LIBROS

¿Guías culinarias o biografías entre fogones? Los libros de recetas de los famosos

Se publica 'La cocina familiar de Linda McCartney. 90 recetas de origen vegetal para salvar el planeta y alimentar el alma', un libro que recoge los platos que solía preparar la primera esposa del Beatle, además de parte de su historia

Trazamos con el periodista y crítico gastronómico Mikel Iturriaga, El Comidista, un recorrido a través de conocidos (y divertidos) recetarios de un puñado de celebridades

Linda McCartney, con las manos en la masa.

Linda McCartney, con las manos en la masa. / Libros Cúpula

Carmen López

Un domingo cualquiera hace más de treinta años, Paul y Linda McCartney estaban comiendo con su familia en su granja de Escocia y tuvieron una revelación que les cambió la vida. En un determinado momento miraron por la ventana a la vez y vieron a unos adorables corderitos pastando tranquilamente en el exterior. Comentaron lo idílico que era aquella imagen, pero al volver su vista al plato repararon en que se estaban zampando la pata de un cordero similar a los del prado. Fue ahí cuando decidieron hacerse vegetarianos para siempre como acto de bondad y respeto hacia los animales.

Según cuenta el músico, sus hijas Mary y Stella renunciaron a la carne sin ningún problema pese a que aún eran pequeñas. Sus progenitores les comunicaron que en casa no volvería a cocinarse ningún animal, aunque ellas no tenían por qué hacerse vegetarianas. Hubo un momento de crisis durante unas vacaciones en el Caribe, cuando la familia asistió a una barbacoa y las niñas pidieron probar el pollo a la brasa. Paul y Linda, que "respetaban" totalmente el poder de decisión de su prole, les dieron permiso y una recomendación: "Recordad que esas aves son las que tenemos en el patio de casa". Fuese por remordimiento o por el sabor, dijeron que no les había gustado, lo que para el músico "fue una bendición".

Estas son algunas de las anécdotas que el Beatle rememora en La cocina familiar de Linda McCartney. 90 recetas de origen vegetal para salvar el planeta y alimentar el alma, que Libros Cúpula acaba de publicar en España con traducción de Elisabet Bruna Güell. Más allá de la calidad de los platos que se incluyen, el volumen tiene el atractivo añadido de las fotografías e historias domésticas que aportan el marido de la cocinera y sus hijas Mary y Stella. A través de estos relatos profundizan en el activismo de Linda, que incluso llegó a montar una marca de comida vegetariana con su nombre que aún continúa en activo (ella falleció en 1998).

Dentro de la oferta de libros de cocina que tienen como gancho a un personaje conocido hay dos vertientes. Por un lado, están aquellos en los que el famoso aporta su nombre y su foto para la portada pero no tiene relación con el contenido. Y por otro, están las biografías gastronómicas en las que las recetas son el hilo conductor de las memorias de la celebridad en cuestión. El de la familia McCartney es un ejemplo de los segundos, igual que el de Víctor Manuel titulado El gusto es mío (Aguilar, 2019). Como él mismo especifica en la introducción: "aquí estoy, frente al teclado, indagando en mi memoria, buscando olores, sabores y recetas que han formado parte de mi vida. Y la carretera me sirve como metáfora, pues cada folio será una parada en un viaje por diversas cocinas que me han hecho como soy".

Recetas y delirios


Mikel Iturriaga, periodista, crítico gastronómico y responsable de El Comidista, es un buen conocedor del universo de los libros de recetas. Comenta a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA que: "como cotilla y mitómano, todos, absolutamente todos, me despiertan cierta curiosidad, hasta los de famosos de serie Z. Me interesa ver qué cocinan o qué dicen que cocinan, porque cuando enseñas lo que haces con las cazuelas no sólo estás revelando algo de tu intimidad, sino que de alguna forma estás contando quién eres". Sostiene que entendió mejor quiénes eran personajes tan dispares como Isabel Pantoja o Gwyneth Paltrow gracias a sus publicaciones de gastronomía, ya que "el casticismo con pretensiones de una y el pijismo magufo de la otra están perfectamente resumidos en sus respectivos libros".

Otra cosa es que recomiende tenerlos en casa para usar como guías de cocina y la lista de aquellos que realmente le gustan es bastante corta. "El primero a por el que me lanzaría es El libro de cocina de Alice B. Toklas, la amante de Gertrude Stein, que además de ser pionero en este tipo de publicaciones, está lleno de buenas recetas e historias maravillosas". También menciona los dos de Sofia Loren, Yo en la cocina y Recetas y recuerdos, ya que "incluyen detalles dignos de las mejores memorias, además de fotos en las que Sofía parece una alienígena recién llegada a la Tierra a la que alguien ha puesto a preparar espagueti".

