El asesinato en el Camino de Santiago que unió la espiritualidad y el crimen

"La estadounidense Denise Pikka Thiem debía haber sido una de las 123.500 mujeres que en 2015 llegaron a abrazar al Santo, pero un mes después de iniciar su travesía su rastro se perdió a 243 kilómetros del Apóstol y de la Compostelana”. Esta es una de las frases introductorias del documental sonoro 'La Peregrina', un 'true crime' coescrito y codirigido por Cruz Morcillo y narrado por la propia periodista y que ya está disponible en Sonora.

Se trata del tercer documental sonoro de la autora (ya había narrado y firmado los guiones de 'El asesino de la baraja' y el de 'La hermandad', basado en el descuartizador de Mahadahonda), pero en esta ocasión la periodista quería darle un enfoque diferente. “Cuando cubrí este caso en su momento, lo primero que me llamó la atención fue que el Camino de Santiago es un camino de paz, espiritual, y el contraste de que se convierta en el escenario de un crimen es algo llamativo”, sostiene.

Además, la víctima “era una chica que hacía sola el Camino y, en su momento, cundió la preocupación y la alarma de que una mujer no podía hacer el Camino sola; hubo mucha preocupación y perturbó en ese momento el Camino”, prosigue. “Incluso el hecho de que fuera norteamericana le añadía más preocupación porque trascendió el crimen mucho más que si hubiera sido una peregrina española”, subraya.

“Además, tras la desaparición de la peregrina en Astorga (hacía el Camino francés desde Pamplona), sus padres pidieron ayuda al senador McCain, quien se dirigió a Mariano Rajoy, entonces presidente del Gobierno, y pidieron también la intervención del FBI”. Todos estos eran ingredientes más que sabrosos para el documental.

Los que conocemos cómo trabaja la policía española sabíamos que se estaba poniendo todo el empeño, pero había que dar con el culpable y con las pruebas; en realidad, para la familia fue mucho tiempo, pero pasaron seis meses hasta su detención”, afirma Morcillo sobre Miguel Ángel Muñoz Blas, un problemático ermitaño que vivía en la zona en la que desapareció Pikka y que finalmente sería condenado a 23 años de cárcel tras ser juzgado con un jurado popular.

Tras tener acceso al sumario de un caso que llamó su atención desde “el minuto 0”, Morcillo decidió retomar y reconstruir la historia “de dos formas”. “Con las voces que hay en el sumario, con parte de la declaración del propio Miguel Ángel Muñoz Blas y con parte de la reconstrucción de varias entrevistas, a la jefa de la investigación en Astorga, al policía que lo detiene y lo traslada en helicóptero y al que le confiesa el crimen y dónde está el cadáver; a su propio abogado y a José Cabrera [forense], que hizo el informe pericial sobre su estado mental”, expone la periodista.

Para representar el ambiente espiritual del Camino de Santiago, Morcillo, que firma el guion junto a Irene Valiente, recurrió al Códice Calixtino, “esa obra tan trascendente para la cristiandad”, destaca. Así, otra voz narra fragmentos de dicha obra durante el documental “que lo que hacen es situar qué es Santiago y que representa y evocar esa parte espiritual, solemne, que luego cambia radicalmente para irnos hasta un crimen. Es un true crime un poco atípico por eso”, dice la autora.

Es un 'true crime' que se cierra con una parte luminosa

“En este caso, lo que quería contar es que hay luz, una salida. A raíz del crimen se pusieron en marcha varias iniciativas para garantizar que las mujeres pudieran hacer solas el Camino sin ningún problema. El Camino es uno de los grandes activos del país y enamora a gente de todo el mundo, creyente o no, y creo que hay que reivindicar que aunque haya ocurrido este episodio, casi nunca pasan cosas tan graves en comparación con los millones de personas que lo hacen”, destaca. “El true crime siempre es oscuro, se cuentan hechos terribles, pero quería mostrar esta otra parte, el Camino lo merece”.

Pablo G. Batista codirige ese documental sonoro con Morcillo, dividendo el relato en dos capítulos. “El primero, el de la búsqueda, en el que se cuenta quién era Denise, qué pistas hay...”, enumera la periodista; “en el segundo lo resolvemos y contamos la parte más fea y oscura, pero se cierra con esa parte luminosa, incluso con varias peregrinas que han hecho el Camino y con sus testimonios”.

La propia Morcillo, que se confiesa enamorada de Galicia, está decidida a hacer el Camino, aunque le gustaría hacerlo acompañada, “no por miedo, porque creo que el Camino sigue siendo un lugar seguro, pero me gustaría hacerlo con uno de mis dos hermanos, o con los dos, con una gran amiga o con mi hijo”, dice: “Sé que lo voy a hacer y, si puedo, haré varios de los recorridos, porque me apasiona todo lo que tiene que ver con él y es algo importantísimo para España”.