Éxito de la comedia

La crisis de 'Estirando el chicle': humor, feminismo y polémica

Tras ser acusadas de transfobia, Carolina Iglesias y Victoria Martín ponen en pausa el podcast para emprender proyectos individuales

Carolina Iglesias y Victoria Martín, las dos integrantes de ’Estirando el chicle’, en la gala de los Premios Ondas 2022.

Carolina Iglesias y Victoria Martín, las dos integrantes de ’Estirando el chicle’, en la gala de los Premios Ondas 2022. / INSTAGRAM ESTIRANDO EL CHICLE

Judith Navarro

Carolina Iglesias y Victoria Martín empezaron a grabar Estirando el chicle hace dos años a través de Zoom, en sus casas, en pleno confinamiento. No lo hicieron con otra intención que la de dar forma a un proyecto propio y llenar un vacío del que ellas mismas eran conscientes, el del humor encabezado por mujeres, relegadas a un papel muy secundario en el mercado de la comedia. 

Su original formato, fresco, divertido, feminista y sin tapujos, les ha valido el favor de un gran público que también reclamaba este tipo de contenidos. Su podcast es hoy en día el más escuchado de España. Clausuraron la cuarta temporada con 1.351.000 oyentes únicos cada mes, una cifra que además escala hasta los 3,85 millones si se le suman todas las reproducciones de episodios antiguos. Y acumulan ya dos premios Ondas. Su más reciente éxito, fue colgar el cartel de completo con su show en directo en el WiZink Center de Madrid, dónde en solo 17 horas agotaron las 12.000 entradas disponibles. Un éxito indiscutible.

Pero estar en el pico significa también un descenso complicado, y muy dura fue la caída para las dos jóvenes presentadoras, que el pasado agosto se vieron implicadas en la polémica más grave de su carrera. Desde siempre, ambas han definido Estirando el chicle como un "espacio seguro", es decir, un lugar libre de machismo, racismo, misoginia, homofobia y cualquier otro tipo de discriminación. Un programa que no solo se posicionaba en defensa de los colectivos oprimidos, sino que también les ofrecía a sus representantes un altavoz con el que poder distribuir su mensaje al mundo. Así pudieron conectar con una fiel audiencia que se sentía cómoda e identificada con ellas, pero fueron estos mismos fans los que las bombardearon con críticas tras anunciar que una de las invitadas al podcast iba a ser Patricia Sornosa, una cómica que abiertamente discrepa con la teoría queer, la transición de género y, en general, la idea de que el sexo es un mero constructo social. 

Fueron muchos los que se sintieron ofendidos al ver que las jóvenes humoristas recibían a Sornosa, y, por supuesto, las acusaciones de transfobia no tardaron en inundar las redes de Carolina y Victoria, llevando incluso a que esta última abandonara Twitter por la cantidad de comentarios de odio que recibía. Insultos y amenazas que no solo calaron en internet, sino que afectaron también a los familiares de ambas, y llevaron a algunos usuarios a ponerse en contacto con plataformas y marcas con las que ellas colaboran para pedir su despido. "Entiendo perfectamente que la gente tiene todo el derecho a expresar su descontento, a criticarme a mí y a decir que mi trabajo no les gusta, faltaría más, pero la virulencia con la que estamos siendo atacadas está rebasando unos límites muy peligrosos", escribía Martín a través de Instagram. 

Caminos separados

Tras la polémica, y con el completo éxito del WiZink Center de por medio, las dos compañeras han anunciado un parón para Estirando el chicle y han tomado caminos separados. Carolina Iglesias se lanza a Spotify con El CaroLate, un podcast de estilo 'late night show' donde entrevista a invitados famosos, da espacio a los monólogos de humoristas emergentes y cuenta con Laura Márquez y Charlie Pee como colaboradoras. Por su parte, Victoria Martín da rienda suelta a un humor sin filtros en Malas Personas, un formato en el que tratará de destapar la parte oscura que habita dentro de cada individuo.

En principio, ninguno de estos proyectos debería interferir en la continuidad de Estirando el Chicle, que tiene previsto lanzar su quinta temporada el próximo 6 de enero de 2023. 

Pero, ¿Es posible que el inicio de estas propuestas paralelas sea el principio del fin del programa? Podría ser, aunque ninguna de las protagonistas ha confirmado esta teoría. En tal caso, quedaría disfrutar de las cuatro temporadas ya emitidas y de la quinta que está por venir, y ver cómo funcionan sus nuevos contenidos independientes.