Mito del cine

Muere Jean Louis Trintignant: elogio del actor íntegro

Por la filmografía del actor, fallecido a los 91 años, desfila lo mejor del cine europeo de los años 60 a 90, de ‘Z’ y ‘El conformista’ a ‘Tres colores: Rojo’

Jean-Louis Trintignant.

Jean-Louis Trintignant. / Reuters

Quim Casas

En 2012, a los 82 años, Jean-Louis Trintignant llevaba una década retirado del cine. El que había sido uno de los rostros fundamentales del cine estaba apartado de las pantallas y de la vida pública. Pero en aquel 2012, Michael Hanecke le presentó su guion de Amor, la historia de los últimos años en la vida de una anciana pareja, y Trintignant, contra todo pronóstico, regresó para interpretar junto a Emmanuelle Riva, otra intérprete fundamental del cine francés moderno (Hiroshima mon amour), esta película realista sobre la vejez y la enfermedad

Amor ganó el Oscar al mejor filme extranjero y arrasó en los César y en los premios del cine europeo, con sendos galardones para Trintignant y Riva. No era la primera vez que Trintignant conseguía un premio de relumbrón: ganó como mejor actor en Cannes con Z (1969) y un año antes el Oso de Plata en Berlín por El hombre que miente (1968). Hasta cuatro veces había sido nominado a los César, pero no sería hasta su composicional otoñal en ‘Amor’ que lo lograría.

Los premios (casi) nunca son justos. Trintignant, fallecido este viernes a los 91 años a causa de un cáncer de próstata, debería haberlos ganado por La escapada(1962), la tragicomedia de Dino Risi en la que lidió con el juerguista Vittorio Gassman; por Un hombre y una mujer (1966), la celebrada historia de amor con Anouk Aimée al ritmo de la melosa música de Francis Lai; Mi noche con Maud (1969), uno de los mejores cuentos morales de Éric RohmerEl conformista (1970), donde, dirigido por Bernardo Bertolucci, realizó el memorable retrato de una mentalidad fascista; Vivamente el domingo (1983), un peculiar relato policiaco de François Truffaut en blanco y negro, o Tres colores: Rojo (1994), el cierre de la trilogía de los colores de Krzysztof Kieslowski.

Dimensión comercial

Cine de autor siempre, pero sin desdeñar nunca propuestas de dimensión más comercial. Nada raro teniendo en cuenta que su descubridor fue Roger Vadim, quien lo emparentó con Brigitte Bardot en Y Dios creó a la mujer (1956) y le dio un papel junto a Jeanne Moreau en Las relaciones peligrosas (1959). Lejos de quedar marcado por aquellos filmes de erotismo soft del director de Barbarella, Trintignant despegó pronto hacia un cine más intimista con Verano violento (1959), una de sus colaboraciones con Valerio Zurlini.

Era la época rutilante del cine de episodios, al que Trintignant aportó un personaje en Los siete pecados capitales (1962), en el episodio sobre la lujuria realizado por Jacques Demy. Y del cine radicalizado de autores como Alain Robbe-Grillet, uno de los pilares del ‘nouveau roman’, que contó con él en sus fascinantes incursiones cinematográficas: Trans-Europ-Express (1966), El hombre que miente y Deslizamientos progresivos de placer (1974).

Actor de Costa-Gavras (Z), Claude Chabrol (Las ciervas, 1968) y Ettore Scola (La terraza, 1980), formó pareja con Romy Schenider en Anna Kauffmann (1973) y El trepa (1974), y con Catherine Denueve en La agresión (1975) y El dinero de los demás (1978). Antxon Eceiza y Elías Querejeta le convencieron para que protagonizara en España Las secretas intenciones (1970), en el que dio vida a un arquitecto ligado a una joven de tendencias suicidas.

Aportaciones policiacas

Al policiaco aportó algunas piezas mayúsculas como Los raíles del crimen (1965), Como liebre acosada (1972), Funeral en Berlín (1972) y, sobre todo, Flic Story (1975), donde encarnó al enemigo público número uno en la Francia de la década de los 50, el gánster Émile Buisson. Incluso protagonizó el euro-western de Sergio Corbucci, El gran silencio (1968).

Estuvo casado entre 1960 y 1976 con la actriz y directora Nadine Trintignant, y antes con la también actriz Stéphane Audran, futura esposa de Claude Chabrol. Con Nadine tuvo un hijo y dos hijas. Una de ellas, Marie Trintignant, murió a consecuencia de los golpes recibidos por parte de su pareja, Bertrand Cantat, líder del grupo de rock Noir Désir. Ocurrió en 2003, el año en que Jean-Louis Trintignant decidió abandonar el cine. Volvió gracias a Haneke, quien le dirigió de nuevo en Happy End (2017), pero desde 2018 se había apartado de focos y cámaras, esta vez para siempre.