Entrevista

Javier Cámara: "En este país, a los grandes triunfadores se les hace un examen más exigente que a los ladrones"

El protagonista de Vota Juan suma una tercera temporada metido en la piel del político más patético de nuestras pantallas.

Javier Cámara, como Juan Carrasco en ’Venga Juan’

Javier Cámara, como Juan Carrasco en ’Venga Juan’ / PEP ÁVILA (HBO MAX)

Inés Álvarez

Javier Cámara (Albeida de Iregua, La Rioja, 1967) –un imprescindible del cine español (Truman, Vivir es fácil con los ojos cerrados), que ha participado en series como 7 vidas y Narcos– lleva tres temporadas metido en la piel de Juan Carrasco, un político deleznable y patético que provoca el rechazo y la compasión a partes iguales. En la tercera parte, Venga Juan (HBO Max la acaba de estrenar), que viene precedida por el éxito de Vota JuanVamos Juan, y un Ondas aún calentito, aparece como un triunfador. Y con pelo. Pero pronto caerá en desgracia. Al actor, en cambio, esa serie solo le da alegrías.

No es el primer premio que reciben, pero les acaban de dar un Ondas

Le han dado un premio a una serie, que si la gente supiera, es pequeña, con mucha ambición y con la intención de tratar la comedia desde un punto de vista más, con toda la sátira y todo. Y al darnos un Ondas pensamos: ¡qué bien!, ¡hay gente a la que le gustamos! Eso está muy bien. 

¿En esta tercera temporada sigue queriendo a Juan Carrasco, pese a ser un ser tan deleznable?

Estamos muy contentos, porque hay una parte como muy oscura, más dramática, más triste. Juan Carrasco está muy solo, pero necesita apoyo, porque si no, haría una barbaridad. Le queremos porque empatizamos plenamente, porque le entendemos, porque lo hemos defendido durante tres temporadas difíciles. Y es que hemos peleado para hacerlas. Si nos decían que lo hiciéramos más rápido, lo hacíamos; con el mismo presupuesto, pues también. Nos daba igual. Y es que estamos enamorados de este proyecto. Que los premios lleguen ahora y que una plataforma como HBO Max esté emitiéndola en muchos países... ¡ay, qué alegría! A ver si les gusta por ahí fuera.

HBO Max, como HBO, apuesta por productos de calidad. Con lo que formar parte de su catálogo debe de dar un subidón.

Sí. Que esté Larry Davis con Curb Your Enthusiasm y que la gente se equivoque y nos vea a nosotros, dices: "¡Ay, qué alegría!". Aunque luego vayan corriendo a verle a él.

Si se equivocan, igual no se van. Porque Venga Juan engancha.

¡Ay, Dios mío! Pero, sí; estamos muy orgullosos de esta temporada.

«Nos gusta mucho esa caída al infierno de Juan Carrasco»

En el rodaje de Vamos Juan decía que alucinaba con las cosas que soltaba su personaje. ¿Sigue con esa amoralidad y desfachatez?

Sí, encima toda la temporada es una cuenta atrás. Está desesperado porque no le condenen, no le culpen. Además, sabemos desde el principio que hubo un problema en Logroño, cuando él era alcalde. Un asunto que le salpica, porque hay un J. Carrasco, y "no sé quién es ese señor del que usted me habla". Pero sale en unos papeles. Sabemos que está implicado, que la justicia está tras él. Es una temporada muy de intentar solucionar algo que es irresoluble. Nos gusta mucho esa caída al infierno de Juan Carrasco, y acompañarle. 

El ritmo que le han imprimido esta vez es de 'thriller'.

Lo hemos intentado. Queríamos una temporada no solo amando a su personaje, a su familia –que ya no tiene– y a sus amigos. Nos apetecía darle paso también a los demás personajes y, sobre todo, añadir ese ritmo de 'thriller', de cuenta atrás, de que cada día aparece un problema... 

Al principio aparece como un triunfador. Y resulta más antipático.

Eso nos pasa en la vida real. El concepto de éxito siempre va ligado a una especie de problema o tara. Es mejor que cuando tengas éxito digas: "Pero tengo problemas". Entonces, se te perdona un poco. A los grandes triunfadores de este país siempre se les ha hecho un examen más exigente que a los ladrones, por ejemplo. Sí que queríamos poner a Juan Carrasco en la pica, para que todos vieran que era culpable. Y lo queríamos tirar desde un punto muy alto. Y qué mejor que ponerle en unas puertas giratorias, en una empresa de gas. 

¡Qué actual resulta!

¡Y eso lo estábamos escribiendo hace un año! ¡Qué maravilla que eso nos pasara hace un montón de tiempo y ahora sea algo tan actual! 

Les acabará pasando como a los guionistas de Los Simpson, que predicen cosas

El community manager de la página de Juan Carrasco está poniendo todo el rato cosas como: "Esto ya pasó en Juan Carrasco".

