Masha Aliójina y Olga Borisova, las Pussy Riot que se rebelan contra Putin

Oculta bajo una capucha verde y con una mochila frigorífica a la espalda, María Aliójina, conocida como Masha y líder de las Pussy Riot, escapó de Rusia hace un mes por miedo al creciente clima de represión que se ha ido viviendo dentro del país desde el inicio de la invasión de Ucrania. Encarcelada en varias ocasiones durante la última década por su activismo político contra Vladimir Putin, Aliójina sabía que era cuestión de tiempo que fueran a por ella.

Junto a su compañera Olga Borisova, también integrante del grupo punk y feminista ruso, darán un único concierto en España el próximo 17 de junio en Santa Cruz de Tenerife, donde también recibirán el premio Alan Turing LGTBIQ+ por su activismo por la libertad, los derechos humanos y el feminismo.

Fundado en 2011, Pussy Riot saltó a la fama un año más tarde cuando cuatro integrantes de la formación se colaron en la catedral de Cristo Salvador de Moscú para interpretar una canción protesta en contra de la reelección de Vladimir Putin como presidente del país. Allí, además de acusar al patriarca de la iglesia ortodoxa de “creer” en Putin y no en dios,  imploraron a la virgen María: “¡Madre de Dios! ¡Echa a Putin!”.

Por aquel acto de “gamberrismo” y falta de respeto a los creyentes, Aliójina fue condenada a dos años de prisión en una cárcel en Siberia, y, a finales de 2021, hizo una huelga de hambre tras ser arrestada junto a otras activistas supuestamente por sus protestas en redes sociales en 2015.

Ahora, y tras su fuga de Rusia, Masha ha sido incluida por el Ministerio del Interior ruso en su lista de personas en busca y captura. Su salida del país, además, no se esperaba, pues siempre ha defendido que se quedaría para seguir luchando por los derechos de sus compatriotas.

En Rusia, además de los actos con Pussy Riot, ha fundado junto a otra compañera Mediazona, un medio de comunicación que aspira a ser independiente a la hora de denunciar lo que sucede bajo el mandato de Putin.

Borisova, por su parte, ha llegado a calificar a Putin de “psicópata” y, en una reciente entrevista con el canal serbio de televisión N1, ha asegurado que el presidente ruso “ha perdido toda su humanidad”. “No digo que la tuviera antes, pero ahora ya no le importa nada, le vemos bromeando acerca de la guerra nuclear y de que Rusia tenga que bombardear Nueva York y Washington. Una locura total”, denuncia.