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'El plagio', el libro de Daniel Jiménez sobre cómo la televisión robó y hundió a su familia

  • El fundador del Movimiento Plagiarista relata cómo los chanchulleros de las cadenas de televisión privadas arruinaron a su padre 

  • Con esta publicación pretende cerrar una etapa para centrarse, de ahora en adelante, en la ficción

El escritor Daniel Jiménez presenta su libro ’El plagio’

El escritor Daniel Jiménez presenta su libro ’El plagio’ / Pedro Martín Calero

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Carmen López

A principios de los años 90 del siglo pasado, España se llenó de color: la Expo de Sevilla, los Juegos Olímpicos de Barcelona, la burbuja inmobiliaria, la Ruta del Bakalao y la llegada de las cadenas de televisión privadas. Un frenesí de innovación y dinero que hizo ricos a los chanchulleros y pobres a los honrados que se hicieron demasiadas ilusiones. El padre de Daniel Jiménez fue uno de los que se quedó sin una peseta por culpa de la falta de escrúpulos de los primeros. Pero su historia se diferencia a la de tantas otras familias que lo perdieron todo por la magnitud de una estafa que, además, se estaba transmitiendo por televisión sin que el público tuviese ni idea. El escritor, que fue uno de los creadores del Movimiento Plagiarista, la cuenta ahora en su libro El plagio que acaba de publicar la editorial Pepitas de Calabaza.

En 1990, a los televidentes se les abrió un nuevo universo audiovisual con la llegada primero de Antena3 y de Telecinco después. Hasta el momento la oferta se reducía a los dos canales de la televisión pública a nivel estatal y a unos pocos regionales en los que, en general, primaba la sobriedad. Las cadenas privadas suponían una borrachera de contenidos de entretenimiento estridentes que querían básicamente divertir al público. Los concursos tenían un peso importante en la parrilla pero necesitaban superar al Un, dos, tres de Chicho Ibáñez Serrador, el rey del formato. Había que buscar ideas nuevas, con el mayor color y agilidad posible.

Ahí entra en escena el padre de Daniel Jiménez, Juan, que actualmente tiene setenta y cinco años. Miembro del célebre grupo de música Los Pekenikes, ha compuesto más de doscientas canciones, ha trabajado como profesor, como productor, como director de musicales y programador de espectáculos. Poco antes de que las privadas empiecen a emitir, tiene la idea de un formato novedoso para un programa de televisión infantil: Parquelandia. "Se basaba en adaptar un juego de mesa tradicional al formato de un concurso televisivo para niños. Los concursantes se vestían de un color determinado, caminaban por un tablero gigante construído en el plató, miraban a cámara para lanzar un dado electrónico, realizaban pruebas según la casilla en la que caían", explica el escritor en el libro.

Si al lector le suena es porque el programa se emitió por primera vez el 2 de octubre de 1993, aunque con participantes adultos que iban de oca a oca, y no en la televisión pública. Los tres directivos con los que Juan Jiménez había firmado acuerdos y contratos se fueron a una cadena privada, llevándose la idea y dejando al creador sin nada. Lo único que le quedó fueron unas deudas millonarias por todo lo que había invertido en grabar el programa piloto, en el que sus hijos hacían de participantes. A partir de ahí empezó un proceso judicial hasta el momento infructuoso para el demandante, cuya vida y la de su familia se desbarató por la avaricia ajena. El tema ha obsesionado al padre del escritor durante toda su vida.

El Gran Juego de la Oca.

/ Archivo

Daniel Jiménez no ha tenido que echar mano de la ficción para darle fuerza a la trama de su libro. "La historia es verídica. Es posible que se haya colado la ficción en algún recuerdo de mi infancia, pero no porque yo haya querido. Más bien, como decía Borges, porque los recuerdos se van superponiendo unos a otros, y cada vez que recordamos algo ya no recordamos el hecho en sí, sino las anteriores veces que lo recordamos", explica a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. Fue su progenitor quien le pidió que contase lo que había pasado aunque, como explica en el libro, en un principio se negó porque consideraba que esa lucha ya no le correspondía. Pero El plagio no es la descripción de un robo (o no solo), sino un relato familiar.

