FESTIVAL LITERARIO EN MADRID

Eñe, capital Argentina

La nueva edición del festival que desde hace años preside el calendario literario del otoño madrileño llega esta vez con polémica incluida y con la nación del Cono Sur como país invitado

Público asistente al Festival Eñe en una de sus anteriores ediciones.

Público asistente al Festival Eñe en una de sus anteriores ediciones. / Cedida

Juan Cruz

Juan Cruz

Eñe se viste de gaucha, o de gaucho. Es decir, de literatura argentina, acaso la más importante en español de la última parte del siglo XX y, ahora, de lo que se edita y se lee en este idioma en el siglo XXI. El país de Borges, cuyo Fervor de Buenos Aires cumple un siglo en la próxima primavera, marcará ahora en Madrid el ritmo de un encuentro que, desde hace catorce años, cada otoño agita lo nuevo y lo clásico de lo que se publica con eñe. Una polémica sobre el emplazamiento de una intervención del dramaturgo Paco Bezerra, que considera que se ha censurado por parte de la Comunidad de Madrid su inicial presencia en el complejo El Águila, ha irrumpido en las semanas previas al evento.

El Eñe español nació como un festival en un principio en el Círculo de Bellas Artes. Ahora también se sitúa fuera de Madrid. Fue impulsado en la capital por el periodista y agitador cultural Alberto Anaut, cuya empresa La Fábrica toca todas las teclas posibles de la cultura. Eñe, la letra que explica la pasión que lo marca, decidió hace cinco años ampliar los otoños del español a todo el ámbito hispanoamericano. Así que en 2019 fue elegido México como país invitado. La pandemia interrumpió esa costumbre recién nacida, que se retoma ahora. España-México-Argentina son, pues, el triunvirato que avala esta iniciativa que ya conjunta escritores, libreros, editores y otros representantes de las consecuencias de la escritura a la que le resulta imprescindible la letra eñe.

Eñe está a punto. Sus responsables están sentados en medio de la abundante literatura que exhibe en su sede la librería Rafael Alberti, cuya titular, Lola Larumbe, ha sido este año la elegida por los organizadores para dirigir la selección de autores y asuntos, siguiendo la tradición de delegar en personalidades de los distintos campos de la cultura escrita la función de avalar los contenidos y los encuentros. Junto con ella está el director del festival, desde sus inicios, Luis Posada, miembro de La Fábrica.

Para ellos la elección de Argentina es, como pasó con México, una manera de invitar también a vecinos de España, pues muchos escritores argentinos (y editores, libreros y lectores) viven en este país. “Y por supuesto vendrán otros tantos del lado de allá”. Ojalá, dice Lola, “que este festival sirva para visibilizar aquí su importante trabajo”.

Argentina es una vitalidad literaria y cultural “desde siempre”, corrobora Posada, “y en particular en este momento”. “Por eso parece natural”, dice Larumbe, “que sea el país invitado, como lo fue México, como lo tendrá que ser Colombia, como lo tendrán que ser el resto de los países hispanos”. Hay un factor que ayuda a que este intercambio represente una solución de continuidad, “porque aquí, en España, tenemos escritores y editoriales y libreros argentinos desde hace mucho tiempo, además de que ha sido constante la presencia de libros del Cono Sur entre nosotros”.

Eñe es una muestra del mestizaje literario que existe en español"

— Lola Larumbe, directora literaria de esta edición

Es, dice Lola, “una muestra del mestizaje literario que existe en español”. Por eso, añade Luis, “este de aglutinar literaturas que se escriben con eñe es un proyecto fácil, muy natural… En el caso argentino, además, nos hemos coordinado con Paula Vázquez, escritora, que ahora ocupa un puesto clave en la difusión de la literatura argentina, quien también vendrá a España. Ella propuso nombres propios, Lola también señaló los que ella considera imprescindibles, y con autores de allá y de los que son de allá y viven aquí hemos conseguido una oferta de consideramos muy atractiva”. Según Paula, escritora, librera, ahora parte de la organización cultural del Gobierno argentino, este Eñe “es un modo de consolidación de la proyección internacional que la literatura argentina ha tenido en los últimos años, a partir de traducciones y de premios que han recibido libros de autores y autoras argentinos”. Acá vendrán autores como Eduardo Sacheri, Federico Falcó, Pablo Katchadjian, Gabriel Cabezón Cámara o María Negroni, “a los que se unirán en España Clara Obligado, Lucia Lijtmajer o Martín Caparrós”.

