El dibujante del 'comic-book' más vendido en 2021 en EEUU vive en Granada y se llama Javi Fernández

Viñeta de 'King Spawn' dibujada por Javi Fernández.

Viñeta de 'King Spawn' dibujada por Javi Fernández.

Alex Serrano

Todd McFarlane se convirtió en una estrella en los años 90 dibujando Spiderman, el personaje estrella de Marvel. Descontento con el trato que le daba la editorial, reunió a otros dibujantes de primera línea y fundó la editorial Image Cómics. A partir de ahí, se hizo millonario, creó un emporio basado en los cómics de un personaje ideado por él, Spawn, y una empresa de figuras de acción llamada McFarlane Toys. Todd McFarlane era un buen dibujante pero, sobre todo, es un excelente empresario. Por eso ha pasado de vivir en una caravana a tener una de las mayores colecciones de memorabilia de béisbol de EE.UU., ser propietario de uno de los corsés que Jean Paul Gaultier diseñó para Madonna, o del uniforme que vestía la diva en Ellas dan el golpe.

El último golpe de Tood McFarlane ha sido revivir a Spawn, su infernal héroe cuya serie regular mensual alcanzó el número 300 en 2019. Aunque hace mucho que no se encarga personalmente del dibujo o guion del personaje, la cercanía de este número redondo le hizo ver la posibilidad de reactivar la vida de una franquicia que cuenta en Estados Unidos con un público fiel y constante. Así surgió en 2021 la posibilidad de estrenar la primera serie paralela a la principal, King Spawn, con guion de Sean Lewis y dibujo del español Javier Fernández.

El número uno de King Spawn fue el comic book (el cómic de superhéroes de toda la vida, con 24 páginas y lomo grapado) más vendido en Estados Unidos en 2021, con cerca de medio millón de unidades vendidas. Una cifra espectacular si tenemos en cuenta que el formato está en franco retroceso frente al manga y los tomos de tapa dura o tapa blanda, que un número normal de la serie regular de Iron Man o el Capitán América ronda las 30.000 copias, y que las mejores cifras de superventas como Amazing Spiderman o X-Men se tuvieron que conformar con la mitad.

El éxito arrollador de King Spawn en un formato en declive como es el comic book y con un personaje fuera de las dos grandes empresas multimedia que son Marvel y DC reside en la ambición y olfato comercial de Todd McFarlane, pero también, en gran medida, en el trabajo del dibujante español Javi Fernández.

Dibujar en familia

Javier Fernández, Javi para los amigos y conocidos, comparte nombre y apellidos con el patinador olímpico, pero ha cincelado su singularidad a golpe de trabajo. Nacido en Olesa de Montserrat (Barcelona) en 1981, cuenta desde su casa en Granada, donde reside desde hace años, cómo King Spawn fue una de las muchas apuestas que ha hecho a lo largo de su vida. “Yo no sabía que iba a hacer King Spawn”, confiesa. “Venía renovando contratos consecutivos con DC Comics, había trabajado en Detective Comics (cabecera principal de Batman), Green Arrow… había hecho muchos títulos y no estaba del todo contento, quería hacer algo distinto”. Fernández, con la seguridad de un contrato en exclusiva por entonces con una editorial, recuerda el momento definitivo: “mi contrato finalizaba en diciembre, y recibí en verano un mensaje de Todd McFarlane para ver si quería hacer algo con él y con Spawn; pensaba que iba a hacer la serie regular, no me dio muchos detalles”.

El éxito arrollador de ese título no ha cambiado, sin embargo, el día a día del dibujante catalán en la ciudad en la que reside, Granada, donde convive con dos grandes dibujantes estrella del cómic de superhéroes: Belén Ortega, su pareja, y Jorge Jiménez, amigo y excompañero de estudio. Los tres siguen paseando con total tranquilidad por la ciudad nazarí cuando pueden ya que, como recuerda el catalán, “yo trabajo de lunes a domingo. Intento que los fines de semana sean menos horas, pero si hay entrega, no se puede. El éxito de King Spawn es una gran alegría, pero mi día a día no varía mucho. Tengo la sensación de que le ocurre eso a otro Javi, el Javi de todos los días tiene que trabajar muchas horas”.

No todo fue siempre tan sencillo: el dibujante recuerda cómo abandonó unos estudios de automoción que no le convencían y un lustro de trabajo en la construcción, en la edad de oro del ladrillo. “Ganaba mucho dinero y me compré un piso, pero no me veía viviendo así”, cuenta. Su primera apuesta fue estudiar dibujo en Barcelona. La segunda, que define como “la mejor decisión de mi vida”, trasladarse a Granada, sin tener nada ni a nadie, para vivir en un piso perteneciente a su familia materna y centrarse en dibujar. Acabó compartiendo estudio con dibujantes locales como Jorge Jiménez y Javier Aranda y, según sus propias palabras, eso cambió su carrera.

