OBITUARIO

Muere William Klein, maestro de la modernidad fotográfica

Fallecido a los 94 años, el fotógrafo y cineasta revolucionó la fotografía con sus imágenes callejeras y su reinvención de la iconografía pop del mundo de la moda

El fotógrafo y director de cine William Klein.

El fotógrafo y director de cine William Klein. / ARCHIVO

Quim Casas

Una de las primeras cosas normales que recuerdo haber hecho tras el final del estado de alarma decretado el 14 de marzo de 2020 fue ver en La Pedrera la exposición Manifiesto de William Klein, que pudo visitarse entre el 15 de julio y el 1 de noviembre de aquel año de pandemia y confinamiento. Fue una nota de modernidad pop y fotografía callejera: las fotos en blanco y negro de modelos femeninas de pelo corto y vestidos a rayas, la de un niño mirando desafiante a cámara y apuntando con una pistola, la de una mujer muy elegante bajando de un taxi neoyorquino, la de un grupo de jóvenes apretujados a la espera del inicio de un concierto de The Rolling Stones, la de una manifestación proletaria en las calles de París.

Klein renovó la fotografía a partir de los años 50, aunque a veces se consideró más anti-fotógrafo que fotógrafo. Falleció el pasado sábado, a los 94 años, dejando un legado inmenso y una ruptura permanente. Su cámara capturó las contradicciones de la sociedad moderna.Se parecía a veces a Walker Evans, cuando este fotografiaba con cámara oculta a los hombres, mujeres y niños que viajaban en el metro de Nueva York, o a la inmediatez de un Robert Frank. Rostros desenfocados en primer plano entre la multitud, chicas en biquini en un parque, una modelo multiplicada hasta el infinito en un juego de espejos, mujeres lujosas, chicas con un leopardo e indigentes riendo ante el objetivo de su cámara.

Una fotografía de contrastes –como la de dos mujeres occidentales en bañador tomando té y refrescos en el desierto africano junto a unos dromedarios–, atenta y expresiva, esencialmente en blanco y negro hasta que Klein descubrió las enormes posibilidades del color. También mezcló ambas estéticas: la foto de la cubierta del disco de Serge Gainsbourg Love On The Beat (1984), en la que vemos al cantante en una actitud andrógina fumando un cigarrillo, es en blanco y negro con los labios teñidos de un rojo carmesí.

Nacido en Nueva York, hijo de inmigrantes judíos, a los 20 años se trasladó a París para cursar estudios de Historia del Arte en La Sorbona. Ahí empezó a desdoblarse su mirada: siempre se ha hablado del Klein americano y el Klein europeo. Sus primeras influencias procedieron de Fernand Léger, la escuela Bauhaus y Piet Mondrian. Unos años después realizó diversos murales en Milán y colaboró en revistas italianas de arquitectura. Se interesó en la mezcla de la fotografía con la pintura abstracta y la escultura.

Fotógrafo de moda

De vuelta a Nueva York hacia 1954, entró en contacto con la revista Vogue, que le contrato como fotógrafo de moda –y él impuso fotografiar a las modelos en plena calle, buscando contrastes extremos– y le financió un proyecto muy personal, una especie de diario fotográfico de la ciudad tal y como la veía ahora tras su periplo europeo. Lo llamó el grado cero de la fotografía. Estados Unidos lo rechazó, así que compiló todo aquel material en un libro, New York 1954-55, y volvió a París, donde el cineasta Chris Marker le ayudó a publicarlo. La portada era muy impactante: fondo rojo, el nombre de Klein en blanco y el de Nueva York en negro con letras muy grandes y asimétricas.

Realizó también diarios de fotos de Roma, Tokio y Moscú, pero entre mediados de los 60 y 1980 sustituyó la fotografía por el cine. Había sido consultor artístico de Louis Malle en Zazie en el metro (1960) y dirigido el corto Broadway By Light (1958), un trabajo experimental rodado en Times Square. Sus dos largometrajes más conocidos serían Qui êtez-vous, Polly Maggoo? (1966), mezcla de musical, animación y fotos fijas que satiriza el mundo de la moda, y Mr. Freedom (1969), una virulenta parodia de los relatos de superhéroes en el que su protagonista mata y viola para combatir al comunismo. También participó junto a Marker, Resnais, Varda y Godard en el filme colectivo Loin du Vietnam (1967) y rodó el documental Muhammad Ali, Thegreatest (1969). En los 80 volvió a la fotografía, aunque no abandonó el cine ni la realización publicitaria.