Avalancha de libros, series y hasta JJ Benítez: los ovnis vuelven a estar de moda

En junio de 2005 comenzaron las emisiones de Cuatro, un canal generalista de televisión que, en su amplia y variada oferta, incluía concursos, programas culturales, informativos y espacios de difícil catalogación, como el contenedor Cuatrosfera o Cuarto Milenio, en el que Iker Jiménez trasladaba a la televisión su exitoso programa de radio Milenio 3. En 2019, una reestructuración del canal derivada de su adquisición por parte de Mediaset eliminó de su parrilla los informativos, al tiempo que revalidaba , uno de los pocos —por no decir el único— de los programas que permanece en antena desde los inicios de la cadena.

Este detalle no carece de importancia. Más allá de la trascendencia que tiene renunciar a la información de actualidad para apostar por un espacio especulativo en el que se le da voz a tertulianos tan particulares como el doctor José Cabrera, el periodista Enrique de Vicente o el youtuber Roma Gallardo, el hecho de que Cuarto Milenio continúe en antena es la prueba palpable de que los temas que aborda, entre los que se encuentran los objetos volantes no identificados (OVNI), generan magníficos datos de audiencia.

Ese interés del público por el tema ovni ha sido clave para la buena acogida de Espíritu sagrado, la película sobre contactismo cañí de Chema García Ibarra. Casi al mismo tiempo, Movistar+ ha estrenado Ovnis, una nueva serie documental producida por J. J. Abrahams (el creador de Perdidos) que aborda con rigor el avistamiento de estos objetos por las autoridades americanas. Y ambas acompañan la llegada a las librerías de una avalancha de títulos —entre los que se encuentran Mis primos, del incombustible J.J. Benítez, Historia ilustrada de los ovnis de Adam Allsuch BoardmanUfología aeronáutica de Rodrigo Bravo Garrido y Juan Castillo Cornejo o Azul y pálido de Pablo Ríos— que abordan el fenómeno desde puntos de vista muy diversos.

"Hace unos años el tema de los ovnis estaba relegado a ciertos ámbitos más apartados e incluso mal vistos, pero ahora está dejando de ser tabú. La desclasificación del informe del Pentágono en 2021 y el hecho de que, incluso, un líder mundial como Barack Obama no haya podido eludir el asunto, son una muestra de cómo los ovnis han calado en la agenda mediática. Sin duda, el misterio de los ovnis y la posible existencia de vida fuera de nuestro planeta se han convertido en una cuestión de interés público", reflexiona Estrella Borrego, editora de Libros del Zorro Rojo.

"El tema está dejando de ser tabú. La desclasificación del informe del Pentágono en 2021 y que incluso Barack Obama no haya podido eludir el asunto, demuestra su calado en la agenda mediática".

Este sello acaba de publicar en España Historia ilustrada de los ovnis, libro en el que el escritor e ilustrador Adam Allsuch Boardman repasa este fenómeno a través de sus casos más importantes, las clasificaciones morfológicas de los extraterrestres o la explicación de quiénes son los hombres de negro, todo ello acompañado de unas atractivas y coloristas ilustraciones.

Para niños y adultos

"Desde pequeño disfruté leyendo libros sobre lo paranormal. Me interesaba todo tipo de temas: desde ovnis y fantasmas, hasta monstruos folclóricos, porque siempre me encantaron las ilustraciones fantásticas y los inquietantes relatos sobre encuentros incorpóreos", confiesa el autor, quien reconoce que su interés por el tema procede, en gran parte, de haber visto Expediente X, Doctor WhoStar Trek y otras series semejantes durante su infancia y primera juventud.

De hecho, uno de los públicos a los que va dirigido Historia ilustrada de los ovnis es justamente a niños y adolescentes. "Las ilustraciones reproducen lo que ya hemos visto en cómics o piezas audiovisuales de ciencia ficción con esa misma temática: una perspectiva desacralizada aunque respetuosa del tema. Boardman aprovecha todos los recursos del fanzine, la tira cómica, el humor gráfico y la cultura pop, que no es poco, y consigue un libro interesante y divertido, sin dejar de lado el rigor informativo y documental", explica Borrego, para quien esa original propuesta "lo convierte en un libro intergeneracional, que gustará tanto a jóvenes como a adultos a quienes les interese el mundo de la ufología, la sci-fi o los fenómenos paranormales".

