ENTREVISTA

Juancho Marqués: “El éxito es una jaula de oro que no te lleva a ningún lado, el de verdad ocurre fuera del escenario”

Después de décadas en la música, primero con ‘Suite Soprano’ y más tarde en solitario, el artista sevillano estrena nuevo sencillo, ‘Tú que ves en mi’, mientras arranca una minigira por México

Entrevista a Juancho Marqués

Marta Alberca

Marta Alberca

Hablar de Juancho Marqués es hacerlo de música urbana, de fusión de estilos y de cambios. Con 13 años escribió su primera canción de rap en el seno de una familia que nada tenía que ver con la música, pero que no dudó en apoyarlo cuando empezaron a encenderse los focos. Primero con el grupo Suite Soprano y después en solitario. Fue en ese momento de cambio, con salas a medio llenar, cuando sintió que quizás era momento de dejar el sueño de dedicarse a la música y trabajar en otra cosa. Pero no puedo desprenderse de las canciones, y siguió luchando. Años más tarde, su público se ha ido ampliando hasta llenar lugares tan emblemáticos como el Palacio Vistalegre de Madrid.

Ahora se embarca en una nueva gira por México, de la que dice que no sabe si sacará beneficio económico, pero sí personal. Precisamente su máxima preocupación es sentir que sigue siendo el mismo chico al que le ilusionaba hacer canciones, que tenía como principal fuente de inspiración a los autores de la Generación del 27, y que siempre ha tenido muy presente lo que es la pérdida y la ausencia. Marcado por la muerte de su hermana cuando él solo tenía tres años, sabe que lo importante de la vida no ocurre en un escenario, sino fuera de él.

P. Cantante de música urbana, rapero, ha escrito un libro, ¿Cómo se definiría?

R. No me defino como cantante, porque al fin y al cabo yo vengo del rap. Trabajo con mi voz, pero creo que es un poco pretencioso considerarme cantante. Artista también me parece algo pretencioso, porque creo que es una consideración que te tienen que dar los demás. Si soy objetivo, me definiría como comunicador.

P. ¿Y en lo personal, quién es Juancho Marqués?

R. No sé, creo que Juancho Marqués es un chaval normal, que estudió sociología, que le gusta hacer cosas sencillas (esto es algo que con el tiempo valoro mucho más), que vive en Aranjuez, donde ha vivido siempre. Una persona normal, creo realmente.

La muerte o el paso del tiempo son temas muy universales, pero en mi caso están muy latentes. Mi hermana falleció cuando yo era pequeño, luego un amigo se suicidó"

P. ¿Cuánto han influido sus vivencias en lo que es hoy, en su trabajo?

R. Creo que todo, porque esas emociones y experiencias te las llevas a las canciones. Cuando compongo hay veces que no necesito ni siquiera estar viviendo esa experiencia para para comunicar algo que ya he sentido, lo hago simplemente con el recuerdo. Un ejemplo es que en mis canciones hablo inconscientemente de la muerte, no como algo pesimista, sino como algo que me inquieta desde que soy pequeño. La muerte o el paso del tiempo son temas muy universales, pero en mi caso están muy latentes. Mi hermana falleció cuando yo era pequeño, luego un amigo mío se suicidó. Es algo que he vivido muy de cerca y he crecido con ese sentimiento de ausencia y pérdida.

P. ¿Cómo se inció en esto de la música?

R. Escribí mi primera canción a los 13 años, pero nunca tuve un entorno muy musical. Eso no quiere decir que mi casa no se escuchara música, de hecho, se escuchaba buena música, pero nadie cercano se dedicaba a ella. Fue ya a partir de los 17 o 18 cuando ya empecé a conocer a gente que estaba en el mundo de las raves, y fue ahí donde vi una pequeña puerta abierta para poder intentarlo. Pero si miro atrás, hacia aquella época, creo que era un poco pretencioso pensar que yo podía tener buen nivel. Veo lo que hacía en ese momento y estaba muy equivocado.

