name: “Todos los tipos con los que he hecho música han dejado de hablarme. Y ya no sé cómo volver atrás”.

TEMAS