ENTREVISTA

Pitingo: "No me despido de España, es un hasta luego"

A sus 41 años, el artista se traslada a Miami para grabar un disco con el legendario compositor Manuel Alejandro. El cantante apadrinado por Enrique Morente apura estos días sus últimos conciertos en España antes de la mudanza temporal

Pitingo, en Barcelona, la semana pasada

Pitingo, en Barcelona, la semana pasada / FERRAN SENDRA

Marta Cervera

¿Nos abandona?

No me despido de España para siempre, es solo un hasta luego. Me voy a cumplir un sueño. Desde pequeño todos tenemos en nuestro imaginario las canciones de Manuel Alejandro, temas como Se nos rompió el amor o Digan lo que digan. Ha trabajado con todos los más grandes de España e Hispanoamérica. Es el autor de canciones más importante de habla hispana. Cuando fui a su casa y me ofreció este proyecto no me lo podía creer. Resulta que me escuchó cantando algo de él y quería que hiciese un disco homenaje a sus canciones, conocidas y no conocidas, a mi estilo. "Quiero que hagas las canciones de Manuel Alejandro por soulería".

'Soulería', ese famoso estilo mestizo de Pitingo que integra pop, flamenco, soul y góspel.

Bueno, vamos a dar un pasito más porque se ha sumado al proyecto uno de los mejores productores del mundo, Rudy Pérez, con el que he trabajado yo y cantantes como Beyoncé, Christina Aguilera, Luis Miguel y Julio Iglesias, estos dos últimos con canciones de Manuel Alejandro. Tengo un feeling especial con él, también con Manuel Alejandro. Estar entre esas dos columnas va a ser algo muy especial. Para eso he de estar en Latinoamérica.

El avance está en el mestizaje, la diversidad y la multiculturalidad, en el respeto a todo

Está claro que no le gustan las fronteras.

El avance está en el mestizaje, la diversidad y la multiculturalidad, en el respeto a todo. Yo soy mestizo, soy fusión. Mi madre es gitana, mi padre no. Y el bisabuelo de mi padre es africano. Hay tantísima mezcla en mi casa que ¡cómo no voy a ser mestizo! La pureza del flamenco, la pondría entre comillas. ¡Si las raíces del flamenco son árabes, judías, africanas, y tiene folclore español, música andaluza y latinoamericana con los cantes de ida y vuelta! El flamenco bebe de muchas fuentes.

¿Dónde se instalará cuando se marche de España?

En Punta Cana [Repúbica Dominicana], porque es más tranquilito que Miami. Pero por el tema de la grabación seguramente pasaré más tiempo en Miami.

¿Cuándo volveremos a verle?

Calculo que a finales de 2022 vendré a presentar el disco. La idea es empezar la gira por Latinoamérica, seguir por EEUU por las zonas de habla hispana y después vendremos a España. Iremos con una banda increíble con mi coro de góspel, mis gitanos como digo yo, los afroamericanos, afrocubanos, mexicanos. Ah, y habrá la parte de orquesta sinfónica. Seremos la UNESCO, una orquesta bárbara. Las canciones de Manuel Alejandro merecen un superequipo. Se pueden hacer de otra manera, pero queremos montar un gran espectáculo.

¿Las canciones quién las ha elegido?

Manuel Alejandro me ha dado a elegir cuatro o cinco de sus temas, de los que considero indispensables. Entre Rudy Pérez y él mirarán los demás. Aunque yo también decidiré en función de cómo se adaptan a mí, miro mucho por la tesitura de mi voz. Además, quiero un disco dinámico que no sea todo baladas. Aunque él es muy baladista, miraré de llevarme sus canciones a mi terreno, sin perder su esencia.

¿Qué temas cantará?

Seguro, seguro estará Se nos rompió el amor, que me encanta y que cantaba Rocío Jurado. Procuro olvidarte, que será un dueto que no puedo contar, que ni yo ni nadie podía esperarse. Habrá tres duetos. Dos de EEUU y uno de México. Quizá habrá alguien de España pero ya veremos. No quiero que sea un disco de duetos porque es muy difícil llevarlos al directo. Habrá una pinceladita solo. Y tengo que elegir algunas más entre una docena de temas.

Es muy afortunado.

Es un sueño que perseguía. Nunca imaginé que llegara tan pronto. Fue de casualidad. Yo tenía pensado hacer este disco pero, como siempre, intento buscar el beneplácito de las personas de quien hago sus canciones. Me pasó por ejemplo con A puro dolor de Omar Alfano. Siempre intento contactar con la persona que ha hecho el tema y, si no le apetece o no le gusta, no lo hago. Así hice con Don't Worry Be Happy y Killing Me Softly, por ejemplo.

Manuel Alejandro, más que el beneplácito, le ha puesto la alfombra roja. ¿Cómo fue ese primer contacto con él?