P. Precisamente sobre esa evolución habla su última canción ‘Tú que ves en mi’. ¿En qué ha cambiado?

R. Creo que en lo que más he cambiado es en que he vuelto a donde empecé. De alguna forma creo que este disco también habla mucho de eso, de la mochila que te vas haciendo por el camino, cómo te va influyendo el entorno... Cuando eres adolescente intentas alejarte del niño, de todo lo que te dicen tus padres, de ser rebelde. Luego llega un momento en la vida en que te das cuenta de que por el camino estás perdiendo tu esencia.

P. ¿Está en ese momento ahora?

R. Creo que sí, me he dado cuenta de que en estos últimos años reviso mis comportamientos, mis pensamientos, mis ideas… Ese paso del tiempo me ha dado contraste para poder observarme en diferentes épocas, ver de dónde venía, a dónde fui y ahora a dónde quiero ir.

Siempre he pensado que los artistas que hablan de sí mismos en tercera persona se terminan disociando. Yo intento ser yo todo el rato, en lo bueno y lo malo"

P. Un cambio que va más allá de la faceta artística y pasa a la personal.

R. Claro, pero es que yo en ningún caso nunca pienso en mí como artista. Nunca nunca he hablado de mí en tercera persona. De hecho, incluso cuando hablo de mi disco, suelo hablar de “nuestro disco” porque es un trabajo conjunto, de muchas personas. Siempre he pensado que los artistas, o como se consideren ellos, que hablan de sí mismos en tercera persona se terminan disociando. Yo intento ser yo todo el rato, en lo bueno y lo malo.

P. Volviendo al título de la canción, ¿qué le gustaría que la gente viera en usted?

R. Quizá no sabemos lo que proyectamos. Creo que la identidad la formamos en base a cómo creemos que nos ven los demás, y esto es bastante intangible, porque uno puede pensarse de una forma pesimista y a lo mejor la gente ve todo lo contrario y viceversa.

P. Otro proyecto en marcha es la gira por México. Arranca este 8 de diciembre en Guadalajara, el 9 en Monterrey y el 10 en Ciudad de México. ¿Cómo van a ser esos conciertos?

R. Me lo tomo con cautela porque Latinoamérica es un mercado que tendríamos que haber trabajado antes. Fuimos en febrero con la idea de ver si nos conocía alguien y si podíamos hacer estos conciertos. La respuesta fue muy buena. Además, me sorprendió la gratitud de la gente, y eso es lo que me llevo. De hecho, sé que en estos tres conciertos voy a perder dinero, pero no me importa. Al final se trata de poner la semilla, una toma de contacto con la idea de que a futuro ojalá podamos volver de otra manera.

P. Hace poco se ha cumplido el aniversario del que hasta ahora ha sido su concierto más multitudinario, en el Palacio Vistalegre de Madrid. ¿Qué supuso aquella fecha?

R. Todavía no sé responder a esta pregunta. Es un hito también para nosotros poder llenar un sitio así. Yo siempre digo que los conciertos que más recuerdas son las primeras veces, como todo en la vida. A veces tengo más latentes algunos conciertos más humildes por el hecho de vivirlos por primera vez. Por ejemplo, me acuerdo mucho de los primeros directos en salas pequeñas donde escuché a gente cantar letras que yo había compuesto.

P. ¿Cuándo fue más consciente del éxito de esos primeros conciertos? ¿Cuando empezó a notar que había gente que se sabía sus canciones o en el Vistalegre?

R. Depende de lo que entiendas tú por éxito. Nunca he sentido un contraste fuerte. Lo positivo en mi caso es que ese éxito ha sido progresivo. El éxito, tal como lo entiendo yo, creo que ya lo tengo, por el hecho de que vivo de lo que quiero. Además, disfruto de mi vida personal, así que me siento afortunado. En realidad, yo lo que quiero es mantenerlo. Si viene más, pues guay, intentaré gestionarlo bien, pero si me quedo como estoy para siempre, yo lo firmo con los ojos cerrados.