LA DIFERENCIA DEL PLAGIARISMO Y EL PLAGIO

Curiosamente, Daniel Jiménez fundó, hace más de una década, el Movimiento Plagiarista junto al también escritor Félix Blanco. “Es una broma literaria. Publicamos un libro con seudónimo, Doce cuentos del sur de Asia, y al año siguiente se unieron al movimiento Daniel Remón y Minke Wang”, comenta.

“Entre los cuatro dimos forma a la antología Los escritores plagiaristas, libro raro entre los raros. De alguna forma, creamos este movimiento como campo de maniobras donde ensayar nuestros textos, inspirados en otros escritores, mientras intentábamos alcanzar lo que se llama pomposamente nuestra propia voz. Empezamos escribiendo como si fuéramos otros escritores, usurpando sus estilos y sus temas, pero nunca hemos plagiado realmente a nadie. Nunca hemos cometido un delito contra la propiedad intelectual” y por si queda alguna duda, recalca que: “Y nunca, por supuesto, lo haremos”.

"La historia es verídica. Es posible que se haya colado la ficción en algún recuerdo de mi infancia, pero no porque yo haya querido"

Mientras él experimentaba con las posibilidades de la literatura, su padre cavilaba la manera de contar su caso y también se puso a escribir. El resultado es Historia de un plagio, un libro que ya está terminado, no como su litigio. Después de la traición de su abogado y de que una jueza poco experimentada en temas de propiedad intelectual fallase en su contra, Juan Jiménez interpuso otra demanda de la que aún no hay resolución. El escritor afirma que su padre tiene la intención de publicar el libro que ha escrito pero "probablemente lo haga cuando se dicte la sentencia, tanto si es a favor como en contra".

Es casi inexplicable que una historia así no sea muchísimo más conocida, sobre todo teniendo en cuenta que el damnificado es miembro de Los Pekenikes. Puede que para los más jóvenes ese nombre no signifique nada, pero para varias generaciones del país –que por fecha también vieron el programa– fueron casi como The Beatles. De hecho, telonearon al grupo de Liverpool cuando actuó en Madrid en 1965. Hasta ahí alcanzaba su fama ¿Cómo puede ser que este tinglado haya pasado desapercibido?

"Me consta que muchos gerifaltes de algunos medios estaban al tanto desde hacía tiempo. Lo que pasa es que nadie quería que se supiera. Nadie quería que mi padre ganara el juicio. Y menos que ninguno su propio abogado. Algún día tenía que llegar el momento de que la lucha silenciosa que ha llevado mi padre todos estos años les explotara en las narices", sostiene Daniel Jiménez. "Ellos saben muy bien lo que hicieron. No creo que necesiten leer el libro para recordarlo. Y, cuando el libro de mi padre vea la luz, se sabrá quiénes nos condenaron a tantos años de oscuridad".

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Es probable que El plagio sea de ayuda para difundir el caso y que, cuando llegue, la sentencia acapare titulares. "No sabía cuál sería la reacción de los medios cuando se publicara mi libro. Y me ha sorprendido gratamente que tantas cabeceras se hayan interesado en el tema. Pero mi libro no solo habla del plagio. Aun así, de alguna forma es como si estuviéramos preparando el terreno para cuando mi padre saque a la luz la historia detallada y completa", dice. Pero su verdadero objetivo no solo era el de la denuncia. "He intentado que mis padres se sientan orgullosos de sí mismos, de todo lo que han hecho para salir adelante y de todo lo que han hecho por su familia. Mi intención es que tengan algo hermoso a lo que aferrarse si la justicia nos muestra una vez más su cara más indignante".

"Nadie quería que mi padre ganara el juicio. Y menos que ninguno su propio abogado"

Con esta publicación, Daniel Jiménez dice que cierra: "un ciclo vital y literario de mi vida" y que, como ya manifiesta en el libro, a partir de ahora se centrará en la ficción. "Escribiré sobre la realidad y sobre las vidas de otras personas que no tengan que ver directamente conmigo". Por el momento, ha cumplido con esa petición que le hizo su padre, que no ha sido la última. "Me ha dicho que está orgulloso de que lo haya escrito. Y también que ya va siendo hora de que escriba una gran novela, pero esta vez de ficción".

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