CULTURA

Borja-Villel no se presentará a la reelección como director del Reina Sofía

El director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, cuya decisión mantenía en vilo al sector del arte contemporáneo y estaba rodeada de polémica desde hace meses, terminará su mandato mañana

Manuel Borja-Villel, director del museo Reina Sofía FOTO JOSÉ LUIS ROCA

Manuel Borja-Villel, director del museo Reina Sofía FOTO JOSÉ LUIS ROCA / José Luis Roca

Jacobo de Arce

Jacobo de Arce

La gran incógnita que mantenía en vilo al sector del arte contemporáneo español desde hace unos meses se ha desvelado por fin: el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, no presentará su candidatura para continuar al frente de la institución tras quince años en el cargo. Este jueves será su último día al frente del centro de arte, según confirmó en una entrevista publicada ayer por la Agencia EFE.

Borja-Villel había mantenido hasta el último momento la incógnita sobre una posible continuidad que se había convertido en polémica, a pesar de que, como explicó el ministro de Cultura y Deportes Miquel Iceta el pasado lunes, esa posibilidad entraba dentro de la legalidad. 

La decisión, aseguraba el director del museo en la entrevista con EFE, estaba ya tomada desde hacía "bastante tiempo" y tras hablar con su equipo y su familia. "Las cosas se dicen cuando tocan y tenía decidido desde hace tiempo decirlo en este momento", señalaba en ella. Si no lo quiso comunicar antes, explicaba, fue por no correr el riesgo de que algún proyecto que tenía entre manos no saliera adelante: "Te pagan para trabajar hasta el último día", afirmaba.

El gestor ha desvinculado su decisión de las informaciones publicadas el pasado fin de semana por el diario ABC sobre supuestas irregularidades en las prórrogas de su contrato, que se llevaron a cabo en 2013 y 2018. Ambas se hicieron en su momento bajo el gobierno del PP y fueron avaladas por los ministros de cultura respectivos (José Ignacio Wert e Íñigo Méndez de Vigo); contaron además en ambos casos con un informe favorable de la Abogacía del Estado.

"Ojo con las instituciones, hay que cuidarlas, ha costado mucho levantarlas", advertía Borja-Villel en relación a esas acusaciones y preocupado sobre todo por la integridad del Reina Sofía.  

Cifras y críticas

Más allá de su duración, la gestión de Borja-Villel ha sido objeto de un intenso debate en los últimos años en el que unos alababan, además de las decisiones artísticas tomadas, el prestigio internacional conseguido para el museo, así como sus cifras de éxito: más de doscientas exposiciones organizadas, el paso de 1,5 millones de visitantes en 2008 a más de 4 millones y medio en 2019 y los ingresos propios disparados de un 5 a un 40%. Sus críticos, mientras tanto, hacían hincapié sobre todo en su politización y personalismo.

Ese debate se reflejaba hace unos días en un amplio reportaje publicado por EL PERIÓDICO DE ESPAÑA en el que ocho profesionales de primera línea del sector del arte contemporáneo en España opinaban sobre dicha gestión. La directora del MACBA barcelonés, Elvira Dyangani Ose, destacaba de esta "el interés por la investigación", "la creación de un potente equipo interno" o "las redes que el museo ha establecido con colaboradoras externas". "El gran reto -decía- será no olvidar todo ese trabajo de revisión de narrativas establecidas sobre el arte moderno y contemporáneo", para ella "un cambio de paradigma que, desde hace tiempo, ya determina de una manera porosa y permeable esa institución que denominamos museo". 

En dirección contraria se expresaba, sin embargo, la comisaria e investigadora Claudia Giannetti, que centraba su crítica en la politización. "Un museo no es un lugar para hacer política, las obras y los artistas han de tener la palabra", explicaba. Y añadía: "Es impensable que el discurso del curador se sobreponga a la voz y al discurso del artista, y esto está sucediendo en muchos museos del mundo, también en el Reina Sofía".

Al factor personalista señalaba Lucía Casani, directora de La Casa Encendida. "Creo que el MNCARS se ha convertido en un referente internacional, en uno de los grandes museos de arte contemporáneo del mundo, y eso ha sido una labor de equipo. Junto a Manuel Borja-Villel hay mujeres potentísimas que nadie conoce más allá del sector, y me parece problemática esa visión personalista de una determinada generación de directores que lo han firmado y comisariado todo", decía en declaraciones a este periódico.  

Precisamente, el director aseguraba en la entrevista a EFE que, en este tiempo, se ha rodeado de "un gran equipo" y una red internacional de colaboradores que han convertido al centro en un "museo único, con una identidad muy marcada".

Futuro incierto

La incógnita ahora es quién sucederá en su cargo a un director de personalidad indiscutible que no ha dejado indiferente a nadie. El museo convocará un proceso de selección el 1 de febrero, y una comisión de expertos elegirá al nuevo responsable en un plazo que podría prolongarse varios meses. 

Sus críticos temen que dicha comisión elija a alguien afín a Borja-Villel que mantenga su línea. Podría ser la propia Mabel Tapia, su segunda, que queda temporalmente al mando del museo, o directores de otros museos en sintonía. También aparecen en las quinielas Agustín Pérez Rubio, exdirector del MUSAC de León y del MALBA de Buenos Aires, o Ferrán Barenblit, exresponsable del CA2M y del MACBA, según han comentado fuentes del sector. 

Otras incógnitas son si el sucesor mantendrá la polémica reordenación del museo y cómo de efectivas serán las presiones de una derecha política que vio dicha reordenación y la gestión de Borja-Villel como muy escoradas a la izquierda y a sus discursos, como el feminismo o la descolonización.

Juan Cruz entrevista a Manuel Borja-Villel

Manuel Borja-Villel, director del Museo Reina Sofía. /

"Cuestionar las categorías puede irritar", había dicho Borja-Villel en entrevista con este periódico hace casi un año, en una frase que resumía bien una gestión que finalmente llegará a término este jueves.