VERANO CULTURAL

Tres 'delicatessen' de la danza del siglo XXI embrujan la apertura del Grec

La veintena de bailarines de la prestigiosa compañía Nederlans Dans Theater bordaron un exigente programa inaugural donde combinaron la abstracta pieza de Marina Mascarell, una hipnótica coreografía de Sharon Eyal y una emblemática obra de William Forsythe

Bailarines de NDT en un momento de ’Bedroom Folk’, de Sharon Eyal y Gai Behar, en el Teatre Grec.

Bailarines de NDT en un momento de ’Bedroom Folk’, de Sharon Eyal y Gai Behar, en el Teatre Grec. / MANU MITRU

Marta Cervera

La danza volvió a ser protagonista en la apertura del GrecEl exigente programa de danza contemporánea, con obras de Marina Mascarell, Sharon Eyal y William Forsythe, a cargo de la prestigiosa compañía holandesa Nederlans Dans Theater (NDT-1) se llevó los aplausos de los espectadores en el Teatre Grec. En las primeras filas se situaban destacados representantes de la política y la cultura: la alcaldesa Ada Colau, la consellera de Cultura Natàlia Garriga y la presidenta del Parlament de Catalunya Laura Borràs.

La juventud del actor Carlos Cuevas (Merlí) contribuyó a rebajar la media de edad de los asistentes, con representación del teatro privado y público de la ciudad. Entre ellos había también mucha gente del mundo de la danza como el veterano coreógrafo Cesc Gelabert, que en 2011 abrió el festival con una sardana contemporánea. Tampoco faltaron a la cita Catherine Allard, bailarina de NDT y musa del coreógrafo checo y director Jiri Kylian reconvertida, desde hace 25 años, en jefa de la exitosa compañía barcelonesa IT Dansa del Institut del Teatre ni Àngels Margarit, coreógrafa que pilota el Mercat de les Flors. Todos pudieron presenciar el nuevo rumbo tomado por NDT desde 2020, cuando tomó las riendas la canadiense Emily Molnar, cuyo objetivo es desarrollar al máximo la capacidad de los intérpretes y conectar con los nuevos creadores y el público del siglo XXI.

Pabellón alto

La compañía holandesa dejó el pabellón alto en una noche que se disfrutó sin necesidad de llevar mascarilla como el año pasado. La única pega fue el tiempo empleado entre cada una de las piezas, especialmente al acabar la primera, de la coreógrafa valenciana Marina Mascarell, How to cope with a sunset when the horizon has been dismantled (2022), que traducido sería 'Cómo afrontar un atardecer cuando el horizonte se ha desmantelado'.

Nederlans Dans Theater, en el Teatre Grec, en un momento de 'How to cope with a sunset when the horizon has been dismantled', de Marina Mascarell.

Nederlans Dans Theater, en el Teatre Grec, en un momento de 'How to cope with a sunset when the horizon has been dismantled', de Marina Mascarell. / MANU MITRU

Mascarell, artista asociada al Mercat de les Flors, parte de una escenografía abstracta sobre un linóleo blanco con diez esculturas del mismo color de diferentes dimensiones con las que dialogan ocho bailarines. La pieza viaja del silencio y la individualidad a un ejercicio de conjunto al son del Vals triste de Sibelius. Equilibrio, fuerza y nuevas formas de movimiento, a veces angulosas y rectas como las esculturas -tal vez icebergs a la deriva- con las que conviven los bailarines, destacaron en esta obra donde los intérpretes visten muy diferente, realzando su individualidad pero sin distinción de género y sin un código determinado más allá de la variedad en los estampados y la comodidad.

Calma y energía

La sensación de calma que transmite al final la pieza de Mascarell contrastó con la tensión creciente que provocó la hipnótica obra de Sharon Eyal y Gai Behar Bedroom Folk (2015) y con la explosión de fuerza física y acrobacias de la emblemática obra de William Forsythe One flat thing, reproduced (2000), corta e intensa, que cerró el programa. Impresionante ejercicio de coordinación a gran velocidad dentro de un caos ordenado con ayuda de 20 mesas colocadas estratégicamente. Un must de la danza contemporánea que, al igual que el resto de obras, se pudo disfrutar por primera vez en Catalunya gracias al Grec.

Eyal, que se formó en la célebre compañía israelí Batsheva Dance Company, donde fue bailarina y coreógrafa al lado de Ohad Naharin, creó su propia compañía en 2012 junto a su pareja en la vida y la danza, el célebre DJ Gai Behar. Ambos crearon esta pieza que sigue el hipnótico ritmo percutivo de Bedroom Folk y que fue la más aplaudida.

Una imagen del Teatre Grec en la inauguración del Festival Grec, el miércoles por la noche.

Una imagen del Teatre Grec en la inauguración del Festival Grec, el miércoles por la noche. / FERRAN NADEU

En ella la coreógrafa capta el latido de una sociedad testigo de una violencia ante la que se horroriza pero no actúa. La música del DJ Ori Lichtik conecta con los marcados movimientos de los bailarines, que unas veces parecen autómatas y otras, animales. Sobresaliente la coordinación de todos los intérpretes, tanto cuando forman ese grupo compacto como cuando amplían su área de acción con movimientos geométricos y rítmicos. La poderosa danza de Eyal, que solo se había visto en Catalunya hasta ahora en el TNC con Aisha ans Abhaya (Rambert Ballet), conectó con formas clásicas en varias ocasiones, como esa exigente escena que ejecutaron clavados en un exigente y amplio plié.

El elegante y sencillo vestuario de Rebecca Hytting, todo en negro, va a favor de la pieza y contribuye a resaltar la expresividad de los intérpretes. En ellos ciñe el cuerpo como un guante hasta el pecho y en ellas, deja piernas, hombros y brazos visibles con un escote palabra de honor muy sensual. Un espectáculo redondo.

Superada la noche inaugural Cesc Casadesús, director artístico del Grec, solo cruza los dedos para que el público por fin se anime y vuelva a llenar las salas, la oferta es amplia y variada.

Más danza

Aunque las entradas para la segunda y última función de NDT-1 están agotadas, son muchas las propuestas de danza que ofrece el festival. Este fin de semana, por ejemplo el transgresor Israel Galván, defensor del flamenco más libre, se unirá por primera vez a la Escolania de Montserrat en Seises (Mercat de les Flors, 2 y 3 de julio) y la próxima el solicitado creador noruego Alain Lucien Øyen actuará en el mismo escenario con Story, story, die (6 y 7 de julio), una creación visceral y cinematográfica sobre el amor y la mentira. La Veronal, una de las compañías barcelonesas con más proyección internacional, regresa con el aclamado Openning night al Teatre Nacional de Catalunya donde se estrenó, del 14 al 16 de julio. Si quieren descubrir nuevos territorios no se pierdan Bach to the future 1.0 en la Fundació Joan Miró (6 de julio) y para disfrutar de danza con humor y en familia, ImPerfect, primera propuesta bailada de La Baldufa a las órdenes de Sol Picó (6 y 7 de julio, SAT!).