Verónica Forqué, una actriz vehemente de comedia

Pertenecer a una familia de artistas puede facilitar las cosas.

Verónica Forqué

era hija de José María Forqué, director todo terreno del cine español con algún título de culto como ‘Atraco a las tres’ (1962). Hizo debutar a su hija y continúo trabajando con ella en algunas producciones al final de su carrera, como ‘El canto de la cigarra’ (1980) y la serie televisiva ‘Ramón y Cajal’ (1982), en la que dio vida a la esposa del científico, Silveria Fañanás García.

La madre de Verónica era Carmen Vázquez-Vigo, escritora, traductora y guionista de radio hispano-argentina que también actúo en filmes de su esposo como ‘El diablo toca la flauta’ (1953). El hermano de Verónica, Álvaro Forqué, siguió los pasos de su padre tras la cámara y la dirigió en ‘El orden cómico’ (1986), una comedia sobre la corrupción política. La muerte de Álvaro en 2014 supuso uno de los momentos más dolorosos en la vida de la actriz.

Que se dedicara a la interpretación parecía algo natural. Tras estudiar arte dramático, debutó en el cine antes de cumplir 20 años en ‘Una pareja… distinta’ (1974), en la que Forqué padre narraba en clave cómica la relación entre la mujer barbuda de un circo y un hombre que actúa de travesti, Lina Morgan y José Luis López Vázquez. Tendría papeles secundarios en otras películas de su padre, como ‘El segundo poder’ y ‘Madrid, Costa Fleming’, ambas de 1976, e iría escalando posiciones tímidamente con sus cometidos en películas más ambiciosas como ‘La guerra de papá’ (1977), en el papel de la criada de los padres del niño que acaba de ser ‘destronado’ tras el nacimiento de su hermana, y ‘Las truchas’ (1978), comedia negra de José Luis García Sánchez que ganó el Oso de Oro en el festival de Berlín.

Ridículos y tiernos

El punto de inflexión llegó de la mano de Pedro Almodóvar, que le hizo formar compacto reparto femenino junto a Carmen Maura, Kitty Mánver, Cecilia Roth y Chus Lampreave en ‘¿Qué he hecho yo para merecer esto?’. Forqué encarnó a la vecina prostituta de Maura, y su talento para los personajes entre ridículos y tiernos, atontados y vehementes, quedó instaurado. Pero hubo antes un acontecimiento curioso en la trayectoria de la actriz.

Por decisión de Stanley Kubrick, Carlos Saura se encargó de la dirección del doblaje al castellano de ‘El resplandor’ (1980). Saura hizo pruebas de voz a actrices distintas, entre ellas Forqué. Después le envío las pruebas a Kubrick, quien, sin conocer a ninguna de ellas, escogió a Forqué. Saura le dijo que igual no funcionaba, ya que era una actriz con una voz peculiar e interpretaba un tipo de personajes muy populares. Kubrick dijo que le daba igual, que esa era su elección. Desde entonces han corrido ríos de tinta en contra de esa elección, asegurándose que el doblaje destrozaba el filme, pero nada más lejos de la realidad. Kubrick ejercía un control extraordinario sobre sus productos, y si optó por Forqué fue porque su voz y registro eran los más parecidos a los de Shelley Duvall, la actriz que encarna a la esposa del demente Jack Nicholson.

A partir de entonces, se sucederían por igual las películas de enjundia con comedias más alimenticias. Trabajó en más de una ocasión con Fernando Trueba, quien entendió bien la capacidad de Forqué para un tipo concreto de comicidad en el vodevil ‘Sé infiel y no mires con quien’ (1985). Fue dirigida por Basilio Martín Patino, Luis G. Berlanga y Manuel Iborra, su marido entre 1981 y 2014. Volvió al universo almodovariano con ‘Matador’ (1986) y ‘Kika’ (1993). Destacó también en el cine de Fernando Colomo, sobre todo en ‘Bajarse al moro’ (1988), con un personaje diseñado para ella. Manuel Gómez Pereira la convirtió en su particular heroína de comedia en ‘Salsa rosa’ (1991),‘¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?’ (1993) y ‘Reinas’ (2005). Su última película fue ‘Salir del ropero’ (2019), en el que ella y Rosa Maria Sardà interpretan a una pareja de maduras lesbianas.