Por supuesto, no podía faltar el ya considerado de culto Las recetas de Raffaella, del que destaca: "sus delirantes consejos nutricionales: para estar en forma, la Carrá sólo te deja tomar fruta dos horas antes o después de las comidas, pero te permite ponerte como un ceporro a bollos, chocolate o mantequilla siempre que los tomes antes de las ocho de la mañana".

Pero ¿qué cantidad de realidad contienen estas publicaciones? Por ejemplo, ¿cocinaría Raffaella Carrà alguno de lo que desgrana en su libro? Iturriaga defiende con su habitual tono humorístico a su venerada diva italiana: "¡Por supuesto que Raffaella cocinaba sus recetas! ¿Acaso te atreves a poner en duda la palabra de una diosa, blasfema?". Más en serio, puntualiza que en los casos en los que las recetas no son propias enseguida se descubre el ardid para vender, gracias a detalles como la ausencia de notas o la desconexión entre los platos y los recuerdos.

'Cupcakes de Tamara' no tenía ni medio ingrediente escrito por Tamara Falcó, pero es tan malo, tan cursi y tan demodé que se ha convertido en un clásico incontestable"

"La Pantoja, por ejemplo, demuestra cierta honestidad cuando en su libro separa las recetas propias de su casa y las que se servían en su legendario restaurante Cantora. También hay casos en los que da igual la autoría: Cupcakes de Tamara (RBA Libros, 2014) no tenía ni medio ingrediente escrito por Tamara Falcó, pero es tan malo, tan absurdo, tan cursi y se ha quedado tan demodé que se ha convertido en un clásico incontestable. Yo lo guardo como el mayor de los tesoros, es el Showgirls de los libros de cocina", sostiene.

Falcó publicó en 2021 otro recetario titulado Las recetas de casa de mi madre (Espasa), basado en los platos que se sirven en el hogar de Isabel Preysler, como el gazpacho, entre otros. "Mi madre lo prefiere sin pan y Mario (Vargas Llosa, no Vaquerizo…ja, ja, ja) lo comería de todas las maneras y en todo momento", dice sobre el mencionado plato a modo de confidencia light.

Por qué interesan


Iturriaga supone que la gente se siente atraída por este tipo de publicaciones: "por curiosidad y por morbo. Porque aprendes cosas del personaje viendo lo que cocina. Porque si eres fan, te va a encantar descubrir que sabe preparar un plato que te gusta. Al final, porque estos libros pueden lograr que te sientas más cerca de alguien a quien admiras".

De ahí que la cuenta de Twitter Sylvia Plath's Food Diary (@whatsylviaate), que se dedica a publicar aquellos pasajes del diario de la malograda escritora relacionados con la comida, tenga más de 45.000 seguidores. "Fuimos a Gloucester House en Cape Coddy donde comimos el mejor marisco que he comido nunca... cangrejos, caldo de almejas, vieiras, galletas, todo tipo de delicias en las mesas de madera. 5/5/53", "Me invitaron a cenar langosta. 4/8/54" o "No sé cocinar y los bebés me deprimen. 1961" son algunos de los apuntes de Plath, que se suicidó en 1963.

Otros autores como Nora Ephron sabían que la comida es una herramienta valiosa para explicar la vida de una persona. Por ejemplo, en su famosa novela Se acabó el pastel (1983), basada en su matrimonio y divorcio con el periodista Carl Bernstein, uno de los que destapó el Watergate, la protagonista es una escritora gastronómica que durante toda la historia canaliza sus sentimientos en la cocina. La autora añadió en las páginas del libro las recetas de algunos de los platos que prepara su personaje, incluida la del pastel de lima que le estampa a su marido en la cara cuando decide que llegó el momento de romper con él.

Meryl Streep como Julia Child en 'Julie & Julia', que dirigió Nora Ephron.

Meryl Streep como Julia Child en 'Julie & Julia', que dirigió Nora Ephron. /

Amante de la cocina y de la vida social, a Ephron le encantaba sentar a sus seres queridos alrededor de la mesa y disfrutar de los platos que ella preparaba con empeño y mucha imaginación. Nunca tuvo la intención de publicar un libro de cocina –aunque hubiese sido un auténtico éxito editorial– pero compiló una colección de sus propias recetas como regalo para su equipo después de terminar el rodaje de Julie & Julia, su película sobre Julia Child. Un cuadernillo de espiral titulado El libro de cocina de Nora con 174 recetas aliñadas con comentarios y observaciones de la autora acerca de por qué utilizar ciertos ingredientes o cómo organizar una gran cena. El último consejo lo dio en su propio funeral, en el que todas esas recetas se repartieron a las 800 personas que asistieron al evento. El menú para la despedida definitiva.

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