P. Esta es la parte positiva, ¿pero qué ha sido lo más difícil?

R. No sé qué ha sido lo más difícil de ser el personaje público. Lo que sí recuerdo es que hubo un momento cuando estaba con Suit Soprano, en el que me di cuenta de que no era feliz. Me acuerdo de un Viña Rock que fue de los primeros a los que vino bastante gente a vernos, que cuando bajé del escenario tenía mucha ansiedad y estaba muy triste. Me fui a casa mal, me salieron hasta calvas en la barba. Entonces aprendí que al final la música no es lo importante, sino que lo bueno es que me permite estar jugando a crear con mis amigos, hacemos las cosas como queremos y ese es el leitmotiv de todo. Lo demás es algo secundario. Es la herramienta, no la finalidad. La finalidad es poder vivir esos momentos, compartir cosas con la gente que quieres y disfrutar del camino.

P. ¿Se ha planteado dejar la música?

R. En esa época sí porque no era feliz, no estaba disfrutando nada. A día de hoy, hay veces que lo planteo como posibilidad por mí mismo y por otras situaciones. Hay veces que me pregunto, “a lo mejor esto deja de funcionar”. Pero bueno, ahora, sobre todo estos últimos tres o cuatro años, he aprendido a ser feliz haciendo lo que hago.

P. ¿Cuál es la clave para llegar a ese punto?

R. Creo que conectar con las cosas más esenciales y básicas. Si te centras solamente en el éxito, en volar, en eventos… Al final es una jaula de oro que no te lleva a ningún lado. Creo que eso además te hace muy esclavo y no es algo real. Yo lo que he hecho es aferrarme a las cosas normales que he hecho siempre. Creo que hacer cosas normales te hace normal. Evidentemente sé que el éxito es real porque existe, pero mientras lo vivo lo entiendo como una parte muy del contexto e intento que mi vida de verdad sea la otra

P. Sobre la noción de realidad juegan un papel muy importante las redes sociales, ¿qué relación tiene con ellas?

R. Intento pasar menos tiempo en ellas porque te hacen un poco esclavo. Son útiles, pero no puede ser tu vida constantemente, ni puede estar en un lugar que quiero disfrutar pensando en que tengo que grabarlo para que la gente lo vea. En muchos casos se roza el narcisismo. Además, hay mucha necesidad de opinar cuando a lo mejor ni siquiera te has leído el titular o no tienes la información necesaria.

P. ¿Quizá es por que no sabemos estar solos y tenemos la necesidad de que alguien nos escuche o nos lea?

R. Sí, yo llegué a ese pensamiento durante la pandemia. De hecho, ahí me di cuenta de que sí me gustaba estar solo. Por ejemplo, a la hora de componer me voy a Viveiro, un pueblo de Galicia, porque Gabi Fernández, mi productor más habitual, es de allí. Nos vamos a un espacio que es como una especie de monte, donde enfrente hay vacas, ovejas… todo muy bucólico.

P. ¿Se compone mejor allí que en la ciudad?

R. Sin duda, al final tienes un espacio tranquilo en el que no te molesta ningún ruido. De hecho, el nuevo disco se va a llamar Paraiso 39, que es la dirección de la casa donde grabamos.

P. ¿Cómo va a ser el disco?

R. Muy diferente, sobre todo por el proceso de composición. Nos fuimos a la casa sin nada preparado, solo algunas notas de cosas que quería tratar en la letra de las canciones. Después empezaron a llegar amigos como Iván Ferreiro, Fernando Costa, Fuel Fandango y otros músicos y empezaron a aportar ideas. Lo que hicimos para desbloquear y que fueran sesiones diferentes fue llevar un productor o un artista distinto, que en realidad fueron tres o cuatro. No hemos pensado nunca en ir hacia un estilo o hacia otro, sino simplemente lo que ha surgido en el momento.

P. ¿Qué sueño sigue pendiente?

R. Pregunta difícil (ríe). Mi sueño sería poder vivir de esta manera mucho más tiempo, seguir disfrutando de mis amigos, viajar con mi música, llegar y cambiar con la gente. Lo único que me gustaría que se mantuviese y poder seguramente eso, viajar con mi música más sitios. Pero ahora diría que soy feliz.