Ambiente previo a las charlas en el Círculo de Bellas Artes de una de las ediciones anteriores del festival.

Ambiente previo a las charlas en el Círculo de Bellas Artes de una de las ediciones anteriores del festival. / Cedida

La lista es interminable y peligrosa, al menos para el periodista que se atreva a resumirla, de modo que es mejor que situemos la responsabilidad de los nombres a cada uno de los lectores a buscar el programa en la página web del festival, donde hallarán las actividades y los protagonistas que cubrirán las propuestas de este Eñe desde el 11 de noviembre (en la Biblioteca Regional Joaquín Leguina de Madrid) hasta los días 18 y 19 de noviembre (en el Círculo de Bellas Artes). El Teatro de la Abadía acogerá actividades los días 26 y 27 de noviembre, las librerías y otras instituciones ubicadas en Madrid acogerán igualmente otras celebraciones a lo largo de todo el festival, y Málaga espera actividades también para finales del mes.

No fue difícil hacer las listas de los invitados, “aunque parecía como hacer la lista de los reyes magos, que finalmente se cumplió”, dice Lola. La parte argentina y la parte española “se pusieron de acuerdo muy pronto”, dice Posada. “Encajamos nombres de acá y de aquí, y tuvimos la suerte de que los autores aceptaran muy rápido la invitación”. “Los autores han sido muy generosos”, cuenta Lola, “ha habido muy buena onda”. “Es que es un festival bien razonado”, exclama Luis. Larumbe dice que ella sólo pidió que le dijeran qué límites había para ejercer su papel, “si tenía que guardar cuidado con algo, y como Luis me dijo que tenía libertad total, pues por ahí me lancé a ejercer lo que yo siento que es mi mirada sobre la literatura”. Es lo quiere Eñe, dice Luis, “que el director literario traiga su propia mirada. Aquí no hacemos presentaciones de libros sino conversaciones a partir de un tema, hablamos de la literatura en español, aunque este año hemos incorporado otras lenguas…”

Por ejemplo, la conversación inaugural de este año estará a cargo del italiano Erri de Luca, en conversación con Valerio Rocco, filósofo y director del Círculo de Bellas Artes. Es la primera vez que un autor de habla no hispana está en Eñe. Las literaturas catalana (por mediación de Llucia Ramis) y la vasca (seleccionada por Bernardo Atxaga) tendrán también presencia este año.

Lola Larumbe, librera y directora literaria del Festival Eñe 2022.

Lola Larumbe, librera y directora literaria del Festival Eñe 2022. / Alba Vigaray

Lola Larumbe “tenía asociado este festival a un solo fin de semana en el Círculo. No conocía que una parte se hacía en Málaga y tampoco que había la voluntad de incorporar prácticamente a todos los autores que tienen cabida en el mundo cultural de esa ciudad, algo que sucederá en parecidos términos en Madrid, y por eso se han incorporado aquí entidades como el Instituto Cervantes, la Biblioteca Nacional, la Casa de América y el complejo El Águila, así como varias librerías. Y en todas partes, consagrados y nuevos. Un festival abierto, ya lo verás”.

El complejo El Águila, donde está ubicada la Biblioteca Joaquín Leguina, ha centrado una polémica que tiene como protagonista a Paco Bezerra, dramaturgo, que se ha considerado expulsado porque su participación, sobre su propio teatro, debía ocupar lugar en el complejo El Águila y resultó emplazado precisamente en la librería de la directora literaria del festival. Luis Posada explica lo que ha ocurrido desde el punto de vista de la organización. “Hicimos una invitación a editoriales independientes, entre ellas a La Uña Rota, que dirige Carlos Rod. Y la editorial eligió que Bezerra hablara de su obra Muero porque no muero (La vida doble de Teresa) en diálogo de veinte minutos con el propio editor, leyendo párrafos de su trabajo. Nosotros buscamos el sitio más adecuado para él, como hacemos con todos los autores, y le ofrecimos como espacio alternativo la Librería Alberti. Pero el autor dijo que él quería otro espacio. Nosotros siempre hemos querido que Bezerra esté presente en el festival”. Larumbe añade: “Me hubiera encantado que este año hubieran estado presentes en el programa Paco Bezerra, Premio Nacional de Teatro, y Uña Rota, que tiene un catálogo excelente y con cuyo director, Carlos Rod, tengo una relación estupenda”.

