ESTRENO

Los multiversos del Doctor Strange

Sam Raimi, director de 'Posesión infernal' y ''Spider-man', firma 'Doctor Strange en el multiverso de la locura', espectacular, jocosa y 'pulp' nueva entrega del Hechicero Supremo que llega este viernes a las salas de cine

América Gómez (Xochitl Gomez), Wong (Benedict Wong) y Dr. Strange (Benedict Cumberbacht), en 'Doctor Strange en el multiverso de la locura'.

América Gómez (Xochitl Gomez), Wong (Benedict Wong) y Dr. Strange (Benedict Cumberbacht), en 'Doctor Strange en el multiverso de la locura'.

Quim Casas

En 2008 arrancó el Universo Cinematográfico Marvel con Iron Man. Es difícil saber si entonces los responsables de la poderosa franquicia fílmica ya habían planeado tantos arcos temáticos y trasvase de personajes hasta conformar un gran fresco más que una sucesión de películas. Es probable, ya que el productor de aquella primera cinta del Hombre de Hierro ya era Kevin Feige, auténtico ideólogo de todo lo que se ha cocido en estos 15 años en los filmes Marvel, multiversos recientes incluidos. Feige sigue llevando el timón, convertido en el gran demiurgo de la ficción marveliana.

Iron Man no solo inició el universo Marvel en pantalla. También fue la primera entrega de la denominada Fase 1 y, al mismo tiempo, de lo que se ha dado en llamar La Saga del Infinito, que abarcaría también las Fases 2 y 3. Se pueden ver todas las entregas en distintas combinaciones: el orden de los factores no altera el producto.

Este inmenso ciclo terminó hace tres años con Spider-Man: lejos de casa. La segunda entrega de la Fase 3 estuvo dedicada al Doctor Strange, personaje hasta cierto punto pintoresco, hechicero, místico e incluso cool –vive en el barrio neoyorquino de Greenwich Village–, un superhéroe que no ha necesitado de mutaciones en su cuerpo producto de picaduras de araña o accidentes de laboratorio ni tiene una cuenta corriente de lo más saneada para diseñar lo que se le antoje.

Doctor Strange es, pese a sus poderes de Hechicero Supremo, un superhéroe Marvel más terrenal. No ha gozado de la misma repercusión comercial, incluso del encanto, de Spider-Man, los mutantes X, Capitán América, Hulk, Iron Man, Thor, Pantera Negra, Viuda Negra, Nick Fury o los 4 Fantásticos. Pero si en el papel ha funcionado más que correctamente, en el cine se está convirtiendo en una de las figuras esenciales de ese vasto proyecto que Feige alimenta con nuevos cruces, requiebros, recovecos y juegos de espejos.

Doctor Strange (2016) pasó bien y dejó poso. El personaje ha aparecido después en otros filmes de la franquicia, siempre con los rasgos elegantes e inquietantes a la par de Benedict CumberbatchDoctor Strange en el multiverso de la locura es la quinta entrega cinematográfica de la Fase 4 y aparece como un nuevo –otro más– viraje argumental que mantiene la esencia de la franquicia, pero se permite todo tipo de licencias. Es lo que tienen los mundos paralelos y alternativos y los reboots. Todo vale para volver a empezar: exprimir el invento procurando que no se agote.

En esta Fase 4 inaugurada el pasado año, al segundo filme de Strange lo han precedido Viuda negra, Shang-chi y la leyenda de los diez anillos, Eternals y Spider-Man: No Way Home, además de las series Bruja Escarlata y Visión, Falcón y el soldado de invierno, Loki, Ojo de Halcón y Caballero Luna.

El multiverso

La teoría del multiverso estaba implícita de forma en esa inteligente sitcom de superhéroes que es Bruja Escarlata y Visión, y explotó en el último filme de Spider-Man, invocando la presencia de los anteriores actores que habían hecho de hombre araña en un juego lúdico para los fans. Pero, en realidad, el concepto se desarrolla de forma plena en un filme anterior desligado de las Fases, Spider-man: un nuevo universo (2018), una de las mejores cintas de animación de los últimos años.

Lo del multiverso, aunque a veces acabes perdiéndote entre tantas realidades paralelas, responde a un ideario que tiene mucho que ver con otro tipo de cine. De hecho, podríamos hablar de relatos de historias cruzadas al estilo de las películas de Robert Altman, Paul Thomas Anderson o Rodrigo García al enfrentarnos a las conexiones que establecen entre sí los filmes del Universo Cinematográfico Marvel: el protagonista de una saga que aparece en una película de otra serie, la escena post-créditos que desvela una nueva relación, la sombra alargada del villano Thanos en varios filmes…

En Doctor Strange en el multiverso de la locura tiene importancia capital Wanda Maximoff / La Bruja Escarlata, del mismo modo que la tuvo Strange en la última película de Spider-man. Wong, otro maestro de las artes místicas, jugó sus bazas en la película sobre Shang-chi. Y si Wanda (Elizabeth Olsen) es importante en el multiverso de Strange, no lo es menos la presencia de la adolescente latinoamericana y LGBT América Chávez, personaje relativamente reciente en los cómics Marvel. Fue creado por el guionista Jon Casey en 2011. Ahora se incorpora con toda naturalidad al universo Strange con su poder para traspasar los universos.

Los artífices

¿Quién dirige Doctor Strange en el multiverso de la locura? Ni más ni menos que Sam Raimi, un clásico del terror contemporáneo. Inactivo en el cine desde 2013, cuando realizó Oz, un mundo de fantasía, estéril revisión de El mago de Oz, Raimi ha conseguido imprimir su sello a las nuevas peripecias del doctor. Las maquinarías de Hollywood y Marvel no le han devorado como acostumbra a pasar en estos casos, el de Chloé Zhao con Eternals sin ir más lejos.

Raimi es veterano en estas lides superheroicas. Al comenzar el siglo XXI brindó las tres magníficas películas de Spider-man con Tobey Maguire, ya con Feige en la sala de máquinas. Su visión del doctor Strange en el multiverso remite en cierto modo a Terroríficamente muertos(1987), la segunda entrega de su saga iniciada con Posesión infernal, jocosa presencia del actor Bruce Campbell incluida.

No solo eso. El enorme pulpo de un solo y gigantesco ojo al que se enfrentan Strange, Wong y América Chávez al principio es pura fantasía analógica al gusto de Raimi, así como la espléndida secuencia de la batalla entre dos Strange distintos arrojándose notas musicales o el paso por los distintos multiversos, que incluyen una versión en cómic y otra en pintura. El título es también muy evocador de la literatura y el cine de terror pulp: la novela En las montañas de la locura (1936) de H. P. Lovecraft y el filme In The Mouth Of Madness (1994) de John Carpenter, estrenado aquí como En la boca del miedo.

El guion lo firma Michael Waldron, creador y productor de la serie Loki. No deja nada de lado: la idea de que los sueños son ventanas al multiverso, la presencia del tratado sobre magia Libro de Vishanti y del Darkhold (el libro de los pecados), la ciudad de Kamar-Taj en el Nepal, la localidad idílica de Westview, el recuerdo amoroso de Christine. Tiene un as en la manga, la presencia de los Illuminati, una espectacular sociedad secreta de superhéroes cuyos miembros no desvelaremos aquí, aunque hace unos días ya circularon por las redes filtraciones sobre quiénes son y qué actores los interpretan. En todo caso, no son exactamente los mismos que los ideados en 2005 para los cómics.