CICLO INÉDITO

La guitarra se independiza en la Bienal de Flamenco de Sevilla

El festival programa catorce conciertos con una gran variedad de intérpretes y la sola presencia del instrumento

Ángeles Castellano

Ángeles Castellano

"Estoy un poquito nervioso". La frase, que pronunció el guitarrista flamenco Joselito Acedo al comenzar su concierto, está siendo la tónica general entre los intérpretes del ciclo Guitarra desnuda que programa la Bienal de Flamenco de Sevilla. Acedo recorrió la geografía española junto a Rosalía en la etapa previa a El mal querer (Sony Music, 2018) y le arregló los tangos Juro que, que la cantante-cantaora publicó en 2020. Pero además ha acompañado y compuesto para muchos otros artistas como Lole Montoya, Remedios Amaya, o Rosario La Tremendita, y tiene dos discos propios: Andando (2015), por el que fue nominado a un Latin Grammy, y Triana D.F. (2021). En esta edición de la Bienal, cuando Joselito Acedo subía al escenario, ya lo había hecho en otras dos ocasiones, pero en ninguna se había sentido tan expuesto y tan desnudo como en este espectáculo, al que ha bautizado Alive.

Es la primera vez que se organiza un ciclo como Guitarra desnuda. Nunca antes, ni en Bienal ni en ningún otro espacio o festival, se ha ofrecido un programa de conciertos en el que la guitarra flamenca esté sola. Cruda. Sin acompañamiento posible. Gerardo Núñez, guitarrista, compositor y director del ciclo, resalta que incluso se ha especificado por escrito: "No pueden tener ningún acompañamiento".

En la presentación a los medios, que contó con la presencia de seis de los 14 guitarristas programados (están también Gerardo Núñez, Álvaro Martinete, Canito, Jesús Guerrero o Yerai Cortés, entre otros), ninguno fue capaz de citar un concierto de guitarra flamenca sin acompañamiento que recordaran como referencia previa. Todos decían sentir preocupación y agradecimiento a partes iguales: miedo por el salto al vacío que supone un concierto así, y agradecimiento por programar un ciclo tan arriesgado: los programadores dicen que no venden entradas. "Yo me he criado escuchando a los grandes maestros", explicaba José Quevedo, Bolita. "Ves tocar a Sabicas y él solo tiene una sonoridad que parece la Sinfónica de Boston, y eso siempre me ha llamado la atención: tener un discurso propio despojando al instrumento de todo lo que se le ha ido añadiendo últimamente".

Este fue, justamente, el germen de Guitarra desnuda. Bolita le propuso a Chema Blanco, director del festival, hacer un recital solo y es el guitarrista del ciclo que más lejos ha llevado la idea: aunque en su concierto de este miércoles presentó algunas de las creaciones de su nuevo disco, Fértil, que tiene previsto publicar antes de que se acabe el año, dejó una parte abierta a la improvisación. "Voy a liberarme mentalmente y que la música me lleve en ese momento por donde ella quiera", explicaba días antes de su actuación.

Pilar del flamenco

La guitarra, considerada el instrumento imprescindible en el flamenco y uno de sus tres pilares (junto con el cante y el baile), siempre ha estado a la sombra de los otros dos. Ramón Montoya (1880-1949), que tomó como modelo a los intérpretes de música clásica, la puso al mismo nivel de las otras dos formas de expresión y fijó una primera guitarra flamenca solista con sus grabaciones de recitales en los años 30. Sin embargo, fue Paco de Lucía el que revolucionó el instrumento y lo elevó de nivel. Su concierto en el Teatro Real en 1975 es el referente que los guitarristas actuales citan constantemente.

Fragmento del concierto inaugural del ciclo Guitarra desnuda en la XXII Bienal de Flamenco de Sevilla

Bienal de Flamenco de Sevilla

El de Algeciras no sólo agrandó el toque enriqueciendo las armonías y melodías. También fijó el equipo que suele acompañar a la guitarra desde entonces: cantaor -de voz normalmente aguda y agitanada-, segundas y terceras guitarras, percusiones -cajón flamenco, sobre todo- y un sinfín de instrumentos -saxofón, flauta, violín, bajo eléctrico...-. "Además, en un formato cambiante y flexible. Este modelo de guitarrista capitán es una cosa relativamente reciente", afirma Cristina Cruces, investigadora y catedrática de Antropología Social de la Universidad de Sevilla. Gracias a esto, los conciertos de guitarra flamenca se ampliaron y se incorporaron a las grandes programaciones.

Variedad sin diversidad

Los conciertos de Guitarra desnuda tienen una duración aproximada de 50 minutos. El recital de apertura, ofrecido por Gerardo Núñez, fue de guitarra sola, pero no era la única. Estuvo acompañado de Álvaro Martinete, Rycardo Moreno, Canito, Salvador Gutiérrez y Jesús Guerrero, y propuso un diálogo en el que su guitarra prologó a las demás. Jaleados por un público deseoso de vivir la experiencia, el ambiente de camaradería y disfrute entre los músicos fue la tónica dominante.

Una sensación que ha podido vivirse en los demás conciertos celebrados hasta la fecha: el público -numeroso o reducido- parece deseoso y ovaciona a los guitarristas en la menor ocasión. Y ellos ejecutan recitales íntimos, en los que predomina la sensibilidad, y que suponen un colorido muestrario de la creatividad de algunos de los máximos exponentes del instrumento en la actualidad. "Necesitamos el calor del público", decía Alfredo Lagos casi al finalizar su concierto. "Este tipo de recitales es muy importante para mostrar nuestro trabajo".

Algunos de estos guitarristas tienen un sonido más tradicional -caso de Álvaro Martinete, el más joven, de Paco Jarana o de Salvador Gutiérrez-, otros son renovadores dentro de la tradición -Alfredo Lagos (curtido en espectáculos de Israel Galván o junto a Enrique Morente), Jesús Guerrero, Bolita o Joselito Acedo- y otros han creado un sonido propio y exploran los límites del flamenco con otras músicas -como Canito, coautor de Visto en el Jueves, de Rocío Márquez, o Rycardo Moreno, habitual acompañante de Tomás de Perrate-. Muchos suelen acompañar al baile y al cante, algunos han grabado discos en solitario, pero todos, admite Gerardo Núñez, tienen un discurso y una personalidad artística que les hacen destacar.

Fragmento de 'Alive', concierto de Joselito Acedo en el ciclo Guitarra desnuda de la Bienal de Flamenco de Sevilla

Algunos nombres se echan de menos. El mismo Vicente Amigo, gran estrella presente en esta Bienal, prefirió presentar su propuesta actual acompañado por su grupo habitual en el Teatro de la Maestranza. Otros, como Dani de Morón, están inmersos en tantos proyectos que no han podido preparar un recital propio.

Pero sobre todos, faltan las mujeres. Tradicionalmente excluidas de la instrumentación en el flamenco, a pesar de que hay muchas profesionales destacadas, ninguna de ellas forma parte de este ciclo. Chema Blanco, director de la Bienal, se excusaba citando un ciclo muy similar programado en Sevilla el pasado mes de junio, pero ni Núñez, ni el resto de los compañeros, las mencionan entre las ausencias, ni siquiera para justificarlo. "Es inexcusable", afirma rotunda Cruces. "No solamente es una cuestión de de paridad, es una cuestión de reconocimiento. Es inconcebible".