PERSONAJE

La nueva gesta de Gonzalo García Pelayo, el hombre que venció a los casinos: 11 películas en un año

El también legendario productor discográfico presenta en el Festival de Sevilla dos de las películas de su copiosa cosecha reciente, '¡Arde!' y 'Siete Jereles'

Gonzalo García Pelayo, en un fotograma de ’Siete jereles’.

Gonzalo García Pelayo, en un fotograma de ’Siete jereles’. / ARCHIVO

Gonzalo García Pelayo lo ha hecho todo. O casi todo. A través de su sello discográfico, Gong, produjo más de 130 discos de artistas como Lole y Manuel, Triana, José Mercé, Silvio Fernández, María Jiménez, Luis Pastor, Hilario Camacho, Camarón y Paco de Lucía, y entretanto se erigió en uno de los padres del rock andaluz. Ha sido escritor, presentador, locutor de radio, editor y activista cultural. Se dedicó profesionalmente al póquer e inventó un método legal con el que ganar en la ruleta, gracias al que él y su familia arrasaron en casinos de todo el mundo; la película Los Pelayos, de Eduard Cortés, lo contó todo sobre esa peripecia. Recientemente, asimismo, ha ganado mucho dinero con las criptomonedas. Y ahora, también, es el único cineasta de la historia que ha dirigido 10 películas en tan solo 12 meses; iban a ser 11, pero finalmente en ¡Arde! -acercamiento a la figura de la musa del cine argentino de serie B Isabel Sarli- tan solo ha ejercido de guionista y productor; considerando que cada una de ellas cuenta con su propio making of, el proyecto en su conjunto consta de casi dos docenas de obras.

Mi cuarta esposa me dejó, y sentí que debía hacer algo especial con mi vida

"Mi cuarta esposa me dejó, y sentí que debía hacer algo especial con mi vida", nos cuenta el director nacido en Madrid y crecido en Andalucía acerca de la génesis de tan ambiciosa empresa. "Durante los seis años que pasamos juntos viajamos mucho y, a menudo, los sitios que visitábamos nos hacían preguntarnos: '¿Cómo es que nunca se ha hecho una película aquí?'".

Entre los escenarios en los que él filmó entre abril de 2021 y abril de 2022 están la localidad cacereña de Hervás, una playa cántabra, Nursultán -capital de Kazajistán- y el sur de la India. Estos días se presentan en el Festival de Sevilla dos de las películas. Dirigida por Paco Campano, ¡Arde! fue rodada en Argentina, y en Siete Jereles García Pelayo y el codirector Pedro García Romero exploran la ciudad de Jerez y su intensa relación con el flamenco.

Cantidad antes que calidad

El proyecto no es sino la última demostración de lo que el cineasta reconoce como una obsesión por la acumulación, ya sea de aventuras y vivencias o de colaboraciones artísticas o incluso de esposas. "Para mí la cantidad es más importante que la calidad", afirma. "La mayoría de los grandes artistas tuvieron una producción muy cuantiosa; ahí están Lope de Vega, Picasso, Bach, John Ford... Hay excepciones, pero es muy difícil que un creador carente de talento logre generar una obra abundante".

Gracias a sus 10 nuevas películas, él ya suma 24 en su haber. "Hay pocos directores españoles que tengan tantas. No pretendo compararme con mi maestro Luis García Berlanga, que hizo menos de 20, pero al menos ya me siento parte de la historia del cine".

El desdén de la crítica

El camino hasta sentir ese reconocimiento ha sido largo y sufrido. Durante finales de los 70 y principios de los 80, García Pelayo rodó cinco películas que deben entenderse como producto de la energía contracultural de la época -Manuela (1976), Frente al mar (1978), Vivir en Sevilla (1978), Corridas de alegría (1982) y Rocío y José (1983)-, y cuyo maltrato por parte de la crítica mantuvo al director alejado de las cámaras durante las tres décadas siguientes, hasta que empezaron a ser reivindicadas principalmente desde el extranjero. "Aquel desdén me dolió mucho, muchísimo. El cine siempre ha sido mi gran pasión, y me sentí como si la mujer de mi vida me hubiera engañado y abandonado".

Estoy muy orgulloso de la etapa de mi vida en la ruleta, ganamos alrededor de un millón de euros y nos lo pasamos de maravilla

Dicho esto, confiesa, no le importa ser conocido por la inmensa mayoría de la gente por sus andanzas en las mesas de los casinos. "Estoy muy orgulloso de esa etapa de mi vida, ganamos alrededor de un millón de euros y nos lo pasamos de maravilla. Como todos los artistas, yo quiero el amor y el aprecio de los demás, y esa parte de mi vida es la que me ha granjeado más amor y aprecio".

Sin rencor

Por lo demás, acepta sin rencores la incapacidad de su cine para conectar con el gran público; de hecho, en varios momentos de Siete Jereles lo vemos a él en pantalla, caminando hacia atrás, andando a contracorriente y abriendo su propio camino. "Entre mis nuevas obras hay una que se llama Tu coño, y no hay muchos artistas que se atrevan a crear una obra con ese nombre y esa temática. El mero hecho de poder decir que he hecho una película titulada así ya me llena la boca de alegría, y de pelos también". 

Y, por si hacen falta más pruebas de la personalidad contestataria de García Pelayo, baste mencionar el título de otro de sus trabajos más recientes: ‘Dejen de prohibir, que no puedo desobedecer todo’. "Vivimos cada vez más envueltos de prohibiciones, porque el Estado está obsesionado por controlar de forma cada vez más férrea a la sociedad civil", asegura, convencido de que la ciudadanía tiene la obligación moral de incumplir esas órdenes. "Me parece terrible que la juventud actual sea tan mansa, y que se acople tan perfectamente a lo que dicta el poder. La corrección política está teniendo un efecto similar al de la religión en la Edad Media; nadie se atreve a cuestionarla. Que nadie espere ese tipo de actitud de mí".

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