Él escuchó Se nos rompió el amor, que grabé en una maqueta que di a alguien que le conocía. Así empezó todo. Luego me llamó y me dijo algo que me llamó mucho la atención. Cuando levanté el teléfono, sin decirme buenos días u hola, me preguntó: "¿Por qué te duele?". Yo no le entendía. "¿Por qué te duele al cantar?". No sé, maestro, contesté, porque lo siento. Y cuatro meses después me llamó y me dijo: "Vente a cenar a casa y hablamos". Así empezó todo.

¿Qué pasó por su cabeza aquel día?

Uf. Los flamencos como yo somos muy de Manuel Alejandro porque hubo un disco que marcó nuestras vidas: Manuel Alejandro por flamenco, donde cantaban sus canciones la Paquera de Jerez, Lola Flores, José Mercé... todos. Yo tenía 11 o 12 años. Nunca pensé que llegaría a conocerle pero me han pasado tantas cosas en la vida que, bueno. Es un pasito más. Yo había conseguido muchas cosas fuera de España como cantar con Roger Waters de Pink Floyd, con Sam Moore, con Alicia Keys, con Quincy Jones.... Pero nunca he trabajado con una leyenda viva española. Es un sueño cumplido. Él se va en enero a Miami y en febrero empezamos a grabar. Me han dicho que es un gusto trabajar con él en el estudio. Que es muy sensible y nada conformista. El reto me gusta.

El maestro le preguntaba por qué le duele al cantar. ¿Qué le dijo?

Me preguntó si me había pasado algo con mi mujer. Pero con ella estoy estupendamente. Llevamos 25 años juntos. ¡Nos conocemos desde los 14! Yo creo que los flamencos al cantar una pena, la transmitimos. Tal vez son los genes. Soy mestizo, payo por parte de mi padre y gitano por parte de madre. Todo el dolor que han pasado los gitanos lo llevo en los genes. Eso sale. Igual pasa con los negros. Siempre he hallado similitudes con ellos. Aunque musicalmente no tenemos nada que ver, sí tenemos esa fuerza a la hora de transmitir lo que sentimos, sea una pena, una alegría o un enfado.

Tuve un problema de identidad a los 12 o 13 años: no sabía si sentirme payo o gitano

Durante un tiempo no se veía ni payo ni gitano.

Tuve un problema de identidad a los 12 o 13 años: no sabía si sentirme payo o gitano. Claro, escuchaba hablar a la gente de una parte de los otros, nunca en mi familia, allí nunca ha habido problemas de ese tipo. Me di cuenta de que no había nada que ocultar, soy mestizo. No me considero ni payo, ni gitano, soy una persona del mundo. Eso sí, si alguien habla mal de los gitanos le recrimino, igual si lo hacen con los payos.

Primero, somos personas.

Hay que tener claro que el racismo no existe solo en una parte, está en todos lados. Hay que entenderlo. Unas partes pueden haberlo pasado peor que otras pero hemos de perdonarnos para poder abrazarnos y avanzar. Los gitanos son mucho más normales de lo que muchos creen. Pero hay mucha ignorancia. Vas por Estados Unidos y se creen que vamos todavía con moneditas en los pañuelos y que leemos las manos. Esa es mi lucha.

¿Qué escuchará el público en los conciertos que le quedan pendientes, en Zaragoza (13 de diciembre) y Barcelona (17 de diciembre)?

Villancicos, canciones inéditas de un disco que no he presentado en esas ciudades, Mestizo y fronterizo. Abrimos con una canción que se llama Fuera cadenas. Eso ya te dice por dónde va el concierto. Es una canción escrita por mí. Dice: "Mundo despierta tus razas, sangre que brota al nacer no acabará la batalla de la igualdad de la piel". Expresa aquello por lo que llevo luchando toda mi vida. Yo desde pequeño he vivido eso. He tenido que luchar por las dos partes.

¿Qué le une a Miguel Poveda?

Somos muy amigos y eso no siempre es fácil entre artistas. Conectamos mucho. Hablamos todo el tiempo y de todo: de gais y de cualquier cosa. El flamenco por suerte se ha abierto mucho pero todavía tiene que abrirse más.

Volviendo a la música, Manuel Alejandro, otro sueño cumplido. ¿Y ahora qué?

Todavía queda mucho por luchar. Quedan los miedos. ¿Qué pasará de aquí a cinco años? Los artistas pendemos de un hilo. Siempre estamos en la cuerda floja. No hay ninguno que se salve. ¿Qué busco yo? La estabilidad para mi casa y para mi gente. No quiero ser el número uno, ni mejor que nadie porque no lo soy. No busco ser un Bill Gates ni un multimillonario de esos. Quiero poder jubilarme tranquilamente. Si lo hago, porque diría que voy a estar cantando hasta el fin de mis días.