Viaje a través del séptimo arte

Cuando se habla de España como escenario de cine, muchos piensan en el spaghetti-western, películas como Por un puñado de dólares que Sergio Leone rodó en Almería en los 60 con Clint Eastwood, pero hay más, muchas más. Al menos 250 más, que son las que Jaume Palau (Lleida, 1977) ha destripado en su libro Un país de película. Un viaje por España y sus escenarios (Kami, 2022).

Diplomado en Turismo y amante del séptimo arte, el autor ha aunado sus dos pasiones y se ha convertido en un experto en rutas cinematográficas y seriéfilas. Y si el geógrafo griego Estrabón decía que una ardilla podía recorrer España brincando de árbol en árbol (es más una leyenda), Palau garantiza que hoy un turista puede hacerlo de filme en filme, como la decena que en esta página recomienda.

Porque España, explica, es "un gran set: tiene castillos espectaculares, como el de Loarre (Huesca), que aparece en El reino de los cielos; edificios futuristas, como el Oceanogràfic de València; visto en Tomorrowland, paisajes volcánicos como el Timanfaya (Lanzarote), por las que se pasea Raquel Welch en Hace un millón de años; montañas nevadas, como Sierra Nevada (Granada), convertida en los Urales en Doctor Zhivago; playas paradisiacas, como la de Borizu (Celorio, Asturias), reconocible en Remando al viento… La lista es extraordinaria y heterogénea".

Todos estos enclaves los ha recorrido Palau en las últimas dos décadas, escribiendo notas, tomando fotos, descubriendo encuadres. Un material que recoge en un exhaustivo libro de 350 páginas que puede servir de guía, o mapa del tesoro, para localizar los escenarios de clásicos como Pandora y el holandés errante, cinta de 1951 filmada por Albert Lewin en la Costa Brava. Esta producción internacional "puso a España en el escaparate mundial del séptimo arte", escribe en el volumen, profusamente ilustrado con fotos, fotogramas y carteles.

Para Orson Welles, que rodó por estos lares Campanadas a medianoche y Mister Arkadin, "era incomprensible que tuvieran que venir cineastas de fuera para explotar una cantera inagotable", cuenta Palau, autor también de Licencia para viajar, Set Wars y De vacaciones por los Siete Reinos. Medio siglo después, Ridley Scott apostilló: "Tenéis el mejor estudio del mundo sin usar. Demencial", declaró en 2015 durante la presentación de Exodus: dioses y reyes, su cuarto filme por estas tierras tras 1492, El reino de los cielos y El consejero.

Con los años la situación ha mejorado, subraya Palau, como demuestran grandes películas españolas como Los otros, de Alejandro Amenábar, que situó en el palacio de Hornillos (Arenas de Iguña, Cantabria) la mansión de aire británico en la que residen Nicole Kidman y sus hijos, y Lo imposible, de J. A. Bayona, que no viajó al Índico para recrear el tsunami de 2004, le bastó con instalar su cámara en la Ciudad de la Luz valenciana.

Lamenta, eso sí, que las administraciones no apuesten por "una rama del turismo cultural como es el turismo cinematográfico" para proyectar España al mundo y que "no conserven como se merecen" decorados como los levantados a finales de los 60 en Almería, junto a la A-2, para El Cóndor, de John Guillermin, hoy "en estado ruinoso".

Y reivindica el retorno que supone el cine para cualquier localidad. Basta un ejemplo para darle la razón. En 1998, Steven Spielberg vio en las marismas del Guadalquivir los grandes arrozales chinos que debían aparecer en El imperio del sol. Él y todo su equipo desembarcaron en Trebujena (Cádiz), que entonces tenía uno de los índices de paro más altos del país. El rodaje marcó un antes y un después: "Supuso una lluvia de millones", recalca Palau.

'PANDORA Y EL HOLANDÉS ERRANTE' (1951)

"Ava Gardner dejó huella en la Costa Brava y, sobre todo, en Tossa de Mar –transformada en una localidad llamada Esperanza–, donde una estatua de bronce recuerda el paso de la actriz, star system del momento".

'EL CID' (1961)

"Charlton Heston, como Rodrigo Díaz de Vivar, cabalga para la eternidad por las arenas en la playa Norte de Peñíscola (Castellón). La historia más española de la factoría de Samuel Bronston, dirigida por Anthony Mann, fue declarada de interés nacional".

'EL BUENO, EL FEO Y EL MALO' (1966)

"Clint Eastwood, leyenda viva del cine, paseó por los espectaculares relieves graníticos de La Pedriza en esta película de Sergio Leone, la tercera de la denominada Trilogía del dólar, que lo encumbró como actor".

'LOS SEÑORES DEL ACERO' (1985)

"En el casco viejo de Cáceres, joya arquitectónica patrimonio de la Unesco, el director Paul Verhoeven y el actor Rutger Hauer (el replicante de Blade Runner) rodaron esta cinta ambientada en la Italia del siglo XVI".

'INDIANA JONES Y LA ÚLTIMA CRUZADA' (1989)

"Steven Spielberg situó en la playa de Mónsul, en el cabo de Gata (Almería), el momento en el que Sean Connery (Henry Jones) derriba a un avión con su ingenio y ante la atónita mirada de Harrison Ford (Indiana Jones)". 

'EL MUNDO NUNCA ES SUFICIENTE' (1999)

"A un capricho orográfico como las Bardenas Reales (Navarra), un paisaje casi irreal, llega Pierce Brosnan en la piel de Bond, James Bond, para terminar con los planes del villano de turno en la película de Michael Apted".  

'EL REINO DE LOS CIELOS' (2005)

"Ridley Scott tuvo un flechazo al ver el castillo de Loarre (Huesca), la mejor fortaleza románica de Europa, y decidió ambientar aquí su película sobre las cruzadas. Un dato: el rodaje duplicó las visitas al monumento".

'EL ORFANATO' (2007)

"J. A. Bayona encontró a la salida de la villa de Llanes (Asturias) el palacio de Partarríu, una casa señorial con tintes encantados, que en la vida real había hecho las veces de orfanato, el escenario perfecto para rodar los exteriores de su ópera prima".

'THE WAY' (2010)

"La proyección del Camino de Santiago a través de esta película de Emilio Estévez, con su padre, Martin Sheen, como protagonista, contribuyó a que muchos americanos peregrinaran hasta la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela".

'JASON BOURNE' (2016)

"La plaza de España de Santa Cruz de Tenerife, acostumbrada a vestirse de gala para los carnavales, se transforma en un caos absoluto para la película de Paul Greengrass, en la que Matt Damon, en el papel del espía amnésico, simula estar en Grecia".