En la tradición de la ciencia ficción y la cultura popular se encuentra también Azul y pálido, una novela gráfica de Pablo Ríos publicada originalmente en la editorial Entrecómics y que ha sido rescatada recientemente por Astiberri. En ella, Ríos, aficionado a la ufología y a todo el folclore que la rodea, se acerca al lado más humano del fenómeno: los abducidos. «La ufología ha sido un terreno habitual para la ciencia ficción y el espectáculo. Me imagino que la razón es que, tradicionalmente, se ha considerado un nido de chiflados. Eso ha provocado que no se haya tenido respeto ni por la gente que ha intentado estudiar el fenómeno con rigor, ni por los testigos que vieron cómo su vida cambiaba totalmente al presenciar un avistamiento", explica el autor, que reconoce que le "interesa más el testigo que ha visto el onvi que el propio ovni".

A pesar del recelo que pudiera suscitar el tema de los abducidos y los ovnis entre la sociedad biempensante, Azul y Pálido tuvo muy buena acogida por parte de la crítica y los lectores, tanto los familiarizados con el tema como los ajenos al mismo. "Creo que se entendió muy bien, tuve muchas entrevistas en medios especializados, gustó y sigue interesando lo suficiente a todo tipo de lectores. Que se haya reeditado después de casi diez años agotado me ha hecho muy feliz", comenta Ríos que, como autor e interesado en el fenómeno, detecta un cambio de actitud ante los ovnis por parte del público: "creo que vivimos un momento en el que al misterio le pasa como al fútbol: hay nuevas voces, con nueva sensibilidad, que escriben o hablan de otra manera, con una mirada más amplia, y más intereses culturales. Este eco resuena en los nuevos lectores y espectadores que, como es evidente, no quieren que le cuenten lo mismo una y otra vez".

Nuevos enfoques para un tema clásico

"El fenómeno ovni por ahora no proporciona los mimbres para una investigación científica empírica. Sin embargo, a nivel filosófico o metafísico se han hecho aportaciones de gran enjundia al tema"

"El fenómeno ovni por ahora no proporciona los mimbres adecuados para una investigación científica experimental o empírica —reconoce Vergel—. Sin embargo, a nivel filosófico o metafísico, gente como Jacques Vallée o John Keel han hecho aportaciones de gran enjundia al tema, rozando muchas veces la metafísica. A eso se suma esa otra literatura que, más que por hacer preguntas, se preocupa por dar las respuestas que la gente quiere oír y que no son sino una solución contemporánea a cuestiones fundamentales como '¿Estamos solos?' o '¿Podemos trascender este mundo o realidad?' y que conectan con anhelos universales del hombre. Son preguntas que las religiones respondieron en el pasado a través de la fe y a las que lo ovni se enfrenta desde una perspectiva actualizada, en la que juega un papel importante la tecnología, pero donde también tiene cabida la espiritualidad".

A pesar de este innegable resurgir de la ufología como material literario, Vergel relativiza esa popularidad, que no alcanza a la vivida en la verdadera edad de oro de este fenómeno. "Aunque hay secuelas y picos de interés, estamos muy lejos de cómo se vivía el tema en las décadas de los 50, 60 y 70, en las que la sensación de inminencia era real y los libros de, por ejemplo, J.J. Benítez eran absolutos bestsellers. Ahora hay interés y sin duda los últimos casos de la armada estadounidense que cuentan con una serie de imágenes desconcertantes, tiene mucho que ver".

Como señalaba Estrella Borrego, la situación política y social es clave para la vigencia y auge de estos temas. Si en décadas pasadas la Guerra Fría entre los países de la OTAN y los del bloque soviético pudo explicar muchos de estos fenómenos, en la actualidad la clave podría estar en el enorme protagonismo adquirido por China en el escenario político internacional.

"Lo ovni juega a muchos niveles y los gobiernos lo han podido utilizar a su antojo por muy diversas razones. En plena Guerra Fría había un gran interés por parte de las autoridades en investigar cualquier cosa que estuviera relacionado con los ovnis porque bien podía ser cualquier prototipo aéreo propio o enemigo que había sufrido un percance o simplemente que había sido avistado. En esos casos, lo último que se quería era que aficionados al tema fueran aireando investigaciones que podrían comprometer información confidencial. De hecho, en esos casos los ovnis también resultaban muy útiles porque servían para restar credibilidad a posibles testigos y generar confusión alrededor de avistamientos anómalos legítimos", explica Pablo Vergel, que advierte que hoy en día es justamente al revés. «Ante la emergencia tecnológica de China, lo último que quiere Estados Unidos es que sus pilotos no reporten algo extraño, que bien podría ser un prototipo rival, por miedo a que se rían de ellos. De hecho, todo lo que envuelve el acuñar el término UAP, Unidentified Aerial Phenomena, en vez de UFO/OVNI tiene que ver con una campaña de desestigmatización del fenómeno, calculada cuidadosamente para que los pilotos reporten lo que ven sin miedo al descrédito».