ENTREVISTA

Luca Guadagnino: "Las películas basadas en hechos reales han destruido la ética del cine"

El director italiano estrena 'Hasta los huesos', de nuevo con su gran descubrimiento en 'Call Me By Your Name', Timothée Chalamet, y otra revelación, Taylor Russell. Una historia de amor adolescente y caníbal que es también una 'road movie' por la América de los desheredados.

Luca Guadagnino, fotografiado en Marrakech en 2019.

Luca Guadagnino, fotografiado en Marrakech en 2019. / JALAL MORCHID | EFE

Tras Call Me By Your Name y su versión de Suspiria, Luca Guadagnino estaba preparando otros proyectos para llevar a la pantalla cuando se cruzó en su camino un guion de su colaborador habitual, David Kajganich. Se trataba de una adaptación de Hasta los huesos (Bones And All), una novela de Camille DeAngelis que narraba el viaje de Maren (Taylor Russell), una adolescente que busca a su madre para entender sus orígenes y descifrar su naturaleza, su necesidad por comer carne humana. Por el camino recorrerá Estados Unidos, la América de los márgenes, y conocerá a diferentes personajes, entre ellos a Lee (Timothée Chalamet), otro joven con sus mismos apetitos, entre los que surgirá el amor. La película llega este viernes a las salas de cine.

P. ¿Qué fue lo que más le interesó del guion de David Kajganich para que necesitara contar esta historia?

R. Cuando lees un guion tan hermosamente escrito empiezas a imaginar cómo sería ponerlo en imágenes, y esa sensación se mete dentro de ti. Me fascinó la forma en la que creaba un mundo alrededor de esos personajes, esa idea de la otra América, la noción de camino de descubrimiento, de un viaje por carretera que cambia de dirección constantemente. Y me enamoré de los personajes, de Maren y Lee, de su soledad, de sus sentimientos de privación y de cómo encuentran en la mirada el uno del otro un consuelo para escapar del dolor que sienten por cómo son. 

"Timothée Chalamet fue la razón para que hiciera la película. Cuando leí el guion lo imaginé a él"

P. ¿Cuándo entró Timothy Chalamet en el proyecto? 

R. Desde el principio. Él fue la razón por la que lo hice. Cuando leí el guion lo imaginé a él y cuando aceptó no tuve la menor duda, sentí que tenía que hacer esta película. 

P. Me da la sensación de que en cada película intenta probar cosas nuevas, experimentar con diferentes estilos. ¿Cómo quiso aproximarse a esta historia? 

R. Lo que más me gusta del cine es que puedes jugar con sus herramientas para crear y, en este caso, pensé que lo mejor era permanecer a la altura de las miradas de los personajes como una presencia invisible, y configurar la atmósfera de ese viaje para que fuera muy sensitiva. 

P. El paisaje en esta ocasión resulta fundamental. ¿Cómo quiso capturarlo en relación a los personajes? 

R. Son seres que están privados de sus derechos, que viven en los márgenes, y la América que vemos en la película corresponde a esa idea. Una cosa se refleja en la otra, como si fuera un espejo de todas sus complicaciones y turbulencias. Pero al mismo tiempo, están enamorados, así que en ciertos momentos, lo feo, se convierte en bonito y las casas podridas en paisajes preciosos.

P. Los protagonistas de esta película, aunque sean caníbales, tienen principios. ¿Usted también los tiene como director? 

R. Sí, los tengo. Nunca haría una película basada en una historia real. Ni me aproximaría a ella tomándome las libertades de la ficción. Es algo que no puedo entender. 

P. ¿Por qué?

R. Porque una cosa es la fantasía y la forma en la que la moldeas. Y otra es la realidad. Si tomas tu historia de la realidad y trata sobre personas reales que existen, no se puede adaptar la experiencia real de la vida de esas personas reales para que a ti te encaje en una narrativa. Eso me parece mal y para mí es manipulación. Y es algo que ha destruido, de alguna manera, la ética del cine. Me siento muy identificado con aquello que dijo Jacques Rivette sobre el plano de Pontecorvo en Kapo, en el que se veía a una víctima del Holocausto electrificada en una valla en primer término y lo denominó inmoral. Hay una responsabilidad a la hora en la que movemos la cámara y fijamos el objetivo y a veces creo que eso ya no se tiene en cuenta.  

"La industria es a veces perezosa, repite y repite el mismo patrón haciendo que la experiencia se devalúe y que seamos cada vez más pasivos como espectadores"

P. ¿Cómo se relaciona, en ese sentido, con la cultura del streaming y la industria de Hollywood?

R. No me gusta juzgar el trabajo de los demás. Me gusta que haya diferentes tipos de propuestas que coexistan. Pero es verdad que la industria es a veces perezosa, repite y repite el mismo patrón haciendo que la experiencia se devalúe y que seamos cada vez más pasivos como espectadores. Eso ocurre en todas las industrias culturales, cuando se descubre algo seductor, ese producto se multiplica hasta el infinito y pierde su valor. A mí me gusta hacer películas que hablen por sí mismas. 

P. En esta ocasión ha contado para la banda sonora con Trent Reznor y Atticus Ross. ¿Cómo ha sido esta colaboración? 

R. Uno de los fenómenos que nunca hubiera esperado es que el líder de Nine Inch Nails se convirtiera en uno de los más importantes compositores de bandas sonoras de Hollywood. Yo siempre había sido fan del grupo, así que cuando aceptaron mi propuesta, sentí como si me pellizcaran. Les dije, ojo, esta película es muy romántica, y me gustaría que hubiera un leitmotiv lo más bonito posible. ¿Podríamos usar un sonido que refleje el paisaje norteamericano que estamos intentando describir? Yo propuse una guitarra y ellos me trajeron unas melodías preciosas.

P. ¿De qué forma quiso acercarse al canibalismo? 

R. Hablé con un patólogo y cometí un gran error, porque no era el camino adecuado. Busqué en Google cómo era la vida real de los caníbales, y empecé a leer historias que me asustaron e impresionaron mucho hasta que pasé varios días con pesadillas. Hasta que di con una aproximación interesante. No soy católico, pero vengo de un país que sí lo es y cada día miles de personas comen el cuerpo de Cristo. Así que el canibalismo no está tan alejado de nosotros y de nuestra cultura. Utilizamos un montón de expresiones sin darnos cuenta que tienen que ver con eso, como te comería a besos y forman parte de nuestra rutina a la hora de expresarnos. Pero fue la metáfora de la hostia en la religión católica la que me inspiró, porque tiene algo que ver con esa idea de pertenencia, de asumir al otro dentro del propio cuerpo, que es lo que terminan haciendo los personajes.

P. ¿Es Hasta los huesos una historia de terror o de amor? 

R. Las dos cosas. Los personajes tienen una condición y no pueden escapar a ella y a mí me interesaba más la lucha moral que sigue al acto en sí mismo de violencia, eso me parece lo realmente terrorífico. ¿Pueden reprimir sus instintos, vencer su propia naturaleza? Ese es el tema de la película, además de una historia de amor poderosa, la más romántica que he hecho.

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