Mi obra ha sido tumbada dos veces"

— Paco Bezerra, dramaturgo

En conversación con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA Bezerra precisó la causa de su negativa a aceptar la propuesta de la organización de Eñe. Es esta, según él, la que quiso reubicar su participación en lugar distinto al sugerido primero en El Águila. Que este sitio pertenezca a la Comunidad y que sea esta entidad la misma que ostenta la propiedad pública de los Teatros del Canal, donde se le negó el espacio para representar su texto, le lleva a sostener “que mi obra ha sido tumbada dos veces”. Ese veto lo atribuye a la Comunidad. Él se sigue sintiendo invitado por la organización de Eñe, y es esa “sombra de censura” la que le lleva a no aceptar el otro emplazamiento. “En mi no está la última palabra, pues son ellos los que me deben restituir la invitación primitiva. No tengo ningún problema con la librería. Todo huele a censura”.

La revista de una letra sola

En el mundo no hay muchas revistas cuyo título sea una letra sola. Está <em>Ñ, </em>la revista literaria que nació como suplemento de <em>Clarín</em>, diario de Buenos Aires, y que ahora sigue dependiendo del grupo que la edita desde 2005, pero desgajada del diario. La presentaron aquel año, en el marco del Congreso de la Lengua Española, en Rosario, Argentina, el director que la fundó, Juan Bedoian, y el director general del periódico, Ricardo Kirschbaum, que la entregaban gratis a los invitados a aquel acontecimiento que inauguró Fontanarrosa y presidieron los Reyes de entonces. Desde hace años la directora de esta Ñ argentina que se lee en toda América y está en los quioscos de Buenas Aires (en Madrid se consigue en la Librería Dédalus) es Matilde Sánchez, periodista y escritora. “Volveremos a repartir Ñ en el Festival Eñe de Madrid, en el Instituto Cervantes y en Olavide, el 'bar de libros' de Chamberí”. Aquí, en el festival de su festival tocayo, estará representada en varias actividades.

Papel, pues, para Ñ. “Hoy puede ser visto como una rémora eso de repartir papel, pero se acerca más al ritual: ese dar a leer que está en nuestras escenas familiares y profesionales. ¡Jean Seberg repartía el Tribune en la famosa película! Todo está en nuestras computadoras de bolsillo, pero acá está el papel también”. ¿Y el papel de Ñ en la cultura? “En su editorial en el número uno de Ñ, Kirschbaum señalaba el desafío: 'la cultura argentina es progreso, estímulo, orgullo y resistencia, como un modo de aferrarnos a una idea de país conmovido por crisis recurrentes'. La síntesis aplica hoy, cuando las crisis no dejan de acumularse. Hay que hacer un periodismo cultural accesible y de gran calidad. Esa brújula sigue aspirando a ser nuestra revista”.

En Ñ el grueso de la cobertura literaria “es periodismo, cerca del autor, a través de las entrevistas. Argentina y Ñ tienen un público muy volcado al ensayo en Humanidades. Las entrevistas suelen funcionar como un 'índice de autor', con sus focos personales sobre lo que acaba de publicar. Tenemos crítica también, a pesar de que me parece un género en crisis. Hacemos a veces apuestas, porque buscamos sorprender. La sorpresa es un motor muy estimulante en todo lo que sea cultural”.

Ñ ha avanzado para Eñe una programación que incluye el 15 de noviembre una conversación con Martín Caparrós en el Instituto Cervantes. Caparrós es uno de los grandes autores argentinos, que ha alternado la novela y la historia y el periodismo con la misma pasión para cada uno de los géneros, y en este país es algo como un adelantado de lo que en su día fueron ilustres exiliados europeos de una patria que ahora ya no tiene extraditados. En una nueva librería argentina, de las varias que ya se transitan por Madrid, Olavide Bar de libros, que dirigen Raquel Garzón y Daniel Ulanovski, provenientes precisamente de la plantilla de Clarín, el escritor cubano Antonio José Ponte y su colega argentino Patricio Pron debatirán el 18 de noviembre “sobre la experiencia de la emigración masiva generacional, el contraste entre viejos y nuevos escritores en las comunidades de expatriados y el reflejo de sus libros”.

Será Matilde Sánchez la que anime estas conversaciones que forman parte de ese abrazo que las eñes se darán en el otoño (la única estación que tiene eñe) de Madrid, casi verano en Buenos Aires.