CINE

'Cerdita': costumbrismo hispano, terror y 'bullying' en el festival de Sundance

La directora Carlota Pereda debuta en el largometraje con 'Cerdita', una explosiva mezcla de géneros cargada de denuncia social

Es la primera película española, no hablada en inglés, que participa en la gran cita estadounidense del cine independiente

Carlota Pereda y Laura Galán en el rodaje de 'Cerdita'

Carlota Pereda y Laura Galán en el rodaje de 'Cerdita' / JORGE FUENBUENA

Beatriz Martínez

Sara es una chica con sobrepeso que va a la piscina a la hora de comer para que nadie pueda juzgar su cuerpo. Sin embargo, uno de esos días se encontrará con unas compañeras de clase que comenzarán a insultarla e incluso a intimidarla físicamente. En estado de shock, la joven, a la que han dejado sin ropa, tendrá que volver a casa por agrestes caminos rurales. En un recodo del camino, encontrará una furgoneta y en su interior, cubiertas de sangre, a sus agresoras.

Así era Cerdita, el cortometraje de 2018 ganador del Goya, con el que Carlota Pereda se dio a conocer internacionalmente y que se ha convertido en el germen de su ópera prima, que ahora acaba de estrenarse en el Festival de Sundance convirtiéndose en la primera película en castellano que participa en dicho certamen (ya que Colossal, de Nacho Vigalondo, o Paradise Hills, de Alice Waddington, estaban habladas en inglés). 

La directora tenía claro que la película debía empezar igual que el corto (algo que también ocurría en Madre, de Rodrigo Sorogoyen), así que reprodujo esos primeros minutos, pero al mismo tiempo añadió más elementos, como la familia de Sara (a su madre la interpreta Carmen Machi), que regenta una carnicería y que también será objeto de burla por parte de estas acosadoras juveniles que subirán contenido ofensivo a las redes sociales. También tenía claro que quería contar con la misma actriz protagonista, Laura Galán

"Cuando estrené el corto en el pueblo en el que se filmó, Villanueva de la Vera (Cáceres), mucha gente me comentó que había sufrido bullying y la sensación de claustrofobia que se generaba en un entorno tan pequeño como ese. Unido a mis propias experiencias personales, me di cuenta de que todo eso tenía que estar presente en el desarrollo de esta película, tanto el miedo como la cobardía a la hora de denunciar, el sufrimiento en silencio, la rabia que se genera", cuenta la directora en conversación telefónica horas antes del estreno mundial de su película en Sundance, que este año se celebra en formato virtual a causa de la pandemia. 

Pero Cerdita es una historia sobre acoso en absoluto convencional. Por supuesto, en ella encontramos una fuerte carga de denuncia social, incluso un posicionamiento político, pero por encima de todo nos encontramos con una explosiva mezcla entre costumbrismo hispano, thriller y terror en estado puro con toques de gore. "No concibo el cine que no sea multigénero. Es algo que asusta mucho a los productores, porque siempre se tiende a encasillar a los directores de una determinada manera, pero a mí lo que me gusta es jugar con todas las texturas e incluir el humor negro". 

Pereda reconoce que encontró la fuente de inspiración de su estilo cuando vio Memories of Murder del maestro Bong Joon-ho. "Me abrió una ventana y entonces vi claro lo que yo estaba intentando hacer, algo muy local que no renunciara al género y al mal rollo". 

Dicho y hecho. En Cerdita, todo genera incomodidad y conflictos morales chungos, está llena de capas y resulta casi imposible saber qué va a pasar a continuación. "Para entender al personaje de Sara teníamos que verlo casi como un thriller vivido desde su carne, de forma que se diera la misma importancia a la ansiedad social que a un asesinato. Todo genera tensión, todo intenta poner contra las cuerdas al espectador. Como a Sara la juzgan por sus apariencias, me interesaba que el público también lo hiciera con respecto a lo que está haciendo o no". 

En Sundance la han definido como una mezcla entre À ma soeur (Fat Girl), de Catherine Breillat, y La matanza de Texas. Pereda se siente más cómoda con la referencia a Claire Denis, por la forma que tiene de acercarse a los cuerpos a través del deseo y el horror en películas como Trouble Every Day. Pero está claro que la directora ha conseguido configurar un universo propio en su primer largometraje, algo que no está al alcance de todo el mundo, gracias a su capacidad para convertir un pueblo en verano en un escenario de pesadilla con asesino en serie incluido. 

Cuando le preguntamos cómo es posible que exista una casi total ausencia de mujeres directoras de cine de terror en el panorama español nos cuenta que, hasta hace poco, todavía muchos (hombres) se extrañaban de que utilizara el género para contar sus historias. "Se pueden tratar muchos temas de manera profunda, tienes mucha más libertad formal y narrativa. Para mí, el terror es la forma de expresión más libre".  

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