Su pasado en Logroño vuelve a él. No se libra de la corrupción. Lo mismo que le pasa a este país.

Además, yo creo que va a más. Hay muchos jueces, abogados, fiscales, imputados, que están intentando que no se sepa todo lo que se debería saber. A los españoles nos es muy difícil salir a la calle todos juntos a defender algo, pero por esas circunstancias, deberíamos estar todos acampando. Porque es terrible lo que está sucediendo en muchos sentidos en España. La corrupción es una lacra. Si supiéramos realmente lo que hay en todos esos papeles clasificados que quieren sacar a veces y acaban quemándolos... Tenemos derecho a saberlo para aprender de nuestros errores. Si no volvemos al pasado para arreglarlo, lo vamos a repetir rápidamente.

Javier Cámara, en 'Venga Juan'.

Javier Cámara, en 'Venga Juan'. / HBO MAX

Volvamos con Juan Carrasco. Está solo: la familia pasa de él y Macarena, su directora de comunicación, tiene una nueva vida. 

Hay un componente clásico. Cuando hablas de Juan Carrasco no puedes hablar de clásicos como La vida es sueño o Timón de Atenas, de Shakespeare. Pero es el gran perdedor que vive una vida mentirosa y le explota todo en la cara. Y se permite durante un tiempo vivir como un ministro a cuerpo de rey habiendo hecho las cosas mal. Cuando ese pasado vuelve, se le pone enfrente. Es un tema como el de Edipo, que se arranca los ojos. Un tema que se ha tratado en el teatro y en el cine durante años. Nos apetecía hacer, como es la tercera, una temporada más seria, más oscura, más negra. Llevando a nuestro héroe, que evidentemente es patético, ridículo y deleznable, de la mano de un conflicto dramático de verdad. Dejarlo solo y que reflexione. Si es que puede reflexionar este hombre.

Uno piensa que es incapaz de amar a nadie más que a él y por fin lo hace: a sus 4.000 folículos de cabello injertados en Turquía. Lo del pelo es una obsesión.

(Ríe). Está orgullosísimo. Él vive una realidad paralela, evidentemente. Pero es algo muy extendido en España: uno se piensa que por ponerse 4.000 o 5.000 folículos de cabello la vida será maravillosa. Y solo te cambia un poco el físico. El concepto de persona no cambia mucho. Y, encima, no le han quedado muy bien y debe volver a Turquía. Y eso será un problema. Porque lo intentará. Es que le faltan algunos en la nunca. Para él eso es muy importante. 

«Uno se piensa que por ponerse 4.000 folículos de pelo todo será maravilloso"

Eso y no acabar en la cárcel.

Cuando el espectador ve esa sorpresa final del segundo episodio... Por cierto, el mes pasado vimos los dos primeros con público. No había visto nunca una serie con público. Y cuando compruebas que la gente lo respira, lo disfruta, se ríe..., piensas: ¡jo, qué pena ver las series en casa!

Se tendrían que ver en el cine.

Sí. Me gustaría ir a Logroño para poner las tres temporadas allí y reírnos todos un poco. Lo que pasa es que no sé si voy a poder volver a Logroño ya. Sería un 'outsider'.

En Vota Juan hubo feed-back por parte de los políticos. ¿Les ha pasado con Vamos Juan?

En la primera parte, cuando estábamos rodando y buscábamos que nos asesoraran sobre cosas de ministerios, sí que la gente estaba reticente por ver que íbamos a hacer. Salvo aquel secretario que dijo que esto no es una sátira, sino que son así, que a veces detrás no hay nada. Es la gente que maneja tu dinero, tus leyes y tu vida... ¡y detrás no hay nada! A veces hay gente muy inteligente que no sabe cómo hacerlo y en otras no hay cabeza. Estamos trabajando para pagar tantos impuestos y ¿qué hacen con el dinero? De mi cuenta desaparece, seguro. Pero puedo dormir tranquilo.

Cuando eche la vista atrás al final de su carrera, ¿guardará un especial cariño por esta serie, en la que, además, ha debutado como director?

Sobre todo porque con el equipo que hemos formado, que es pequeño, muy trabajador y con muchas ideas concretas, vamos a a hacer más cosas juntos. He conocido a unas personas con las que quiero seguir trabajando y me han dado un poco más de espacio. Ha sido un proceso muy bonito. Empecé como actor, se empeñaron algunos de ellos en que dirigiera un capítulo y me lo he pasado muy bien. Ha sido una lección que no la pago en ninguna escuela. Que el director y el showrunner te pregunten si harías esto o no... es algo que no me ha pasado nunca. Es una gran responsabilidad, pero rodeado de amigos me apetece.

Ya está embarcado en otro ilusionante proyecto.

Sí. Estamos en Galicia con los hermanos Coira, los de la serie Hierro. Son fantásticos. Nunca había hecho thriller. Sin bromas ni nada. Pero decidí arriesgar. Nunca es tarde para empezar cosas que a uno le ponen nervioso.