NOVEDAD EDITORIAL

El relato que poseyó a Stephen King y con el que Javier Olivares se atreve

Nórdica publica ‘Almuerzo en el Café Gotham’, con ilustraciones del dibujante español bendecidas en Twitter por el maestro del terror estadounidense

El dibujante de cómic e ilustrador Javier Olivares, en la cocina del restaurante 'La Ferreria' de Barcelona.

El dibujante de cómic e ilustrador Javier Olivares, en la cocina del restaurante 'La Ferreria' de Barcelona. / ANNA ABELLA

Que el mismísimo Stephen King, en plena batalla tuitera con Elon Musk tras la polémica adquisición de Twitter por parte del magnate, dedicara un tuit a elogiar la ilustración de la portada de Almuerzo en el Café Gotham, realizada por Javier Olivares, dice mucho del trabajo del dibujante y Premio Nacional de Cómic. "¡Realmente capta el espíritu de la historia!", escribía el novelista el pasado 26 de octubre respondiendo al halago del crítico y ensayista Bev Vincent, que reproducía la cubierta de la edición de este relato del maestro del terror publicada por Nórdica. 

"En la portada está todo, sí", asume Olivares. La cubierta está dominada por la figura del maître del restaurante de Manhattan del título, al que va el protagonista, "un tipo que está pasando por un proceso de divorcio y que sufre un síndrome de abstinencia de la nicotina por que está intentando dejar de fumar. Eso le provoca visiones raras y tiene un punto histérico. Pero al leer el relato entendí que el personaje clave en esta historia, más macabra que de terror, era el maître: un loco a punto de estallar, que acaba flambeándose a sí mismo. Tiene una mancha roja en la chaqueta: ¿sangre o tomate?, y le coloqué en la cocina, un lugar peligroso porque hay cuchillos y fuego", cuenta, consciente de que tiene "fama de ilustrador oscuro", el autor de aplaudidos cómics como Las Meninas (Premio Nacional), La cólera (con el guionista Santiago García, ambos en Astiberri) y Warburg & Beach (con Jorge Carrión, en Salamandra Graphic).

Aparecido originalmente en 1995 en la antología Dark LoveAlmuerzo en el Café Gotham coincide en librerías con otra novedad de Stephen King, la novela Cuento de hadas (Plaza&Janés), y es el segundo relato del autor de El resplandor y Carrie que publica Nórdica. Su editor, Diego Moreno, ya logró que King diera su aprobación a El hombre del traje negro, ilustrado por Ana Juan en 2017. Y no será el último, avisa, siempre contando con autores españoles reconocidos. "Publicar obras de género es una declaración de intenciones. Igual edito los poemas de Emily Dickinson que relatos de Lovecraft (El color que cayó del espacio) o de King ilustrados, para llegar a un lector que no es de género". 

"En el mercado anglosajón no hay tradición de libro ilustrado para adultos, a diferencia de Italia, por ejemplo, donde el de Ana Juan ha vendido más que aquí. Se asocia más al libro infantil", lamenta Moreno, quien con Nórdica se ha alzado desde hace 15 años en un referente de estas cuidadas ediciones. Y apunta Olivares: "Los autores y lectores tampoco están tan acostumbrados a que tú hagas una ilustración que no sea el reflejo fiel de lo que dice el texto sino que tus ilustraciones son tu forma de contar la historia de otra manera. No se trata de una subordinación al texto original sino de una versión que lo enriquece y hace más interesante el libro".  

Un King "poseído" por el relato

Durante los tres días que King tardó en escribirlo, asegura el escritor en la introducción, el relato le "poseyó por completo". La idea surgió cuando pasaba ante un restaurante y vio al maître acompañando a una pareja a la mesa. "Me vio por casualidad y me regaló el guiño más cínico del universo", afirma. En su opinión, "lo que hace que funcione no es el maître loco sino la siniestra relación entre el matrimonio a punto de divorciarse. A su manera, están más locos que él". 

Tras su primera experiencia con King, Moreno ya sabía que "era imposible saltarse pasos para conseguir su aprobación": tratar con la agencia española, con la americana y luego con el escritor, que supervisa primero la portada y una ilustración y luego la maquetación y el resto de imágenes.  

Además, debían ir con cuidado con las alusiones al tabaco. "Pero debía reflejar la paranoia del personaje, al que todo le recuerda que intenta dejar de fumar, así que lo solucioné con alusiones indirectas, por ejemplo, humo que salía del cielo o un cartel que dice Do You Feel Lucky? (en inglés, ¿Te sientes feliz?) con un guiño al logotipo de la famosa marca de tabaco".  

Contento con la reacción pública de King, Olivares recuerda un ya lejano mal trago cuando ilustró Los niños tontos, de Ana María Matute. "Es un libro muy salvaje y muy oscuro, como las ilustraciones que hice, pero a ella no le gustaron nada. El editor lo publicó igualmente…". 

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