No crecí entre cómics, mi casa nunca fue de esas en las que había álbumes de Asterix"

Fernández admite que llegó tarde al cómic. “No crecí entre cómics, mi casa nunca fue de esas en las que había álbumes de Asterix”, recuerda. “Mi hermano dibujaba muy bien y quería emularle. Con quince años me regaló el primer cómic, que fue uno de Spawn y Cyberforce, y fue ahí cuando me enganché”. El dibujante dice no tener una especial predilección por los superhéroes. “Me encanta el medio, me encanta narrar, la narración secuencial. Si no tienes una cultura de superhéroes o de manga y lo que te gusta es narrar puedes hacer de todo, que es lo que he hecho yo”, destaca. Antes de dar el salto a Estados Unidos, se fogueó reviviendo la cabecera Hazañas Bélicas en España o dibujando una biografía de Amy Winehouse para el mercado francés, un ecosistema que le atrae mucho.

David López es un veterano entre los dibujantes que trabajan para el mercado estadounidense. A lo largo de sus casi tres décadas de trayectoria, ha dibujado y dibuja algunas de las historias más destacadas de personajes como la Capitana Marvel, Catwoman o los X-Men, tarea que compagina con Blackhand Ironhead, una serie internacional que publicaba inicialmente en formato digital. También ha ejercido de mentor para muchos otros dibujantes y lo sigue haciendo a través de su canal de Youtube Streaming de dibujantes, que comparte con su colega David Lafuente. López considera que Javi Fernández es, a día de hoy, uno de los dibujantes más destacados, porque “no se centra en que queden dibujos preciosos, sino en que queden páginas de cómic que cumplan su función, que es contar una historia". "Hace una cosa muy difícil”, añade, “que es dar una textura visual, que sus imágenes sean siempre reconocibles y funcionen más allá de las palabras”. El dibujante señala cómo “puedes ver una página de Javi Fernández al tamaño de un sello y todavía se puede leer. Eso es dificilísimo”.

Trabajar con McFarlane

Toda esta valía artística se medía, sin embargo, al lado de uno de los nombres más venerados por los lectores norteamericanos durante las últimas tres décadas, en un mercado en el que, aún hoy, los lectores siguen mirando con cierto recelo a los dibujantes extranjeros. Todd McFarlane arrastra, además, la leyenda de ser un personaje excesivo y lenguaraz. “Antes de empezar a trabajar con él tenía también mis prejuicios, que eran totalmente artificiales porque no le conocía de nada”, cuenta Fernández sobre él. “No sabía si iba a ser muy tiquismiquis o si me iba a atar en corto, pero luego es muy colaborativo y muy cercano”, aclara.

En el mundo de los cómics de hoy hay cierta sensación de que el personaje pertenezca al guionista, cierta volatilidad"

El autor reconoce estar disfrutando de una relación laboral "muy de tú a tú''. "Cada vez que empezamos un arco argumental nuevo me preguntan qué me apetece dibujar” señala, y admite cómo "en el mundo de los cómics de hoy en día hay cierta sensación de que el personaje pertenezca al guionista, cierta volatilidad. A no ser que tengas muy buen feeling con el guionista, te ves relegado a 'toma este guion y dibujalo', algo muy frío". Su experiencia, en cambio, es totalmente distinta: “me gusta pensar que entre Todd MacFarlane, Sean Lewis (el guionista) y yo estamos construyendo algo, estamos de acuerdo en que nos gustaría marcar una época con el personaje”.

Algo, por cierto, que no ve nada descabellado el divulgador Agus López Avilés, más conocido como BAMF!, responsable del popular canal de Youtube y Twitch Comic Freaks y uno de los más lúcidos expertos y analistas del cómic estadounidense actual. “Javi Fernandez ha nacido para hacer Spawn, porque tiene un estilo que ya en lo superheroico que venía haciendo se centraba en la ciudad, el edificio, el cielo sucio, la sombra y en un juego de trama que es tan espectacular que el resto de artistas españoles le piden consejo”, cuenta el divulgador. “Está haciendo un cómic mainstream para EE.UU al que está dando mucho juego en las páginas, y consigue cosas desde el punto de vista técnico que van más allá de lo que haría un dibujante estándar. Ves una página suya en crudo y es sorprendente”, concluye.

BAMF! define King Spawn como “una serie ambiciosa que tiene una cosa muy interesante: está contando un universo compartido con muchos personajes de su creación, igual que Marvel o DC”. El youtuber entiende el gran éxito de la serie porque “es un cómic muy de lector estadounidense, hay un rollo muy de película de acción que allí funciona muy bien y aquí en España quizás no tanto”. La editorial española de Spawn, Planeta Cómic, valora las cifras de King Spawn, pero todavía no tiene fecha para su edición española. Los fans, por el momento, tendrán que importar la edición original.

Javi Fernández tiene claro que quiere que su camino vaya en paralelo a Spawn en el futuro próximo, “el personaje estéticamente me llama mucho la atencion, yo venía arrastrando cierta insatisfacción artística y la libertad creativa que tengo con King Spawn colma mis expectativas”.

Simpático y cálido al otro lado del teléfono desde su hogar granadino, el dibujante apura la conversación antes de volver a sentarse delante de la mesa de dibujo: “Esto del comic book es como ir constantemente en bicicleta. Si no pedaleas, se te para la bici”, apostilla.