CONFLICTOS DE UN CREADOR
Neil Gaiman y las series: una relación tumultuosa
Repasamos los complicados lazos del escritor con la televisión para celebrar el esperado estreno de 'Sandman'
Juan Manuel Freire
"Gaiman, un joven inteligente, seguro de sí mismo y con un plan en mente, perfeccionó y promovió su marca mientras muchos de nosotros estábamos gastándonos el dinero en alcohol y drogas y comportándonos como si siempre hubiese sido así, así de fácil", recordaba otro gran guionista de tebeos, Grant Morrison, en su recomendable ensayo-biografía Supergods: héroes, mitos e historias del cómic.
Desde luego, Gaiman supo aprovechar el momentum de Sandman para lanzar tentáculos en múltiples direcciones, entre ellas la televisión. En otoño de 1996, solo unos meses después de echar el cierre a su cómic más famoso, estrenaba en BBC Two Neverwhere, fantasía urbana cocreada por él mismo que, según explicó, era mejor en su imaginación.
Era solo el comienzo de su larga y harto tumultuosa relación con las series. Entre las alegrías, haber sido uno de los pocos guionistas a los que J. Michael Straczynski confió un capítulo de Babylon 5 (El día de los muertos), o poder hacer plenamente a su aire un corto (Statuesque) para la serie 10 Minutes Tales. Entre los traumas, que después de escribir un episodio premiadísimo de Doctor Who (La mujer del Doctor, de 2011), acabara envuelto en uno masacradísimo (Pesadilla plateada, de 2013).
Aquella mala experiencia alejó durante un tiempo a Gaiman de la escritura y creación televisiva. Solo observaba desde la distancia cómo otros adaptaban sus obras por él. Fox estrenó en 2016 Lucifer, en la que el personaje creado para Sandman se aliaba con la policía para resolver crímenes. Ese mismo año, Sky Arts estrenó Historias probables de Neil Gaiman, adaptación de cuatro historias suyas con la dirección de Iain Forsyth y Jane Pollard, el dúo de 20.000 días en la Tierra. Sus acercamientos al terror corporal (Cuerpos extraños), el gore (Alimentadores y alimentados), la historia de fantasmas (Hora de cierre) y el softcore (En busca de la chica) resultaron demasiado ambiguos para ser un gran éxito. Tampoco duró lo que se esperaba la adaptación de Starz de American Gods, en la que Gaiman sí que participó como productor, aunque según ha contado sus aportaciones se ignoraron sistemáticamente.
Adaptar a Gaiman es difícil, en parte porque sus exuberantes visiones requieren un desembolso importante: de ahí que la BBC pidiera ayuda a Amazon para levantar Good Omens, la serie basada en el libro apocalíptico de Gaiman y el no menos grande Terry Pratchett, quien poco antes de morir pidió a su colega que se encargara de adaptarlo. Su segunda temporada debería llegar en los próximos meses, si todo sale bien. 2022, año (especialmente) Gaiman.
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