MÚSICA

Críticas de discos: Weyes Blood, Field School, Ergo Pro, Maryland, Àlex Torío y JD Allen

La cantautora californiana da relevo al memorable ‘Titanic Rising’ con otro álbum mayestático en el que encontrar refugio de las calamidades mundanas

Los nuevos elepés de Field School, Ergo Pro, Àlex Torío, Maryland y JD Allen, también reseñados

Weyes Blood, en una imagen promocional de su nuevo disco.

Weyes Blood, en una imagen promocional de su nuevo disco. / NEIL KRUG

Un bálsamo mágico

Ya llevaba algunos años dando pistas, pero Titanic Rising (2019) fue la revelación general del talento de Weyes Blood, creadora situada en la estela de los singer-songwriters californianos de otro tiempo, con un punto de senderismo art-pop y puntos de fuga astrales. Una exquisitez que conserva todo el esplendor en este relevo surgido de las tinieblas, And In The Darkness, Hearts Aglow, donde parece dispensarnos un intento de abrazo colectivo.

Así podemos percibirlo en la canción de apertura, It’s Not Just Me, It’s Everybody, que fue (en septiembre) la avanzadilla del álbum: apuesta heterodoxa como single, más de seis minutos de acogedor medio tiempo en los que ella piensa en voz alta a cuenta de los “cambios abrumadores” que vivimos, y de la percepción de que “todos nos hemos convertido en extraños / incluso para nosotros mismos”. Weyes Blood cautiva, ya de entrada, por la hermosura de su voz (con ecos de cantantes como Carly Simon o Karen Carpenter), una belleza cálida y natural, que aquí se funde en un espiral armónico que desearías que no terminara nunca. Con conclusiones en esa línea empática que apuntábamos: “No soy solo yo / Imagino que es todo el mundo / Sí, todos sangramos de la misma manera”.

Si en Titanic Rising, Natalie Laura Mering (Santa Mónica, California, 1988) nos hablaba del cambio climático, las grietas del capitalismo y la crisis del amor romántico, aquí nos dispensa un bálsamo ante la confusión global, la alienación derivada de los algoritmos y la soledad, que la pandemia forzó y que sigue flotando como una lacra orgánica. Esta es, según ha dicho, la segunda entrega de una tríada de discos que, en teoría, debería concluir con su obra más esperanzada.

Por ahora, la carga de optimismo es tirando a modesta: “dicen que lo peor ya pasó / pero creo que solo acaba de empezar”, repite sin inmutarse en uno de los temas más arrebatadores, The Worst Is Done, evocando los fantasmas de la pesadilla vírica. Pero, aunque ella cante a los más funestos presagios, el mundo será siempre mejor con la música de Weyes Blood, tirando del hilo de esos medios tiempos a piano tocados por arpas embrujadas (Children Of The Empire), de la ambientación con halo críptico lynchiano (God Turn Me Into A Flower) o de la incursión en un pop sintético in crescendo (Twin Flame).

Canciones con las que aspira a establecer una conexión espiritual con el oyente y, se diría, con el cosmos, dadas las aspiraciones trascendentes de su autora. Arte salvador para acogernos cuando el mundo se tambalee, nos viene a decir en Hearts Aglow, con sus “corazones centelleantes” que “emergen sobre la marea” en majestuosa marcha orquestal. Disfrutemos de su hechizo y de su pulcra caligrafía: según parece, el fin del mundo no será este fin de semana. Jordi Bianciotto

'And In The Darkness, Hearts Aglow'

Weyes Blood 

Sub Pop Records | Popstock!

Pop-canción

★★★★★ 

'Jangle pop' de los 80

El proyecto en solitario de Charles Bert, cantante y guitarrista del grupo de Seattle Math & Physics Club, se estrena en la larga duración con una docena de canciones bonitas que hunden sus raíces en el jangle pop de los 80 y el indie de los 90 para atravesar el tiempo entre cenefas de guitarras tintineantes y una voz de desarmante poder evocador. Viñetas de hermosura neblinosa y poso melancólico servidas con el aplomo de quien ha aprendido a encajar derrotas sin caer en el pesimismo. Rafael Tapounet

'When Summer Comes'

Field School 

Bobo Integral Records

Jangle pop

★★★★ 

Crónicas desde el barrio

El sur de Madrid es uno de los focos más productivos e interesantes del rap en España. Desde el barrio de San Cristóbal, en el extrarradio de la capital española, el hábil y estiloso Ergo Pro lo evidencia siempre que publica nuevo trabajo, aunque sean solo siete canciones. Rap puro en el que el talento y la escuela se demuestra en versos que llevan el peso de las canciones. Crónicas desde el barrio (en su obra siempre está presente el hecho de ser un negro en la España blanca) que condimenta con sabiduría con referencias de la cultura popular y otras para avanzados. Ignasi Fortuny

'Ópera Fidelio'

Ergo Pro 

Autoeditado

Rap

★★★★ 

Revisión del pasado

En otro eslabón de su revisión del pasado, tras recrear en catalán su debut, Last Man’s Year (2002), este oceánico creador barcelonés da nueva vida a un cancionero de 1995, de cuando suspiraba por “mantenir el cor pur”. Se percibe el halo de inocencia en estas piezas fogosas, portadoras de una fuerza primigenia, en turbador roce con la garganta resabiada. Torío a corazón abierto, triturando vestigios ‘dylanianos’ y alzando su voz propia con buenas compañías como la cantante Dàhlia Duran. J. B.

'Collage '95'

Àlex Torío 

Barcelona Skyline Records

Rock

★★★★ 

La sencillez de 'blues'

El saxofonista tenor JD Allen, un solista de los que necesitan tocar muy poco para decir mucho, se agarra a la sencillez del blues y el folk para contar su versión de la historia afroamericana. Casi toda la música de Americana Vol. 2 es suya, pero suena como si viniera de un cancionero popular, antiguo y doliente. La guitarra reverberante de Charlie Hunter se añade al sobrio trío de Allen y remata un cuadro que habla de sufrimiento pero también de orgullo. Los Estados Unidos también son esto. Roger Roca 

'Americana Vol. 2'

JD Allen 

Savant

Jazz

★★★★ 

Viaje hacia el paraíso

El tiempo ha sentado de maravilla a Maryland. Sus Cataratas en el paraíso rebosan autenticidad y energía por los cuatro costados. La nostálgicas guitarras de Ser motivo y las picadas baterías de Hace falta rabia, han dado a su cuarto elepé un efecto hipnótico del que no es fácil salir. En este viaje hacia el paraíso, la banda ha llevado su característico power pop a un nivel aún más exquisitio si cabe: tan pegajoso como íntimo, brilla con un renovado explendor. 

'Cataratas del paraíso'

Maryland

Subterfuge

Power pop

★★★★ 

TEMAS